Luego de unos 30 minutos que aprovechamos para descansar. Tito volvió y tomándome de uno de mis brazos, volvió a atarme en el rincon de la cabecera de la cama, asegurándose que no pudiera moverme, pero si observar todo desde ahi. Luego se fue a la esquina contraria y acarició el rostro de mi madre.
-¿Estás lista para volver a gozar de tus machos a la vez?
Tito levantó a mi madre y la colocó de espaldas apoyándole la polla en su cola y, mientras yo miraba a su padre, metió su mano por debajo de su entrepierna y con habilidad metió dos dedos en la concha de mi madre. La cara de ella se transformó y su sonrisa no podía ser más lasciva, yo podía verlo en la cabecera de la cama como pasaba frente a mí, aún con las manos atadas; le dijo a su padre
— Mira lo caliente que está, para que la follemos toda la noche a esta putita— y su padre sonreía diciendo — bien satisfechos nos va a dejar—
El padre de Tito sacó su polla y subiéndose a la cama, me la apuntó a mi barbilla. Su polla era bien gorda y bastante larga. Me puse a chuparla con emoción, intentando hacerlo lo mejor posible, sin apoyar los dientes, solo un poquito, lo que lo hacía temblar de placer, con mi lengua recorría la cabeza y le daba lengüetazos de arriba hacia abajo, llegando hasta sus bolas, como si fuera un helado. Lo miraba y él me miraba y me decía lo linda zorra que era, y lo bien que se la chupaba. Con algo de esfuerzo pude zafarme una de las manos, y sostener ese enorme miembro para poder devorarlo mejor. Con la punta de la lengua acariciaba sus pelotas sin dejar nunca de masturbarlo con la mano. Estaba haciéndolo bastante bien por que me pidió que parara sino me iba a acabar en la cara, y aún faltaba mucha noche para mi.


Sujetando mi mano libre, volvió a pasarla por detrás, asegurando que quedara mas apretada,y me pidió que me quedara ahí sentada y disfrutara como se follaban duro a mi madre. Luego vi como él y Tito se turnaban para follarla por todos lados. Me calentó mucho verla gritar, como se la follaban entre los dos en turnos, cada polla entraba y salía mientras el otro la sostenía y acariciaba o mordía. Era lo que yo quería que me hicieran también. Comencé a apretar mis piernas, intentando liberar mis brazos. Conseguí soltarme una mano y de inmediato la pasé por sobre mis labios vaginales y Tito, viéndome se rió y me sonrió. Me pidió separar bien mis piernas, y mientras yo disfrutaba mirando a mis madre siendo follada recostada en un extremo del colchón, calentándome aún más, Tito se acercó para pellizcar mis pezones, a la vez que me mordía furiosamente los labios, introducía su lengua lo mas adentro que podía y yo, moviendo mis dedos rápidamente sobre mi clítoris, me hizo acabar por segunda vez.
Estiré la mano y sentí la polla de Tito totalmente dura, y su padre le dijo.
— follémosla los dos que vas a ver como le gusta— Su padre se separó de mi madre y Tito me dejó alli y se tiró a lo largo del colchón. Mi madre rápidamente se puso encima de él, tomó con sus manos ese enorme miembro y echó sus nalgas para atrás. Por como se retorció, intuí que metió toda su polla adentro y la sujetó fuerte abriendo bien sus piernas.
Escuché como el padre de Tito se escupía la polla y apuntó hacia su colita y de un empujón un poco bruto la metió toda completa hasta las bolas.



Mi madre gritó del dolor pero ellos, sin siquiera escucharla, comenzaron a guiarla en un ritmo constante; cuando el padre la metía por la cola, su hijo se levantaba un poco y sacaba la suya de la concha, para luego meterla bien a fondo.
Así, de a poco, los dos fueron sincronizando el ritmo hasta que al mismo tiempo los dos follaban cada vez más rápido mientras yo gritaba de placer que por favor me cogieran a mi también mientras me masturbaba furiosamente.
Metiéndole los dos a la vez sus pollas bien duras. Mi madre gemía que sentía que estaba bien llena y lucía como toda una puta. Acariciaban y apretaban sus pezones aumentando un poco más el placer. Hasta que en un momento los tres acabaron simultáneamente, noté como sus penes calientes la llenaban toda y luego veía su semen bajando por los muslos de mi madre. Luego la dejaron caer satisfechos y se dirigieron a dónde estaba yo, masturbándome furiosamente.
Yo besé y limpié sus pollas con entusiasmo hasta que quedaron limpias…


Ellos me dijeron que iban a gozar follando a una nenita tan linda y puta como yo….Mi cuerpo se estremeció. Ahora era mi turno. Tomé el miembro de su padre que era el que tenía más cerca y lo mamé con ansias y desesperación.
— Eso es zorra, mámasela bien a mi papá y abre bien este culo para mi—
— Eso es, dale a base de bien, rómpeselo, y tu putita cómemela como tu sabes, mmmmm que bien joder, eres una puta diosa—
Los tres parecíamos que íbamos a estallar de un momento a otro, pero fue Tito quien ya sentía la necesidad de correrse, y así fue, comenzó a darme unas embestidas que hacían que todo mi cuerpo se menease. Yo se la mamaba a su padre cada vez más rápido, ya que deseaba que los dos se corrieran a la vez, pero era una tarea difícil y no lo conseguí. De repente Tito empezó a correrse dentro de mi culo, echando toda su leche en mi trasero y dejando escapar algunas gotas. Quedó detrás de mí con la polla en mi culo durante unos segundos mientras su padre usaba mi boca a su antojo, no lo podía creer, aún podía estar cachonda, después de la nochecita que llevaba. No aguanté más y estallé en un orgasmo que se convirtió en un grito ahogado ya que la polla de su padre me impedía gritar. Fue cuando el viejo comenzó a echar toda su leche en mi boca, ya la corrida no era tan abundante por todas las corridas anteriores, pero fue suficiente como para llenar mi boca. La tragué con mucho gusto y Tito me sacó la verga de mi culo. Me quedé entre sentada y recostada en el suelo.


— Ahora dime qué eres una guarra, dime que eres nuestra puta —
Yo comencé a gritar y repetir todo lo que me decía, que era una guarra, que solo era una puta, tanto del padre como del hijo, que me follaran como una prostituta barata, que me hicieran gemir como una perra, que estaba ahí justo para ser usada como ellos quisieran, que mi culo, mi boca, mis tetas y mi coño solo servían para que me lo llenarán de semen, dije todas esas frases y todas las que se me ocurrieron. Ellos siguieron entrando y saliendo de mi coño y culo y haciéndome gozar para luego pasarse a la vagina de mi madre y vaciar su esperma dentro uno tras otro.
Luego de tan terrible orgasmo, solo pude cerrar los ojos. Dimos por concluida esa noche, para ser la noche de apertura estuvo bastante bien. Ya veríamos mañana que se les ocurría a nuestros machos.
Al dia siguiente nos cambiamos por unos vestidos más largos de color rosa, pero que nos hacian lucir nuestras piernas. Paseamos por la zona turística tomados de la mano, parecíamos un par de parejas normales, si la gente supiera lo que pasaba en la intimidad.
Fuimos a comer algo a un restaurante, el muchacho que nos atendió fue educado, pero se quedó mirando mis senos por el escote de mi vestido. Esto en lugar de molestar al gordo de Tito le causó gracia, y dirigiéndose a mi madre y a mí, nos dijo que cuando el mesero volviera, debíamos mostrarle un poco de piel y excitarlo. Cuando volvió con los platos que habíamos pedido, mi madre se subió un poco la falda y cruzó las piernas lenta y maliciosamente para atraer la vista del mesero hacia ella, éste se puso nervioso y según servía el agua en los vasos se le derramó un poco en mi lugar, salpicando un poco mi vestido, yo, al sentir el líquido abrí las piernas por movimiento reflejo y el joven pudo ver el inicio de mi ropa interior. Más nervioso de lo que ya iba, pidió perdón muy apenado y dijo que dejara que la ayudara, cogiendo una servilleta empezó a secar el lugar, y el vestido aprovechando para rozar con el dorso de la mano un poco de mi entrepierna. Mi madre ya estaba las piernas abiertas enseñaba con todo detalle el coño depilado, el chico se entretuvo un poco más de la cuenta secándome y se marchó con una erección que no podía ocultar.
Cuando terminamos el primer plato me di cuenta que desde una mesa alejada un grupo de señores no dejaba de mirar las piernas de mi madre, decidí sumarme a la tarea y darles la mejor visión aprovechando que los manteles de las mesas son cortos y desde lejos se veía todo, puse una sobre las piernas de mi madre y subí un poco su falda, la dije que abriera las piernas pues desde enfrente no le quitaban ojo y deslicé mi mano por entre sus piernas, acariciando un poco su monte y deslizando un dedo a la entrada de su coño, mientras con mi otra mano metía mis dedos en mi vagina. Los señores estaban embobados mirando y sin hacer caso de la cena, estando en esa situación apareció el camarero con los segundos platos, seguro que no daba crédito a lo que estaba pasando. Tito y su padre solo veían divertidos las reacciones de los demás.

Cuando estábamos ya por terminar el segundo plato, Tito recibió una llamada, y entre saludos, me llamó la atención una frase que mencionó.
Ah que bien ya están allá, en un momento vamos
Salimos del restaurante calientes por lo que acabábamos de hacer, y para empeorar las cosas, en el camino Tito y su padre nos dieron una buena manoseada. Pensaba que nos iban a coger apenas llegaramos al departamento, pero en su lugar se dirigieron a una casa a orillas del lugar. Estábamos solas por lo que nos pidieron que nos cambiaramos, nos arreglaramos y salieramos para empezar a coger. Entonces empezamos a quitarnos toda la ropa, mi madre y yo nos pusimos unas batas, nos colocamos unas medias blancas a media pierna, unas tangas, tacones de 10cm de alto, sin sostén y salimos al encuentro de nuestro par de machos. Estábamos preparadas para coger como animales hasta que anocheciera.
Cuando regresamos al cuarto, no pude contener mi sorpresa, en la sala se encontraban 5 personas además de Tito y su padre
Muy bien perras, estos son unos buenos amigos
Los hombres desconocidos eran de edad madura, entre 35 y 50 años, sin nada que resaltar en ellos, sus vergas como vimos después, eran de tamaño regular, ni muy grandes ni muy pequeñas, y se veian aseados y educados, aunque algo que tenian en comun era esa mirada de morbo, de lujuria, y más aún al ver salir dos hembras cachondas y vestidas para coger como lo eramos en ese momento mi madre y yo. Ya habiamos coqueteado con los señores del bar, pero esto? ahora debía dejarme follar por desconocidos por órdenes del maldito gordo y su padre? Esto ya era demasiado para mí, pero recordé la frase que nos dijeron al salir
— A partir de aqui, quiero que se olviden de su vida y sus complejos, todo este fin de semana nos pertenecen y van a hacer todo lo que les ordenemos, entendido? No quiero escuchar ninguna queja —
Por lo que, resignada, solo sonreí estupidamente y me acerqué al grupo, dejando que ellos tomaran la iniciativa. De inmediato, varios se pusieron de pie llevandonos al centro del cuarto. Ellos nos tocaban las tetas y el culo mientras nosotras les quitábamos la ropa interior. Luego de un par de minutos, mi madre y yo estábamos semidesnudas, arrodilladas en el piso mamando pollas.

Entre tres sujetos tomaron a mi madre y Tito sujetó sus nalgas fuertemente con ambas manos, tras lo cual la recostaron sobre la mesa. Otro hombre con poco cabello le sujetó de las manos poniéndolas sobre su cabeza y luego le abrió las piernas todo lo que pudo. Sus manos comenzaron a acariciarla y a recorrerla por todas partes de su cuerpo. Uno le tocaba las tetas y el otro le tocaba el clítoris. Luego otro sujeto se puso a comerle las tetitas mordiéndolas, mordiendo sus pezones, succionandolos hasta hacerle doler. Mi madre gemía. Un tipo más se acercó y comenzó a comerle el coño. Y enseguida otro tipo le metió su polla en la boca. Por un rato ambos se turnaron para usar el cuerpo de mi madre, hasta que uno le abrió el coño y le metió su polla. Ella gimió con fuerza y él comenzó a follarla duramente mientras ella mamaba la polla del otro.
Luego se turnaron para follarla por el coño alternadamente, mientras uno se pasaba para que le mamaran su erecto miembro, otro se follaba a mi madre, y luego intercambiaban. Eso hasta luego de que pusieron a mi madre en cuatro dándoles la espalda le abrieron sus piernas y le metieron un dedo y luego dos en el culo. Mi madre empezó a gemir de dolor, pero ellos no le hicieron caso. El sujeto que tenía detrás le escupió dentro del culo y de repente le metió su polla de golpe. La polla del tipo solamente entró unos centímetros tras lo cual él dijo, “lo tienes muy apretadito”. Siguió empujando hasta que pronto el culo de mi madre comenzó a ceder y el tipo comenzó a incrementar la velocidad para follarle el culo. Con el tiempo los gemidos de dolor de mi madre fueron pasando a gemidos de placer. En un momento ella llegó al orgasmo, mientras el hombre no dejaba de follarse ese culo a todo lo que daba.
El padre de Tito y los dos tipos que restaban se dirigieron a donde yo observaba la brutal enculada de mi madre y no tardé en estar recostada mamando su polla y con el coño abierto, en el que introducía hasta tres dedos encharcando toda mi zona. Entonces, otro sujeto moreno se levantó, colocó su polla en la entrada de mi coño y empezó a empujar. Fueron varios minutos que él estuvo con su mete-saca. Unos momentos después, yo me corrí, el tipo sacó su polla y me golpeó con su mastil duro en la cara y en las tetas, luego de eso me agarró de las caderas y empezó a penetrarme con fuerza. Poco a poco fue subiendo el nivel de intensidad de la penetración de tal manera que al poco tiempo yo no dejaba de gimotear como puta.


En otra parte de la sala mi madre estaba en cuatro patas. Tito la penetraba analmente y ella solo se bamboleaba, moviendo sus tetas. El movimiento del que la follaba era tan fuerte que se escuchaba el golpeteo de sus testículos contra las nalgas de mi madre. De repente Tito dejó de bombear; y sin sacar su miembro comenzó a introducir sus dedos en el ano de mi madre.Mi madre arqueó su espalda como si la partieran en dos. Poco a poco la polla y los dedos de Tito se introdujeron hasta donde pudo. Ella gritó con fuerza, y Tito empezó a entrar y salir del culo gozando, cogiendo a mi madre por las caderas mientras sus dedos abrían el ano de mi madre hasta límites insospechados.
Yo mientras tanto no soporté más ver a mi madre en ese estado de excitación y empujando al padre de Tito, me quedé montada encima del moreno que estaba acostado de espaldas en el suelo. Tenía la polla clavada en mi raja y comencé a subir y bajar. Con pequeños movimientos fui ayudando a que lentamente esa enorme polla fuera desapareciendo dentro de mi vagina. Una vez que la polla entró completamente, el moreno empezó a bombearme la concha. Me bombearon por un buen rato, hasta que me corrí.


Tito continuaba clavando su polla por el culo de mi madre, luego de unos cuantos bombeos el gordo se salió, y penetrandola por la vagina comenzó a correrse dentro por lo que le mantuvo clavada la polla hasta el fondo del coño de mi madre mientras se lo llenaba de semen. Después de estar unos segundos inmóvil, el gordo le saco la polla del coño y ella entonces con sus manos se abrió la vagina y expulsó el semen derramado dentro. Luego se dio vuelta y le pasó la lengua a las cabezas de las pollas que tenía a su alcance, lamiendo también el resto del semen que salía de su vagina. Después de eso el tipo calvo, nos colocó en paralelo en cuatro patas y nos penetraba alternativamente por el coño y el culo de forma brusca haciéndonos gritar de placer. Mi madre gritaba que la follaran más, llegando al orgasmo penetrada vaginalmente por un sujeto velludo, cuando este se vino dentro de ella, dándole su semilla para fertilizarla.
Luego de eso nos tomamos un descanso. Mientras bebían uno de los tipos nos pidió que hicieramos una escena lésbica. Entonces mi madre se me acercó, se inclinó y metió su cara entre mis tetazas y empezó a lamerme los pezones y a llenármelos de saliva. Después se acostó en el suelo y me invitó a hacer un 69, así que fui a sentarme sobre su cara. Mi madre lamía mi coño con ganas. A mí me encantó y empecé a frotar mi pubis en su cara. En un momento no aguante más y empapé a mi madre con mis jugos.

Hasta entonces ella dejó de comerme el coño. A pesar del orgasmo yo estaba tan cachonda que pedía más a gritos. Entonces mi madre me dió la vuelta y me hizo ponerme en cuatro con el coño apuntando hacia su cara e invitó a uno de los tipos que veía atento y tenía el miembro a reventar para que se acercara. Mi madre le masturbó la polla y después le dijo, métesela entera en el culo. Entonces el tipo acercó la punta de la polla a mi culo. Yo ya tenía el ano bien dilatado de las enculadas anteriores, así que al primer empujón me entró un tercio de polla. Yo enseguida empecé a mover las caderas para atrás como para penetrarme yo misma. Mientras, mi madre se acomodó por debajo y empezó a lamerme el clítoris. Una vez el sujeto llegó a meterme la polla por completo y se puso a bombearme yo me corrí. Entonces mi madre empezó a meter sus dedos en mi coño. Pronto mi madre ya tenía cuatro de sus dedos dentro de mi coño, y el sujeto me enterraba la polla por el culo hasta donde podía. Entonces lancé un grito muy profundo teniendo otro orgasmo.


Un tipo más se unió a la fiesta, haciendo que mi madre le chupara su pija a medio crecer. Mi madre comenzó a chupar con desesperación. Él le sujetaba la cabeza y trataba de meterle la polla hasta la garganta causándole arcadas. Gruesos hilos de saliva resbalaban por los labios de mi madre. Así estuvieron varios minutos. Él la sujetaba de la cabeza y no le dejaba sacar la polla de la boca.
Yo por mi parte me puse apoyada en las de espaldas de Tito. El gordo empezó a metérmela por el culo, y yo estaba tan lubricada que no me costó tener toda su enorme polla en los intestinos. El gordo me folló durante un buen rato. La polla no encontraba resistencia y a veces salía completamente y volvía a entrar como si el culo fuera mi vagina. Ambos, padre e hijo tenían una auténtica obsesión por encularnos. Nuestros intestinos estaban tan relajados que podian follarnos salvajemente. Nuevamente antes de venirse fueron a clavarla en mi madre y llenarle de semen la vagina hasta un punto tal que ya no le entraba más. El semen sobrante se le salía resbalando por sus piernas y yo me acercaba para lamerlo. Poco a poco ellos y nosotras fuimos quedando exhaustos.
Las dos nos quedamos un rato en los sillones para recuperar fuerzas. Todos bebimos algunas bebidas energizantes. Pasaron unos cuarenta minutos platicando de cosas triviales. Era curioso, yo seguía con ganas de follar, quería que al menos se vinieran dentro de mi una vez. Entonces me puse en cuatro sobre el colchón y les dije a nuestros machos que me follaran por el culo o el coño, según prefirieran. El padre de Tito fue el primero. Me arrodillé frente a él y empecé a comérsela. Cuando estuvo listo me puse en cuatro. Mientras me enculaba yo llegue al orgasmo y él se corrió dentro de mí.



En eso volteo y veo a el tipo calvo que estaba acostado en el piso sonriéndome de forma perversa, así que fui y me clavé toda la polla en el coño. Mientras su padre dijo
- A ver cuánto aguanta la puta- y me metió su polla en el culo. Yo grité de dolor y placer y comencé a disfrutar de la doble penetración. Luego de unos minutos el viejo se salió de mi culo y se pasó al frente para que le chupara el miembro. lo mamé por un buen rato sin dejar de cabalgar sobre el calvo. El tipo detuvo mis sentones y acomodó su miembro apuntando hacia mi culo hasta que me penetró salvajemente hasta el fondo. Me sacaba la polla por completo y la volvía a meter violentamente hasta el fondo una y otra y vez. Mientras me decía
- Que culo tan rico tienes nena-. Yo gritaba como poseída mientras el calvo me golpeaba las nalgas hasta dejarlas rojas.
- Por favor, no se salgan. Llenenme de leche. Bañenme en su semen. Después de un buen rato, el calvo se corrió dentro de mi culo. Yo estaba feliz de al fin sentir su leche dentro de mí.
Llamaron a mi madre para que se colocara en el lugar del calvo, y sentándome sobre ella, dejé que me comiera el culo y se comiera todo el semen de su interior. Mientras otro de los tipos no se iba a quedar atrás. Le sobaba la polla y jugaba con su glande. El viejo estaba muy caliente y casi me ahogó con su dura y caliente polla metiéndomela en un solo empujón en la boca. Entre las arcadas que me provocó, después de unos minutos se corrió dentro de mi garganta, ordenándome que bebiera hasta la última gota. Yo obedecí sumisamente pasándome la lengua por los labios para que no quedara ningún rastro de semen.
Después de la ronda de enculadas mi madre y yo fuimos caminando con pasos cortos al baño. Yo sentía como el semen me corría entre las piernas cayendo hasta el suelo y cómo de abierto tenía el culo. En el baño las dos evacuamos el semen restante. Al regresar comimos algo, y una hora después, mientras ellos se encontraban sentados en la sala, pude ver qué ya estaban listos para seguir así que me arrodillé en un sillón y comencé a mamarle la polla al tipo moreno. Mi madre hizo lo mismo con el tipo de al lado, que tenía el miembro apuntando hacia arriba. Ella no lograba meterse la polla entera en la boca. Después de unos minutos, se intercambiaron por el tipo que quedaba a la derecha. Mientras las pollas cambiaban ellos nos agarraban de la cabeza para aumentar la velocidad, mientras nos pellizcaban las tetas. Asi estuvieron por mas de media hora donde mi quijada me dolía de tanto tenerla abierta. Mi madre entonces puso a un tipo en el suelo y lo montó. De un sentón se clavó el miembro entero y a los pocos minutos se corrió muy fuertemente, mojando las piernas del sujeto.

Aprovechando la posición Tito se acomodó atrás de mi madre y le enterró su polla en el culo. Al poco tiempo el gordo no aguantó más y llenó de semen el culo de mi madre. Ella llegó al orgasmo cuando el que la follaba por el coño descargó todo su semen caliente dentro de ella.
Luego de eso el padre de Tito le pidió que se cambiara y se montara encima de otro de los sujetos y se abriera los labios vaginales todo lo que pudiera y metió su polla sin dejar que la del tipo de abajo se saliera. Mientras la follaban a dúo le dice aguanta mamita y haciendo un esfuerzo metió su polla en el coño también. Mi madre gritaba y gemía y sus piernas temblaban al tener dos miembros dentro de su vagina. Así tuvo un orgasmo. Ellos siguieron follándola hasta que se corrieron y dejaron a la pobre desvanecida tirada en un sillón. Mi mamá estaba tan caliente como yo, al poco rato la volví a ver como le mamaba el miembro al otro sujeto, mientras que el moreno me dedeaba mi coño. el estar viendo a mi propia madre comportarse de esa manera fue algo tan morbosamente excitante, que no podía creer lo que veía a medida que el moreno comenzó a penetrar mi coño con su verga, yo veía como mi mamá dejó que el padre de Tito le diera por el culo, o por lo menos eso me pareció a mi. Mi mamá chillaba, gemía, y actuaba como toda una puta, y yo por mi parte no creo que me haya quedado atrás. Era excitante observarla en esa posición, viendo sus tetas bambolearse y su culo levantado hacia afuera. Ya que después de un buen rato de estar haciendo de todo, una vez que llegué al orgasmo, cerré los ojos tratando de descansar un poco.
Una vez terminaron con mi madre el padre de Tito se me acerca con su polla dura y me dice abre la boca putita. Abrí mi boca, empecé a mamar la polla. Tito también se acerca y trataba de meterme también su polla por la boca. No caben les susurré, una a una porque son tan gruesas que las dos no me caben en la boca. Así estuve mamándoselas por un buen tiempo hasta que el padre me pide que me ponga en cuatro, lo cual hice. Tras lo cual me ensartó la polla hasta el fondo del culo de un solo empujón, mientras su hijo se quedó al frente para que mientras me enculaban le mamara la polla. Su padre me daba por el culo me la clavaba hasta el fondo y me la sacaba por completo, una y otra vez, como si quisiera atravesarme y sacármela por la boca. En un momento al que mamaba me da una bofetada y me dice puta golosa, no dejes de mamar. Los dos me follaron intensamente por un buen rato mientras que yo terminé en un orgasmo intenso. Una vez estos dos hombres sacaron sus miembros de mi boca, me propusieron hacer una doble penetración vaginal. Yo estaba exhausta, pero acepté. Uno de ellos me acostó boca arriba e hizo que levantara mis piernas apoyando mis rodillas en mi pecho. Me metió la polla abriéndome las nalgas exageradamente con sus manos. Entonces vino el segundo y de inmediato metió su polla junto con la del primero por completo dentro de mi dilatada vagina. Por primera vez en la noche grité de dolor sumamente fuerte y no de placer. Pero les pedí que no parasen, que me rompieran el coño. Después de unos minutos, ellos lograron meter las dos pollas enteras dentro de mi coño. Yo les pedía que siguieran y así lo hicieron hasta correrse ambos dentro de mi vagina. Después de correrse el tamaño de sus pollas se redujo y uno de ellos no pudo evitar que su polla se saliera de mi pucha. Los hombres consiguieron que me corrieran durante la doble penetración y se corrieron dentro de mi vagina, dejándome bañada en leche. Cuando sus pollas liberaron mi agujero, mis piernas temblaban y mis ojos estaban desorbitados, se me escurrían las lágrimas. Mi madre que observaba todo visiblemente excitada, corrió a devorarme el coño para extraer los restos del semen de nuestros machos.


No sé cuánto tiempo estuve durmiendo. Oí como uno de ellos entró nuevamente en la habitación, pero no tuve ni fuerza para mirarlo. Intuí que ciertamente no habían terminado conmigo. Sabía que iba a ser su juguete para follar por toda la noche, ¡Y estaba más que dispuesta! Alguien se arrodilló frente a mí y levantó mis piernas tomándolas por la parte de atrás de mis rodillas. Su polla estaba de nuevo erecta y claramente estaba ansioso por follarme de nuevo. Esta vez lo hizo más suave y lentamente, pero con firmeza, asegurándose de que cada vez que empujaba su polla dentro de mi pequeño y apretado coño los gemidos se escaparan de mi garganta. Siguió por varios minutos antes de sentir los espasmos y el semen caliente dentro de mi coño. Luego de esto, mi amante salió y me dejó dormir otro rato.

No desperté hasta sentir a alguien empujando su miembro erecto en mi boca. Me forzaron a inclinar el torso y tomándome con la mano derecha su falo erecto lo introdujeron en mi boca. Semidormida, rodee con mis labios la polla, lamiéndola suavemente, a la vez que mi lengua recorría parte del tronco de la polla. Luego pude sentir como una mano hurgaba con sus dedos dentro de mi coño, el cual empezó a mojarse. No duró mucho, cuando sentí que me levantaban una pierna para dejarme expuesta, y abriéndome las nalgas con ambas manos, me penetraron por el culo. Lo hacían con movimientos veloces arrancándome una mezcla de gemidos y de dolor. Luego el hombre se incorporó mientras me sujetaba por las piernas y me seguía enculando. y con embestidas casi brutales la metía hasta el fondo. Ya para esa hora de la noche no sentía ya nada, solo me abandonaba a sentir las penetraciones y luego caía dormida

Luego de un buen rato sentí a alguien subirse a la cama y se pasó detrás mío. No sabía quién era pero se acercó a mi oído y me susurró que me pusiera de cucharita y le dejara mi culo libre. Yo estaba semi dormida y sin saber quién de los siete machos me lo había pedido lo hice. Pronto sentí un miembro erecto posarse detrás de mí y empezó a follarme el culo de forma salvaje, me dolía muchísimo, pero estaba tan cansada que no hice nada más que apretar los dientes y gemir sin descanso. Metía y sacaba una y otra vez, mientras me tocaba los senos. Apenas y sentí las contracciones y su verga hinchándose corriéndose dentro de mí.
Así, toda la noche se alternaron hora tras hora para cogerme una y otra vez. Y supongo que también lo hacían con mi madre. Esa noche entre los siete sujetos nos follaron lo que nunca antes en toda mi vida e hicieron conmigo cuanto se les ocurrió, aunque para entonces yo solo me abría de piernas, levantaba el culo o abría la boca y me movía con dificultad hasta la posición que ellos me pedían y les dejaba hacer sin oponerme a nada. A ellos no les importaba si yo lo gozaba o no. Para ellos yo solamente era la puta en turno de esos días, un mero juguete sexual, una muñeca de carne para su placer, su hembra para inseminar y preñar, la funda para sus miembros. Cuando desperté, no había nadie, mi vagina me ardía y mi culo se sentía totalmente lleno y dilatado. Fui al baño a orinar y hasta ahí me di cuenta que me habían dejado unas bolas anales dentro, quién sabe desde cuándo. Regresé a la cama para irme a dormir. Ni siquiera me bañé. Me acosté y dejé que el semen fresco resbalara por entre mis piernas saliendo de mi. Me sentía una mujer sucia, depravada, una puta perra, pero muy, muy satisfecha. Antes de darnos cuenta el fin de semana acabó y tuvimos que regresar a nuestra vida diaria .
Esto no es todo puta, en cuanto regresemos todos los días vas a ir a mi casa, le decía el padre de Tito a mi madre, para que te llenemos de leche a diario, yo por la mañana y mi hijo en la tarde. Ya sabrás tu que pretexto le pones al cornudo de tu marido para venir a darnos ese culazo que tienes. También vas a tomar pastillas de fertilidad a diario, y vamos a seguir esto por las siguientes semanas, no puedo esperar a que quedes preñada y te follemos por los siguientes meses mientras tu panza y tus tetas crecen día con día. Te vamos a ordeñar a diario. Vas a ser nuestra vaca lechera. Y de vez en cuando vas a tener que atender a nuestros amigos, que quedaron muy complacidos con ustedes.
Continúa
-¿Estás lista para volver a gozar de tus machos a la vez?
Tito levantó a mi madre y la colocó de espaldas apoyándole la polla en su cola y, mientras yo miraba a su padre, metió su mano por debajo de su entrepierna y con habilidad metió dos dedos en la concha de mi madre. La cara de ella se transformó y su sonrisa no podía ser más lasciva, yo podía verlo en la cabecera de la cama como pasaba frente a mí, aún con las manos atadas; le dijo a su padre
— Mira lo caliente que está, para que la follemos toda la noche a esta putita— y su padre sonreía diciendo — bien satisfechos nos va a dejar—
El padre de Tito sacó su polla y subiéndose a la cama, me la apuntó a mi barbilla. Su polla era bien gorda y bastante larga. Me puse a chuparla con emoción, intentando hacerlo lo mejor posible, sin apoyar los dientes, solo un poquito, lo que lo hacía temblar de placer, con mi lengua recorría la cabeza y le daba lengüetazos de arriba hacia abajo, llegando hasta sus bolas, como si fuera un helado. Lo miraba y él me miraba y me decía lo linda zorra que era, y lo bien que se la chupaba. Con algo de esfuerzo pude zafarme una de las manos, y sostener ese enorme miembro para poder devorarlo mejor. Con la punta de la lengua acariciaba sus pelotas sin dejar nunca de masturbarlo con la mano. Estaba haciéndolo bastante bien por que me pidió que parara sino me iba a acabar en la cara, y aún faltaba mucha noche para mi.


Sujetando mi mano libre, volvió a pasarla por detrás, asegurando que quedara mas apretada,y me pidió que me quedara ahí sentada y disfrutara como se follaban duro a mi madre. Luego vi como él y Tito se turnaban para follarla por todos lados. Me calentó mucho verla gritar, como se la follaban entre los dos en turnos, cada polla entraba y salía mientras el otro la sostenía y acariciaba o mordía. Era lo que yo quería que me hicieran también. Comencé a apretar mis piernas, intentando liberar mis brazos. Conseguí soltarme una mano y de inmediato la pasé por sobre mis labios vaginales y Tito, viéndome se rió y me sonrió. Me pidió separar bien mis piernas, y mientras yo disfrutaba mirando a mis madre siendo follada recostada en un extremo del colchón, calentándome aún más, Tito se acercó para pellizcar mis pezones, a la vez que me mordía furiosamente los labios, introducía su lengua lo mas adentro que podía y yo, moviendo mis dedos rápidamente sobre mi clítoris, me hizo acabar por segunda vez.
Estiré la mano y sentí la polla de Tito totalmente dura, y su padre le dijo.
— follémosla los dos que vas a ver como le gusta— Su padre se separó de mi madre y Tito me dejó alli y se tiró a lo largo del colchón. Mi madre rápidamente se puso encima de él, tomó con sus manos ese enorme miembro y echó sus nalgas para atrás. Por como se retorció, intuí que metió toda su polla adentro y la sujetó fuerte abriendo bien sus piernas.
Escuché como el padre de Tito se escupía la polla y apuntó hacia su colita y de un empujón un poco bruto la metió toda completa hasta las bolas.



Mi madre gritó del dolor pero ellos, sin siquiera escucharla, comenzaron a guiarla en un ritmo constante; cuando el padre la metía por la cola, su hijo se levantaba un poco y sacaba la suya de la concha, para luego meterla bien a fondo.
Así, de a poco, los dos fueron sincronizando el ritmo hasta que al mismo tiempo los dos follaban cada vez más rápido mientras yo gritaba de placer que por favor me cogieran a mi también mientras me masturbaba furiosamente.
Metiéndole los dos a la vez sus pollas bien duras. Mi madre gemía que sentía que estaba bien llena y lucía como toda una puta. Acariciaban y apretaban sus pezones aumentando un poco más el placer. Hasta que en un momento los tres acabaron simultáneamente, noté como sus penes calientes la llenaban toda y luego veía su semen bajando por los muslos de mi madre. Luego la dejaron caer satisfechos y se dirigieron a dónde estaba yo, masturbándome furiosamente.
Yo besé y limpié sus pollas con entusiasmo hasta que quedaron limpias…


Ellos me dijeron que iban a gozar follando a una nenita tan linda y puta como yo….Mi cuerpo se estremeció. Ahora era mi turno. Tomé el miembro de su padre que era el que tenía más cerca y lo mamé con ansias y desesperación.
— Eso es zorra, mámasela bien a mi papá y abre bien este culo para mi—
— Eso es, dale a base de bien, rómpeselo, y tu putita cómemela como tu sabes, mmmmm que bien joder, eres una puta diosa—
Los tres parecíamos que íbamos a estallar de un momento a otro, pero fue Tito quien ya sentía la necesidad de correrse, y así fue, comenzó a darme unas embestidas que hacían que todo mi cuerpo se menease. Yo se la mamaba a su padre cada vez más rápido, ya que deseaba que los dos se corrieran a la vez, pero era una tarea difícil y no lo conseguí. De repente Tito empezó a correrse dentro de mi culo, echando toda su leche en mi trasero y dejando escapar algunas gotas. Quedó detrás de mí con la polla en mi culo durante unos segundos mientras su padre usaba mi boca a su antojo, no lo podía creer, aún podía estar cachonda, después de la nochecita que llevaba. No aguanté más y estallé en un orgasmo que se convirtió en un grito ahogado ya que la polla de su padre me impedía gritar. Fue cuando el viejo comenzó a echar toda su leche en mi boca, ya la corrida no era tan abundante por todas las corridas anteriores, pero fue suficiente como para llenar mi boca. La tragué con mucho gusto y Tito me sacó la verga de mi culo. Me quedé entre sentada y recostada en el suelo.


— Ahora dime qué eres una guarra, dime que eres nuestra puta —
Yo comencé a gritar y repetir todo lo que me decía, que era una guarra, que solo era una puta, tanto del padre como del hijo, que me follaran como una prostituta barata, que me hicieran gemir como una perra, que estaba ahí justo para ser usada como ellos quisieran, que mi culo, mi boca, mis tetas y mi coño solo servían para que me lo llenarán de semen, dije todas esas frases y todas las que se me ocurrieron. Ellos siguieron entrando y saliendo de mi coño y culo y haciéndome gozar para luego pasarse a la vagina de mi madre y vaciar su esperma dentro uno tras otro.
Luego de tan terrible orgasmo, solo pude cerrar los ojos. Dimos por concluida esa noche, para ser la noche de apertura estuvo bastante bien. Ya veríamos mañana que se les ocurría a nuestros machos.
Al dia siguiente nos cambiamos por unos vestidos más largos de color rosa, pero que nos hacian lucir nuestras piernas. Paseamos por la zona turística tomados de la mano, parecíamos un par de parejas normales, si la gente supiera lo que pasaba en la intimidad.
Fuimos a comer algo a un restaurante, el muchacho que nos atendió fue educado, pero se quedó mirando mis senos por el escote de mi vestido. Esto en lugar de molestar al gordo de Tito le causó gracia, y dirigiéndose a mi madre y a mí, nos dijo que cuando el mesero volviera, debíamos mostrarle un poco de piel y excitarlo. Cuando volvió con los platos que habíamos pedido, mi madre se subió un poco la falda y cruzó las piernas lenta y maliciosamente para atraer la vista del mesero hacia ella, éste se puso nervioso y según servía el agua en los vasos se le derramó un poco en mi lugar, salpicando un poco mi vestido, yo, al sentir el líquido abrí las piernas por movimiento reflejo y el joven pudo ver el inicio de mi ropa interior. Más nervioso de lo que ya iba, pidió perdón muy apenado y dijo que dejara que la ayudara, cogiendo una servilleta empezó a secar el lugar, y el vestido aprovechando para rozar con el dorso de la mano un poco de mi entrepierna. Mi madre ya estaba las piernas abiertas enseñaba con todo detalle el coño depilado, el chico se entretuvo un poco más de la cuenta secándome y se marchó con una erección que no podía ocultar.
Cuando terminamos el primer plato me di cuenta que desde una mesa alejada un grupo de señores no dejaba de mirar las piernas de mi madre, decidí sumarme a la tarea y darles la mejor visión aprovechando que los manteles de las mesas son cortos y desde lejos se veía todo, puse una sobre las piernas de mi madre y subí un poco su falda, la dije que abriera las piernas pues desde enfrente no le quitaban ojo y deslicé mi mano por entre sus piernas, acariciando un poco su monte y deslizando un dedo a la entrada de su coño, mientras con mi otra mano metía mis dedos en mi vagina. Los señores estaban embobados mirando y sin hacer caso de la cena, estando en esa situación apareció el camarero con los segundos platos, seguro que no daba crédito a lo que estaba pasando. Tito y su padre solo veían divertidos las reacciones de los demás.

Cuando estábamos ya por terminar el segundo plato, Tito recibió una llamada, y entre saludos, me llamó la atención una frase que mencionó.
Ah que bien ya están allá, en un momento vamos
Salimos del restaurante calientes por lo que acabábamos de hacer, y para empeorar las cosas, en el camino Tito y su padre nos dieron una buena manoseada. Pensaba que nos iban a coger apenas llegaramos al departamento, pero en su lugar se dirigieron a una casa a orillas del lugar. Estábamos solas por lo que nos pidieron que nos cambiaramos, nos arreglaramos y salieramos para empezar a coger. Entonces empezamos a quitarnos toda la ropa, mi madre y yo nos pusimos unas batas, nos colocamos unas medias blancas a media pierna, unas tangas, tacones de 10cm de alto, sin sostén y salimos al encuentro de nuestro par de machos. Estábamos preparadas para coger como animales hasta que anocheciera.
Cuando regresamos al cuarto, no pude contener mi sorpresa, en la sala se encontraban 5 personas además de Tito y su padre
Muy bien perras, estos son unos buenos amigos
Los hombres desconocidos eran de edad madura, entre 35 y 50 años, sin nada que resaltar en ellos, sus vergas como vimos después, eran de tamaño regular, ni muy grandes ni muy pequeñas, y se veian aseados y educados, aunque algo que tenian en comun era esa mirada de morbo, de lujuria, y más aún al ver salir dos hembras cachondas y vestidas para coger como lo eramos en ese momento mi madre y yo. Ya habiamos coqueteado con los señores del bar, pero esto? ahora debía dejarme follar por desconocidos por órdenes del maldito gordo y su padre? Esto ya era demasiado para mí, pero recordé la frase que nos dijeron al salir
— A partir de aqui, quiero que se olviden de su vida y sus complejos, todo este fin de semana nos pertenecen y van a hacer todo lo que les ordenemos, entendido? No quiero escuchar ninguna queja —
Por lo que, resignada, solo sonreí estupidamente y me acerqué al grupo, dejando que ellos tomaran la iniciativa. De inmediato, varios se pusieron de pie llevandonos al centro del cuarto. Ellos nos tocaban las tetas y el culo mientras nosotras les quitábamos la ropa interior. Luego de un par de minutos, mi madre y yo estábamos semidesnudas, arrodilladas en el piso mamando pollas.

Entre tres sujetos tomaron a mi madre y Tito sujetó sus nalgas fuertemente con ambas manos, tras lo cual la recostaron sobre la mesa. Otro hombre con poco cabello le sujetó de las manos poniéndolas sobre su cabeza y luego le abrió las piernas todo lo que pudo. Sus manos comenzaron a acariciarla y a recorrerla por todas partes de su cuerpo. Uno le tocaba las tetas y el otro le tocaba el clítoris. Luego otro sujeto se puso a comerle las tetitas mordiéndolas, mordiendo sus pezones, succionandolos hasta hacerle doler. Mi madre gemía. Un tipo más se acercó y comenzó a comerle el coño. Y enseguida otro tipo le metió su polla en la boca. Por un rato ambos se turnaron para usar el cuerpo de mi madre, hasta que uno le abrió el coño y le metió su polla. Ella gimió con fuerza y él comenzó a follarla duramente mientras ella mamaba la polla del otro.
Luego se turnaron para follarla por el coño alternadamente, mientras uno se pasaba para que le mamaran su erecto miembro, otro se follaba a mi madre, y luego intercambiaban. Eso hasta luego de que pusieron a mi madre en cuatro dándoles la espalda le abrieron sus piernas y le metieron un dedo y luego dos en el culo. Mi madre empezó a gemir de dolor, pero ellos no le hicieron caso. El sujeto que tenía detrás le escupió dentro del culo y de repente le metió su polla de golpe. La polla del tipo solamente entró unos centímetros tras lo cual él dijo, “lo tienes muy apretadito”. Siguió empujando hasta que pronto el culo de mi madre comenzó a ceder y el tipo comenzó a incrementar la velocidad para follarle el culo. Con el tiempo los gemidos de dolor de mi madre fueron pasando a gemidos de placer. En un momento ella llegó al orgasmo, mientras el hombre no dejaba de follarse ese culo a todo lo que daba.
El padre de Tito y los dos tipos que restaban se dirigieron a donde yo observaba la brutal enculada de mi madre y no tardé en estar recostada mamando su polla y con el coño abierto, en el que introducía hasta tres dedos encharcando toda mi zona. Entonces, otro sujeto moreno se levantó, colocó su polla en la entrada de mi coño y empezó a empujar. Fueron varios minutos que él estuvo con su mete-saca. Unos momentos después, yo me corrí, el tipo sacó su polla y me golpeó con su mastil duro en la cara y en las tetas, luego de eso me agarró de las caderas y empezó a penetrarme con fuerza. Poco a poco fue subiendo el nivel de intensidad de la penetración de tal manera que al poco tiempo yo no dejaba de gimotear como puta.


En otra parte de la sala mi madre estaba en cuatro patas. Tito la penetraba analmente y ella solo se bamboleaba, moviendo sus tetas. El movimiento del que la follaba era tan fuerte que se escuchaba el golpeteo de sus testículos contra las nalgas de mi madre. De repente Tito dejó de bombear; y sin sacar su miembro comenzó a introducir sus dedos en el ano de mi madre.Mi madre arqueó su espalda como si la partieran en dos. Poco a poco la polla y los dedos de Tito se introdujeron hasta donde pudo. Ella gritó con fuerza, y Tito empezó a entrar y salir del culo gozando, cogiendo a mi madre por las caderas mientras sus dedos abrían el ano de mi madre hasta límites insospechados.
Yo mientras tanto no soporté más ver a mi madre en ese estado de excitación y empujando al padre de Tito, me quedé montada encima del moreno que estaba acostado de espaldas en el suelo. Tenía la polla clavada en mi raja y comencé a subir y bajar. Con pequeños movimientos fui ayudando a que lentamente esa enorme polla fuera desapareciendo dentro de mi vagina. Una vez que la polla entró completamente, el moreno empezó a bombearme la concha. Me bombearon por un buen rato, hasta que me corrí.


Tito continuaba clavando su polla por el culo de mi madre, luego de unos cuantos bombeos el gordo se salió, y penetrandola por la vagina comenzó a correrse dentro por lo que le mantuvo clavada la polla hasta el fondo del coño de mi madre mientras se lo llenaba de semen. Después de estar unos segundos inmóvil, el gordo le saco la polla del coño y ella entonces con sus manos se abrió la vagina y expulsó el semen derramado dentro. Luego se dio vuelta y le pasó la lengua a las cabezas de las pollas que tenía a su alcance, lamiendo también el resto del semen que salía de su vagina. Después de eso el tipo calvo, nos colocó en paralelo en cuatro patas y nos penetraba alternativamente por el coño y el culo de forma brusca haciéndonos gritar de placer. Mi madre gritaba que la follaran más, llegando al orgasmo penetrada vaginalmente por un sujeto velludo, cuando este se vino dentro de ella, dándole su semilla para fertilizarla.
Luego de eso nos tomamos un descanso. Mientras bebían uno de los tipos nos pidió que hicieramos una escena lésbica. Entonces mi madre se me acercó, se inclinó y metió su cara entre mis tetazas y empezó a lamerme los pezones y a llenármelos de saliva. Después se acostó en el suelo y me invitó a hacer un 69, así que fui a sentarme sobre su cara. Mi madre lamía mi coño con ganas. A mí me encantó y empecé a frotar mi pubis en su cara. En un momento no aguante más y empapé a mi madre con mis jugos.

Hasta entonces ella dejó de comerme el coño. A pesar del orgasmo yo estaba tan cachonda que pedía más a gritos. Entonces mi madre me dió la vuelta y me hizo ponerme en cuatro con el coño apuntando hacia su cara e invitó a uno de los tipos que veía atento y tenía el miembro a reventar para que se acercara. Mi madre le masturbó la polla y después le dijo, métesela entera en el culo. Entonces el tipo acercó la punta de la polla a mi culo. Yo ya tenía el ano bien dilatado de las enculadas anteriores, así que al primer empujón me entró un tercio de polla. Yo enseguida empecé a mover las caderas para atrás como para penetrarme yo misma. Mientras, mi madre se acomodó por debajo y empezó a lamerme el clítoris. Una vez el sujeto llegó a meterme la polla por completo y se puso a bombearme yo me corrí. Entonces mi madre empezó a meter sus dedos en mi coño. Pronto mi madre ya tenía cuatro de sus dedos dentro de mi coño, y el sujeto me enterraba la polla por el culo hasta donde podía. Entonces lancé un grito muy profundo teniendo otro orgasmo.


Un tipo más se unió a la fiesta, haciendo que mi madre le chupara su pija a medio crecer. Mi madre comenzó a chupar con desesperación. Él le sujetaba la cabeza y trataba de meterle la polla hasta la garganta causándole arcadas. Gruesos hilos de saliva resbalaban por los labios de mi madre. Así estuvieron varios minutos. Él la sujetaba de la cabeza y no le dejaba sacar la polla de la boca.
Yo por mi parte me puse apoyada en las de espaldas de Tito. El gordo empezó a metérmela por el culo, y yo estaba tan lubricada que no me costó tener toda su enorme polla en los intestinos. El gordo me folló durante un buen rato. La polla no encontraba resistencia y a veces salía completamente y volvía a entrar como si el culo fuera mi vagina. Ambos, padre e hijo tenían una auténtica obsesión por encularnos. Nuestros intestinos estaban tan relajados que podian follarnos salvajemente. Nuevamente antes de venirse fueron a clavarla en mi madre y llenarle de semen la vagina hasta un punto tal que ya no le entraba más. El semen sobrante se le salía resbalando por sus piernas y yo me acercaba para lamerlo. Poco a poco ellos y nosotras fuimos quedando exhaustos.
Las dos nos quedamos un rato en los sillones para recuperar fuerzas. Todos bebimos algunas bebidas energizantes. Pasaron unos cuarenta minutos platicando de cosas triviales. Era curioso, yo seguía con ganas de follar, quería que al menos se vinieran dentro de mi una vez. Entonces me puse en cuatro sobre el colchón y les dije a nuestros machos que me follaran por el culo o el coño, según prefirieran. El padre de Tito fue el primero. Me arrodillé frente a él y empecé a comérsela. Cuando estuvo listo me puse en cuatro. Mientras me enculaba yo llegue al orgasmo y él se corrió dentro de mí.



En eso volteo y veo a el tipo calvo que estaba acostado en el piso sonriéndome de forma perversa, así que fui y me clavé toda la polla en el coño. Mientras su padre dijo
- A ver cuánto aguanta la puta- y me metió su polla en el culo. Yo grité de dolor y placer y comencé a disfrutar de la doble penetración. Luego de unos minutos el viejo se salió de mi culo y se pasó al frente para que le chupara el miembro. lo mamé por un buen rato sin dejar de cabalgar sobre el calvo. El tipo detuvo mis sentones y acomodó su miembro apuntando hacia mi culo hasta que me penetró salvajemente hasta el fondo. Me sacaba la polla por completo y la volvía a meter violentamente hasta el fondo una y otra y vez. Mientras me decía
- Que culo tan rico tienes nena-. Yo gritaba como poseída mientras el calvo me golpeaba las nalgas hasta dejarlas rojas.
- Por favor, no se salgan. Llenenme de leche. Bañenme en su semen. Después de un buen rato, el calvo se corrió dentro de mi culo. Yo estaba feliz de al fin sentir su leche dentro de mí.
Llamaron a mi madre para que se colocara en el lugar del calvo, y sentándome sobre ella, dejé que me comiera el culo y se comiera todo el semen de su interior. Mientras otro de los tipos no se iba a quedar atrás. Le sobaba la polla y jugaba con su glande. El viejo estaba muy caliente y casi me ahogó con su dura y caliente polla metiéndomela en un solo empujón en la boca. Entre las arcadas que me provocó, después de unos minutos se corrió dentro de mi garganta, ordenándome que bebiera hasta la última gota. Yo obedecí sumisamente pasándome la lengua por los labios para que no quedara ningún rastro de semen.
Después de la ronda de enculadas mi madre y yo fuimos caminando con pasos cortos al baño. Yo sentía como el semen me corría entre las piernas cayendo hasta el suelo y cómo de abierto tenía el culo. En el baño las dos evacuamos el semen restante. Al regresar comimos algo, y una hora después, mientras ellos se encontraban sentados en la sala, pude ver qué ya estaban listos para seguir así que me arrodillé en un sillón y comencé a mamarle la polla al tipo moreno. Mi madre hizo lo mismo con el tipo de al lado, que tenía el miembro apuntando hacia arriba. Ella no lograba meterse la polla entera en la boca. Después de unos minutos, se intercambiaron por el tipo que quedaba a la derecha. Mientras las pollas cambiaban ellos nos agarraban de la cabeza para aumentar la velocidad, mientras nos pellizcaban las tetas. Asi estuvieron por mas de media hora donde mi quijada me dolía de tanto tenerla abierta. Mi madre entonces puso a un tipo en el suelo y lo montó. De un sentón se clavó el miembro entero y a los pocos minutos se corrió muy fuertemente, mojando las piernas del sujeto.

Aprovechando la posición Tito se acomodó atrás de mi madre y le enterró su polla en el culo. Al poco tiempo el gordo no aguantó más y llenó de semen el culo de mi madre. Ella llegó al orgasmo cuando el que la follaba por el coño descargó todo su semen caliente dentro de ella.
Luego de eso el padre de Tito le pidió que se cambiara y se montara encima de otro de los sujetos y se abriera los labios vaginales todo lo que pudiera y metió su polla sin dejar que la del tipo de abajo se saliera. Mientras la follaban a dúo le dice aguanta mamita y haciendo un esfuerzo metió su polla en el coño también. Mi madre gritaba y gemía y sus piernas temblaban al tener dos miembros dentro de su vagina. Así tuvo un orgasmo. Ellos siguieron follándola hasta que se corrieron y dejaron a la pobre desvanecida tirada en un sillón. Mi mamá estaba tan caliente como yo, al poco rato la volví a ver como le mamaba el miembro al otro sujeto, mientras que el moreno me dedeaba mi coño. el estar viendo a mi propia madre comportarse de esa manera fue algo tan morbosamente excitante, que no podía creer lo que veía a medida que el moreno comenzó a penetrar mi coño con su verga, yo veía como mi mamá dejó que el padre de Tito le diera por el culo, o por lo menos eso me pareció a mi. Mi mamá chillaba, gemía, y actuaba como toda una puta, y yo por mi parte no creo que me haya quedado atrás. Era excitante observarla en esa posición, viendo sus tetas bambolearse y su culo levantado hacia afuera. Ya que después de un buen rato de estar haciendo de todo, una vez que llegué al orgasmo, cerré los ojos tratando de descansar un poco.
Una vez terminaron con mi madre el padre de Tito se me acerca con su polla dura y me dice abre la boca putita. Abrí mi boca, empecé a mamar la polla. Tito también se acerca y trataba de meterme también su polla por la boca. No caben les susurré, una a una porque son tan gruesas que las dos no me caben en la boca. Así estuve mamándoselas por un buen tiempo hasta que el padre me pide que me ponga en cuatro, lo cual hice. Tras lo cual me ensartó la polla hasta el fondo del culo de un solo empujón, mientras su hijo se quedó al frente para que mientras me enculaban le mamara la polla. Su padre me daba por el culo me la clavaba hasta el fondo y me la sacaba por completo, una y otra vez, como si quisiera atravesarme y sacármela por la boca. En un momento al que mamaba me da una bofetada y me dice puta golosa, no dejes de mamar. Los dos me follaron intensamente por un buen rato mientras que yo terminé en un orgasmo intenso. Una vez estos dos hombres sacaron sus miembros de mi boca, me propusieron hacer una doble penetración vaginal. Yo estaba exhausta, pero acepté. Uno de ellos me acostó boca arriba e hizo que levantara mis piernas apoyando mis rodillas en mi pecho. Me metió la polla abriéndome las nalgas exageradamente con sus manos. Entonces vino el segundo y de inmediato metió su polla junto con la del primero por completo dentro de mi dilatada vagina. Por primera vez en la noche grité de dolor sumamente fuerte y no de placer. Pero les pedí que no parasen, que me rompieran el coño. Después de unos minutos, ellos lograron meter las dos pollas enteras dentro de mi coño. Yo les pedía que siguieran y así lo hicieron hasta correrse ambos dentro de mi vagina. Después de correrse el tamaño de sus pollas se redujo y uno de ellos no pudo evitar que su polla se saliera de mi pucha. Los hombres consiguieron que me corrieran durante la doble penetración y se corrieron dentro de mi vagina, dejándome bañada en leche. Cuando sus pollas liberaron mi agujero, mis piernas temblaban y mis ojos estaban desorbitados, se me escurrían las lágrimas. Mi madre que observaba todo visiblemente excitada, corrió a devorarme el coño para extraer los restos del semen de nuestros machos.


No sé cuánto tiempo estuve durmiendo. Oí como uno de ellos entró nuevamente en la habitación, pero no tuve ni fuerza para mirarlo. Intuí que ciertamente no habían terminado conmigo. Sabía que iba a ser su juguete para follar por toda la noche, ¡Y estaba más que dispuesta! Alguien se arrodilló frente a mí y levantó mis piernas tomándolas por la parte de atrás de mis rodillas. Su polla estaba de nuevo erecta y claramente estaba ansioso por follarme de nuevo. Esta vez lo hizo más suave y lentamente, pero con firmeza, asegurándose de que cada vez que empujaba su polla dentro de mi pequeño y apretado coño los gemidos se escaparan de mi garganta. Siguió por varios minutos antes de sentir los espasmos y el semen caliente dentro de mi coño. Luego de esto, mi amante salió y me dejó dormir otro rato.

No desperté hasta sentir a alguien empujando su miembro erecto en mi boca. Me forzaron a inclinar el torso y tomándome con la mano derecha su falo erecto lo introdujeron en mi boca. Semidormida, rodee con mis labios la polla, lamiéndola suavemente, a la vez que mi lengua recorría parte del tronco de la polla. Luego pude sentir como una mano hurgaba con sus dedos dentro de mi coño, el cual empezó a mojarse. No duró mucho, cuando sentí que me levantaban una pierna para dejarme expuesta, y abriéndome las nalgas con ambas manos, me penetraron por el culo. Lo hacían con movimientos veloces arrancándome una mezcla de gemidos y de dolor. Luego el hombre se incorporó mientras me sujetaba por las piernas y me seguía enculando. y con embestidas casi brutales la metía hasta el fondo. Ya para esa hora de la noche no sentía ya nada, solo me abandonaba a sentir las penetraciones y luego caía dormida

Luego de un buen rato sentí a alguien subirse a la cama y se pasó detrás mío. No sabía quién era pero se acercó a mi oído y me susurró que me pusiera de cucharita y le dejara mi culo libre. Yo estaba semi dormida y sin saber quién de los siete machos me lo había pedido lo hice. Pronto sentí un miembro erecto posarse detrás de mí y empezó a follarme el culo de forma salvaje, me dolía muchísimo, pero estaba tan cansada que no hice nada más que apretar los dientes y gemir sin descanso. Metía y sacaba una y otra vez, mientras me tocaba los senos. Apenas y sentí las contracciones y su verga hinchándose corriéndose dentro de mí.
Así, toda la noche se alternaron hora tras hora para cogerme una y otra vez. Y supongo que también lo hacían con mi madre. Esa noche entre los siete sujetos nos follaron lo que nunca antes en toda mi vida e hicieron conmigo cuanto se les ocurrió, aunque para entonces yo solo me abría de piernas, levantaba el culo o abría la boca y me movía con dificultad hasta la posición que ellos me pedían y les dejaba hacer sin oponerme a nada. A ellos no les importaba si yo lo gozaba o no. Para ellos yo solamente era la puta en turno de esos días, un mero juguete sexual, una muñeca de carne para su placer, su hembra para inseminar y preñar, la funda para sus miembros. Cuando desperté, no había nadie, mi vagina me ardía y mi culo se sentía totalmente lleno y dilatado. Fui al baño a orinar y hasta ahí me di cuenta que me habían dejado unas bolas anales dentro, quién sabe desde cuándo. Regresé a la cama para irme a dormir. Ni siquiera me bañé. Me acosté y dejé que el semen fresco resbalara por entre mis piernas saliendo de mi. Me sentía una mujer sucia, depravada, una puta perra, pero muy, muy satisfecha. Antes de darnos cuenta el fin de semana acabó y tuvimos que regresar a nuestra vida diaria .
Esto no es todo puta, en cuanto regresemos todos los días vas a ir a mi casa, le decía el padre de Tito a mi madre, para que te llenemos de leche a diario, yo por la mañana y mi hijo en la tarde. Ya sabrás tu que pretexto le pones al cornudo de tu marido para venir a darnos ese culazo que tienes. También vas a tomar pastillas de fertilidad a diario, y vamos a seguir esto por las siguientes semanas, no puedo esperar a que quedes preñada y te follemos por los siguientes meses mientras tu panza y tus tetas crecen día con día. Te vamos a ordeñar a diario. Vas a ser nuestra vaca lechera. Y de vez en cuando vas a tener que atender a nuestros amigos, que quedaron muy complacidos con ustedes.
Continúa
0 comentarios - Vecino pervertido parte 10