Esta historia se remonta al 2015, yo vivia en Capital pero trabajaba para un municipio de la provincia de Buenos Aires.
Mi tarea consistía en asistencia social, iba a algunas villas para seguir con el verso del "estado presente". Tomabamos notas de las necesidades de la gente, haciamos gestiones, etc.
Un caluroso dia de febrero de ese año, nos tocó ir a una Villa bastante peligrosa a tal punto que tuvimos que entrar con policia, yo soy de clase media pero por el trabajo tuve que ir acostumbrandome a lidiar con esto.
No es ese barrio pero se veia mas o menos así
Con los compañeros nos dividimos las casas que ibamos a recorrer y a mi me tocó una un poco precaria cerca de un taller. Al entrar, me recibe una señora bastante amable y me hace pasar. Hasta ahi todo normal, me ofrece unos mates y miramos la tele hasta que aparece ELLA, la hija, una morocha que parecía salida de un cuento, carita divina de esas inocentes, pocas tetas pero con un CULO brutal que parecía esculpido por los dioses, ni bien la vi no le pude sacar los ojos encima, ella al toque se dio cuenta pero siguio el juego, me saludó con voz de trolita y quedo todo ahi. Nunca había salido con una villerita y tenía esa fantasía.
foto ilustrativa, no es la chica del relato
A la semana siguiente volvi a la casa hasta que me hice amigo de la madre y pude entrar más seguido.
Fue en una ocasión que llegó y la madre no estaba, me atiende. Yo sabía que era una piba con problemas, familia carenciada, el padre se borró y el hermano se la pasaba afuera metido en cosas raras. Ella me contó que tenía 19 años, estudiaba y buscaba salir de esa situación jodida. A medida que charlamos, empece a tener un poco de culpa, una nena buena onda, humilde y yo un viejo casado que me la quería re coger.
Pasa una hora y me despido asi que me acompaña a la puerta. Ni bien le digo chau ella me abraza bien fuerte y no me pude aguantar más. Nos terminamos de abrazar, la miro a los ojos y le clavo un beso infernal. Estaba jugado y ella por suerte también sentía lo mismo. Nos metimos lengua por todos lados mientras le tocaba todo ese orto escultural que tenía. Le dije "Veni" y enfilamos para la cocina de vuelta donde le empecé a chupar esas tetitas chiquitas que tenía mientras me agarraba con fuerza la pija. Ella con fuerza me tira contra una silla para que me siente y me baja el cierre del pantalon para chuparmela toda.
La pendeja estaba sacada, metió garganta profunda dos veces y la chupaba con una velocidad como si se acabara el mundo. 5 minutos despues de chupar y chupar me dice "vamos a mi pieza" . En su cuarto nos seguimos besando hasta que se empieza a sacar ropa y ahi me doy con que no tenía ningun forro. Para evitar una bendición indeseada, le pregunté si quería por la cola y con una sonrisita picarona me dijo "dale".
Ahi se la di por esa cola hermosa hasta que no di más y le tire toda la chele calentita en el cuerpo. Al salir nos despedimos y me fui feliz a seguir trabajando.
Pasaron los días y seguimos garchando incluso cuando la madre estaba en la cocina y nosotros en el baño o la habitación de ella.
Al final me harté tanto de ir a esa villa que la empece a traer a los telos de capital.
Tuve que dejar de verla porque a los pocos meses mi mujer se embarazó de nuestro tercer hijo y tuve que pasar más tiempo con ella. La pendeja me llamaba pero después se encontró un noviecito y siguio su vida.
Como la tengo en instagram cada tanto nos hablamos y fantaseamos con revivir los viejos tiempos pero yo ya estoy en otra etapa. Ella ahora vive más lejos, en Cordoba y parece que vende packs y encuentros. Yo le deseo lo mejor y nunca voy a olvidar esas tardes en su casita dandole murra hasta mas no poder. Me hizo sentir un pibe de nuevo
Mi tarea consistía en asistencia social, iba a algunas villas para seguir con el verso del "estado presente". Tomabamos notas de las necesidades de la gente, haciamos gestiones, etc.
Un caluroso dia de febrero de ese año, nos tocó ir a una Villa bastante peligrosa a tal punto que tuvimos que entrar con policia, yo soy de clase media pero por el trabajo tuve que ir acostumbrandome a lidiar con esto.
No es ese barrio pero se veia mas o menos así
Con los compañeros nos dividimos las casas que ibamos a recorrer y a mi me tocó una un poco precaria cerca de un taller. Al entrar, me recibe una señora bastante amable y me hace pasar. Hasta ahi todo normal, me ofrece unos mates y miramos la tele hasta que aparece ELLA, la hija, una morocha que parecía salida de un cuento, carita divina de esas inocentes, pocas tetas pero con un CULO brutal que parecía esculpido por los dioses, ni bien la vi no le pude sacar los ojos encima, ella al toque se dio cuenta pero siguio el juego, me saludó con voz de trolita y quedo todo ahi. Nunca había salido con una villerita y tenía esa fantasía.
foto ilustrativa, no es la chica del relato
A la semana siguiente volvi a la casa hasta que me hice amigo de la madre y pude entrar más seguido.
Fue en una ocasión que llegó y la madre no estaba, me atiende. Yo sabía que era una piba con problemas, familia carenciada, el padre se borró y el hermano se la pasaba afuera metido en cosas raras. Ella me contó que tenía 19 años, estudiaba y buscaba salir de esa situación jodida. A medida que charlamos, empece a tener un poco de culpa, una nena buena onda, humilde y yo un viejo casado que me la quería re coger.
Pasa una hora y me despido asi que me acompaña a la puerta. Ni bien le digo chau ella me abraza bien fuerte y no me pude aguantar más. Nos terminamos de abrazar, la miro a los ojos y le clavo un beso infernal. Estaba jugado y ella por suerte también sentía lo mismo. Nos metimos lengua por todos lados mientras le tocaba todo ese orto escultural que tenía. Le dije "Veni" y enfilamos para la cocina de vuelta donde le empecé a chupar esas tetitas chiquitas que tenía mientras me agarraba con fuerza la pija. Ella con fuerza me tira contra una silla para que me siente y me baja el cierre del pantalon para chuparmela toda.
La pendeja estaba sacada, metió garganta profunda dos veces y la chupaba con una velocidad como si se acabara el mundo. 5 minutos despues de chupar y chupar me dice "vamos a mi pieza" . En su cuarto nos seguimos besando hasta que se empieza a sacar ropa y ahi me doy con que no tenía ningun forro. Para evitar una bendición indeseada, le pregunté si quería por la cola y con una sonrisita picarona me dijo "dale".
Ahi se la di por esa cola hermosa hasta que no di más y le tire toda la chele calentita en el cuerpo. Al salir nos despedimos y me fui feliz a seguir trabajando.
Pasaron los días y seguimos garchando incluso cuando la madre estaba en la cocina y nosotros en el baño o la habitación de ella.
Al final me harté tanto de ir a esa villa que la empece a traer a los telos de capital.
Tuve que dejar de verla porque a los pocos meses mi mujer se embarazó de nuestro tercer hijo y tuve que pasar más tiempo con ella. La pendeja me llamaba pero después se encontró un noviecito y siguio su vida.
Como la tengo en instagram cada tanto nos hablamos y fantaseamos con revivir los viejos tiempos pero yo ya estoy en otra etapa. Ella ahora vive más lejos, en Cordoba y parece que vende packs y encuentros. Yo le deseo lo mejor y nunca voy a olvidar esas tardes en su casita dandole murra hasta mas no poder. Me hizo sentir un pibe de nuevo
11 comentarios - De trampa con una pendeja villera trola
AF97