[Fan-Fiction] Casados con hijos – Coqui y María Elena (2)

Segunda parte a pedido del usuario PantheonENP
Estoy escribiendo bastante últimamente, en especial este tipo de relatos, así que cualquier pedido de celebridad o tipo de relato es más que bienvenido, así como también cualquier crítica.





- Un poquito, nada más.
- No pendejo.
- Apenitas.
- Te dije que no.
Coqui había abrazado por la espalda a María Elena y no dejaba de frotarse detrás de ella.
- Solta pendejo de mierda.
María Elena se dio vuelta, enfrentándolo y lo empujo para que se alejara un poco.
- Puta madre, se te paro otra vez.
- Perdóname, pero vos sabes cómo me pones.
Coqui, con sus manos, intentaba taparse la gran erección que se notaba a través de su pantalón.
- Hagamos como el otro día, así rapidito.
Dijo el, casi suplicando.
- No pendejo, no te la voy a volver a chupar, olvídate.
- Bueno.
Se resignó, bajando la vista al suelo.
- Anda a hacerte una paja y no rompas más las pelotas queres.
María Elena se dio vuelta, ignorándolo, cuando, por detrás de ella lo escucho decir despacio, casi murmurando.
- ¿Me queres ver?
Al escuchar esto, dio un suspiro y se dio vuelta, volviéndolo a enfrentar.
- Solo mirar, más vale que no te hagas ninguna idea rara.
Dijo seriamente, apuntándolo con el dedo para denotar la mayor autoridad posible, Coqui sonrió lo más que su rostro lo dejo.

Entraron en la habitación de el despacio, asegurándose que nadie los allá visto. Cerraron la puerta, Coqui velozmente se sentó en la cama, y María Elena se quedó parada, apoyada de espaldas sobre la puerta.
- Bueno pendejo, dale a lo tuyo, que no tengo todo el día.
Él se bajó los pantalones y, todavía sentado en la cama, se comenzó a masturbar.
- Ay Mari estas tan linda hoy.
Decía suspirando mientras se seguía tocando.
- Pajeate en silencio queres, y apúrate.
- Bueno, perdón, es que estas muy linda.
Siguió un poco más masturbándose, sin quitarle los ojos de encime y suspirando de placer.
- Haber pendejo.
Dijo finalmente María Elena y se sentó al lado de el en la cama.
- Déjame mejor a mí, porque hoy parece que estas en pelotudo parece.
Le saco la mano con la que se estaba tocando, y le tomo el pene con fuerza.
- Vez la puta que te pario, así con fuerza tenes que pajearte.
Lo empezó a masturbar con mucha fuerza, bajándoles mucho la piel del miembro lo más posible y después subiendo la mano y apretándole la cabeza.
- ¡Ay Mary como me gusta que me toques así!
- Ni se te ocurra acabar pendejo.
María Elena seguía masturbándolo muy fuerte y cada vez con más velocidad, mientras Coqui no paraba de gemir y temblar.
- ¡Ay dios Mary, tengo que acabar!
- Ni se te ocurra pendejo, aguántate la puta madre, hacete hombre y aguanta.
- ¡Pero Mary, no puedo más!
María Elena puso su mano tapándole la boca para que deje de hablar y gemir, el la miro con ojos de desesperación.
- Aguanta la puta que te pario, vos acabas cuando yo te diga.
Le dijo mirándolo a la cara y muy autoritariamente, el solo asintió un poco con la cabeza. Ella siguió masturbándolo con fuerza, mientras los dos seguían mirándose a la cara, María Elena muy seria y Coqui transpirando a mas no poder.

Finalmente, María Elena le quito la mano de la boca y comenzó a masturbarlo con las dos manos.
- Dale pendejo, acaba, ahora podes, te dejo.
Antes de terminar la frase, Coqui ya se había caído de espaldas en la cama gimiendo y acabando.
- Dale, saca toda la leche.
Decía ella, todavía muy autoritaria, mientras le daba las ultimas sacudidas.
- Ay si Mary, que lindo se sintió.
- Si bueno, no me jodas más pendejo.
Dijo María Elena mientras se levantaba y salía de la habitación, dejándolo a él todavía recostado en la cama.