[Fan-Fiction] Rebelde Way – Mia Colucci y Marizza Pia

Estaban nerviosos todos, pero allí estaban y no había vuelta atrás. Mia y Marizza se encontraban tímidamente una junto a la otra, paradas mirándolo. El las miro en silencio por un momento y luego despacio se bajó el pantalón y la ropa interior, dio un suspiro, se tomó su miembro con una mano y comenzó a masturbarse despacio. Ellas se acercaron un poco más entre sí, mientras lo miraban con mucha atención.
- Dios, como se puso.
Le murmuro con mucho asombro Marizza a Mia. Él no las escucho mientras seguía con lo suyo. En un momento dado, cuando sintió que estaba lo suficientemente grande, se sacó la mano, y se paró bastante derecho frente a ellas, mostrándoles la gran erección que tenía. Las dos se sorprendieron y compartieron una pequeña sonrisa entre ellas.
- ¿Qué haces?
Pregunto algo sobresaltada Mia, cuando noto como Marizza se acercaba a él.
- Quiero ver cómo se siente.
Dijo mientras estiraba su mano y le tocaba delicadamente la erección con dos dedos.
- Esta re duro y caliente.
Dijo sorprendida y casi riendo a Mia, sin dejar de tocarlo.
- Esta grandísima.
Le dijo a el despacio y mirándolo, el solo sonrió.
- ¿Queres que siga?
Pregunto el, Marizza solo asintió con su cabeza, lo soltó, y se volvió a parar junto a Mia. El siguió tocándose con más velocidad, pero esta vez sin sacarle los ojos de encima a las chicas, en especial a Marizza.
- ¿Puedo verte la cola?
Le pregunto despacio, las chicas se miraron y luego Marizza se dio vuelta, se inclinó un poco, intentando sacar los más posible la cola y se levantó la pollera un poco.
- Tócala si queres.
Dijo de espaldas y sosteniéndose la pollera. Él se acercó y comenzó a acariciarle la cola, despacio y con las manos temblorosas.
- ¿Te puedo apoyar?
Ella giro la cabeza hacia él y asintió en silencio. Él se le acerco despacio, puso sus dos manos en la cintura de ella, y apoyo toda su erección sobre la bombacha blanca que ella tenía. En el momento que se tocaron, los dos temblaron un poco y soltaron un suspiro de placer. Despacio se frotaba de arriba hacia abajo en ella. Mientras seguían, Mia se había parada hasta casi pegarse a ellos para ver mejor lo que hacían.
- ¿Te puedo ver las tetas?
Pregunto el cuándo noto lo cerca que se encontraba ella.
- No.
Dijo algo sobresaltada.
- Solo un poco el corpiño.
Acepto finalmente, se abrió un poco la camisa que llevaba, dejando expuesto el corpiño blanco que llevaba puesto. Se miraron por un momento en silencio y él puso una de su mano sobre su pecho y comenzó a tocarlo.
- Se te marco el pezón.
Le dijo el despacio mientras con su pulgar acariciaba la pequeña protuberancia en el corpiño.
- ¿Es por qué estas excitada?
Mia asintió despacio con la cabeza. El siguió tocándola. Cuando Marizza noto que el ya no se movía, comenzó ella a frotarse contra él, con más fuerza de la que él había usado. El, con una mano todavía en la cintura de Camila, quien se frotaba sobre el cada vez más rápido y con la otra presionándole los pechos a Mia empezó a gemir cada vez más fuerte, hasta que finalmente se arrojó hacia atrás, soltándose y alejándose de las chicas, apoyando su espalda sobre la pared y masturbándose fuertemente.
- ¿Qué paso?
Pregunto Marizza dándose vuelta.
- Creo que va a acabar.
Dijo Mia algo seria, mirándolo. El comenzó a eyacular mientras gemía y no dejaba de mirarlas. Finalmente, cuando termino, dejo caer sus brazos a los costados, mientras daba el último suspiro.
- Salió un montón.
Dijo Marizza casi riéndose, mientras se acercaba a él.
- ¿Estas excitada?
Le pregunto a Marizza, quien no dejaba de verle la entrepierna y morderse el labio. Levanto su rostro y asintió. Él se le acerco, le levanto la pollera con una mano, y con la otra le intento meter dentro de su bombacha, pero ella lo detuvo tomándole la mano.
- No, no, no me metas los dedos, tócame, pero arriba de la bombacha.
El saco su mano y la apoyó por sobre la ropa interior y con sus dedos frotaba con fuerza por sobre la vagina, la cual se le había marcado mucho.
- Seguí, por favor seguí.
Marizza había apoyado sus brazos sobre los hombros de él y no paraba de gemir.
- ¿Estas bien?
Pregunto Mia acercándosele.
- Creo que voy a acabar Mia.
Dijo con la voz temblorosa y entre gemidos. Mia la abrazo para evitar que se cayera, mientras que Marizza tiraba su cabeza hacia atrás y largaba grandes gemidos de placer mientras acababa. Cuando termino, el la soltó y dio unos pasos para atrás.
- Se te paro otra vez.
Dijo Mia al ver la erección que él tenía otra vez. Ella se le acerco, apoyo una mano en el hombro de él, y con la otra mano le tomo el pene y comenzó a masturbarlo.
- ¿Queres que te ayude?
Pregunto Marizza, todavía con la voz media temblorosa.
- No.
Mia había movido su mano hasta tomar el rostro de él y lo miraba seria y fijamente a los ojos.
- Quiero hacerte acabar.
El respiraba con dificultad, mientras ella lo masturbaba cada vez con más velocidad, hasta que finalmente acabo. Mia se alejó un poco de él y se quedó parada entre los dos, quienes se encontraban cansados y recuperándose de lo que habían pasado.