Otra vez el pendejo viene a casa a coger a mi mujer

Y el sábado a la tarde ella lo esperaba sólo con ropa interior, había comprado un conjunto para la ocasión. Se estuvieron besando y acariciando en el living, el quedó solo con el bóxer puesto y pasaron al cuarto, ella boca arriba el de costado besándola y acariciándola sobre su ropa interior, le hizo separar bien las piernas, con los talones apoyados en la cama, dándome un primer plano de cómo acariciaba su cosita. La acariciaba sobre la tanga y metía su mano por dentro a veces.
-Ves bien de ahí cornudo…? –no le contesté, tampoco le importo
A una indicación de él, se sacó la tanga y la dejo entre las rodillas con las piernas flexionadas mientras separaba sus glúteos y me daba un primer plano de sus partes. Se la sacó del todo y volvió a acomodarse bien abierta, el la acariciaba y ella acariciaba la mano de él mientras seguían besándose. Ahora la cogía con dos dedos y ella movía las caderas buscando la penetración de sus dedos mientras gemía agitadamente, me parecía que estaba muy cerca de llegar. Sacó sus dedos y estaban todos cremosos, me impresionaba la cantidad de jugos que este muchacho le provocaba. Fue a manosearle las tetas mientras ella se empezó a pajear. La hizo poner de rodillas sobre un sillón que tenemos y empezó a cachetearla y a jugar con su dedito en su culo. Jugaba fuerte con sus dedos y a ella le encantaba. Se acomodó detrás de ella y se la metió de una en su conchita, le daba suavemente y yo veía de costado el bamboleo de sus tetazas que me volvía loco.
Otra vez la agarró con la mano izquierda del pelo, mientras le cacheteaba los glúteos con la derecha, la cogía bien fuerte. La agarró fuerte de la cintura clavándola bien fuerte, le dio un largo rato y otra vez volvió a agarrarla del pelo. El dejó de moverse y ella empezó a moverse adelante atrás, hasta que él se salió y se dedicó a observarla, ella quedaba siempre quieta, esperando alguna indicación de él, sin rastro de pudor alguno. Me hizo acercar a ver cómo le metía sus dedos en el culo. Ella separó uno de sus glúteos con una mano, pensé que se lo iba a hacer, pero se acomodó detrás de ella y volvió a darle de nuevo bien duro por su conchita. Él se acomodó en el sillón y ahora ella se montó sobre el que la subía y bajaba agarrándola de la cola. Ella se movía bien duro sobre él que alternaba cacheteando sus glúteos con una y otra mano. En un momento ella se tensó bien duro sobre él, era obvio que estaba teniendo uno de esos orgasmos que la sacuden, la dejan profundamente conmovida, él la hizo salir y la acomodó de nuevo arrodillada sobre el sillón mostrándole su culo y conchita totalmente ofrecidas para él, le dijo que se moviera sensualmente, ella movía su culito, era un movimiento rítmico, muy sensual. Se la notaba profundamente excitada, como si su orgasmo no hubiera terminado, se acomodó detrás de ella y la penetro por el culo, me pareció por la forma de quejarse y gemir que seguía dentro del mismo estado, como si no parara de acabar, estuvo como siempre dándole un montón, pero esta vez parecía que ella nunca dejaba de acabar, estaba como en un limbo. Yo no entendía cómo podía aguantar tanto tiempo sin acabar el pendejo. Le pegó un par de cachetadas y la hizo gemir aún más si eso era posible. Parecía que ella estuviera como al borde de la desesperación, como si no deseara que eso terminara alguna vez, ella se había apoyado con los antebrazos sobre el respaldo del sillón y me parecía que ocultaba su rostro, como si no quisiera ser vista, como si estuviera avergonzada. Se la sacó y le hizo mover su culo sensualmente,
-Calenta bien a tu macho para que te coja… para que el cornudo de tu marido sea bien feliz viendo como le crecen los cuernos…
La empezó a acariciar suavemente, ella seguía moviéndose sensualmente, se acomodó detrás de ella y se la volvió a meter pero ahora por delante, la volvió a sacar, pareció dirigirla hacia su culito, pero finalmente volvió a cogerla por delante, ante los profundos gemidos de placer de Ceci. Volvió a cachetearla un par de veces y volvió a sacarla.
-Por favor… -dijo Ceci, con una voz de puta que me volvió loco
Ahora no dudo y volvió a metérsela por el culo, ante un gemido de profundo placer de ella. Empezó a acelerar su cogida supuse que buscando su orgasmo a la par que le cacheteaba bien fuerte los glúteos, otra vez gemidos intensos de Ceci, como si estuviera llegando nuevamente, los dos gimieron más fuerte supuse que él había llegado, pero siguió dándole todavía un poco más, hasta que la sacó, seguía bien duro todavía. Ella dejó caer su cabeza, se quedó en la posición en que el la dejó, pasó hacia el baño y ella quedó así, rendida, relajada, entregada a su amante, se iba recuperando de a poco, cuando el volvió a la habitación, tenía el bóxer puesto, la acarició un poco, la hizo levantarse y la beso. Se estuvieron besando un largo rato, así de pie, le acariciaba el culo y le chupaba los pechos, jugaba con sus dedos por su culito, en un momento le dijo algo al oído y ella gimió más fuerte, la acostó en la cama y sacó su miembro sobre el bóxer, volviéndola a penetrar, le mordisqueaba los pezones, y le apretaba bien fuerte los pechos, la besaba sin parar, de a ratos si paraba era para decirle algo al oído, me moría por saber qué le diría, pero cada vez que le hablaba la hacía gemir más fuerte, estuvo un montón de tiempo así, hasta que se tensó sobre ella dejando su segunda descarga ahora por delante, se salió lentamente de ella, su miembro había perdido un poco de dureza, pero no demasiada, me resultaba increíble, ella quedó con las piernas separadas mientras la leche de él empezaba a salir lentamente, escurriendo hacia abajo. Le dijo que se acariciara para él, y ella empezó a hacerlo suavemente, pero le costaba, estaba muy sensible la zona. Finalmente se fueron juntos a bañar, estuvieron como media hora en el baño, el salió, se vistió y se fue, yo fui a preparar la cena, Ceci quiso ducharse de nuevo, cuando vino a la mesa estaba solo en ropa interior, la misma ropa que había usado con él y eso me calentó más si se podía. Cenamos en silencio
-Que pensaste sobre el tema de seguir viéndolo…? –le dije
-El sábado que viene… a la tarde viene de nuevo… me gusta mucho hacerlo con él…
Estuvimos comiendo en silencio, ella se fue caminando sensualmente hacia el cuarto, me dijo no tardes mucho, te espero en la cama, estaba boca arriba con el tanga corrido de costado, me acomodé sobre ella y la penetré de una.
-Te gusta cogerme usada eh..?
-Me vuelve loco como te trata ese hijo de puta… y lo regalada que te pones…
-Viste… me encanta ser la putita de él… imposible dejar de verlo… a lo sumo verlo más seguido…
-Sos su puta eh…?
-No hace falta decirlo… me pidió que me compre un conjunto para el sábado que viene… me va a mandar la foto y a donde lo vio…
Me sentía muy cerca de llegar, pare de bombearla, mi pija latía estaba muy cerca y me costaba aguantar. Me dijo al oído.
-Quedas muy calentito y no duras nada… eh…? Eso por no querer llegar cuando él me coge… con los demás no te molesta… es el machito de tu esposa… eh…?
Aceleré mi cogida para tratar de llegar más abundantemente porque sentía que no podía aguantar más.
-Si asi cielo… dame tu lechita… me encanta mi maridito… te amo cucky… -y me dio un profundo beso.
Primeros pasos hacia mis cuernos 20

2 comentarios - Otra vez el pendejo viene a casa a coger a mi mujer

Casadobi2023 +1
Ya extraña otro relato del pendejo y los pasos hacia ser cornudo...can 10