Soy un chabon bastante normalito, no llamaría mucho la atención en una fila pero con una ventaja… nací pijudo.
Laburo desde los 18, hoy ya tengo 32, y en mis veintes laburaba en una oficina. Nada wow pero pagaba las cuentas.
Muchos hombres casi nada de mujeres, todas muy viejas, hasta que entró Cami. Cami estaba en sus veintes también y era una gordita pero… en ese ámbito ese culo y esas terribles tetas alegraban un poco la jornada.
Teníamos buen trato, buena onda, nada del otro mundo. Un día quedé solo en la oficina y andaba caliente y me entré a pajear, Sin carpa en el escritorio. Pero no estaba solo, sale del baño y me ve, si Cami me ve en plena paja. Me tapo como puedo le digo que me disculpe que no diga nada porque me echaban, me dice “tranquilo no pasó nada” noté que miraba bastante como me tapaba. Me dice “hace de cuenta que no pasó nada” y se fue,
Pasaron los días y nada, claramente guardo el secreto. Y el trato se mantuvo igual de bien que siempre, “zafe” pensaba.
Ese mismo viernes yo ya en mi casa me llega me llega un WhatsApp de Cami… me dice “che te puedo preguntar algo?” Si obvio que si le respondo y ahi vino la pregunta… “no pude evitar ver aquella vez, de verdad era así de grande o vi mal?”
Me sorprendí, gratamente no les voy a mentir, y respondo “que pensas que viste? Jajaja”. Y ahí fue mega directa, recuerden que no teníamos tanto trato, “que tenías un pedazo enorme”.
Yo: ”Bueno si es lo que viste debe ser jaja”
Cami: “me refrescas la memoria? Quiero estar segura”
Yo: “y para mí que hay Cami?”

Ese orto me convenció y sin dudarlo, ya todo erecto, le mandé una buena foto pija “duda saldada?”
”La verdad que está enorme eso, quizás en persona se ve aún mejor”.
”Si Queres mañana la podes ver en persona”
Palabras más palabras menos quedamos en vernos el otro día en su casa.
Recuerdo que me recibió con un beso en el cachete y un vestido holgado, el departamento era bastante grande y muy limpio. Me da una cerveza y entramos a charlar en un sillón, pasaba el tiempo y pasaba el alcohol. Yo ya tenía los ojos clavados en su escote y el boxer cada vez apretaba más.
Cuando se me acercó un poco más le comí la boca y empecé a manosearle el orto.
Ahí no aguanté más y pelé la verga, Camila bajo solita y la entro a chupar hasta el fondo, la escupía, me pajeaba mientras no paraba de decirme lo grande que la tenía.
La desvisto y entró a pajearle yo, no le puse un dedo y ya estaba empapada, dos toquecitos y se acabó toda.
La puse en cuatro, me calce el forro y le entré a dar murra. Lo que gritaba esa chica y yo me cebaba y le daba más duro, le daba chirlos que sonaban cada vez más fuerte.
Me pidió si podía ir arriba y complací, me cabalgó la pija y ese culo me rebotaba mientras se lo dejaba rojo a chirlos.
Cuando no daba más le dije que le quería dar la leche en las tetas, se puso de rodillas y el wascazo le pegó en la cara y las tetas, me limpio la cabeza de la pija con la boca.
Me vestí y me fui. Garchamos algunas veces más hasta que cambie de laburo y no nos vimos más.
Les dejo el archivo de esas terribles ubres.

Seguro cuente alguna otra aventura pronto
Laburo desde los 18, hoy ya tengo 32, y en mis veintes laburaba en una oficina. Nada wow pero pagaba las cuentas.
Muchos hombres casi nada de mujeres, todas muy viejas, hasta que entró Cami. Cami estaba en sus veintes también y era una gordita pero… en ese ámbito ese culo y esas terribles tetas alegraban un poco la jornada.
Teníamos buen trato, buena onda, nada del otro mundo. Un día quedé solo en la oficina y andaba caliente y me entré a pajear, Sin carpa en el escritorio. Pero no estaba solo, sale del baño y me ve, si Cami me ve en plena paja. Me tapo como puedo le digo que me disculpe que no diga nada porque me echaban, me dice “tranquilo no pasó nada” noté que miraba bastante como me tapaba. Me dice “hace de cuenta que no pasó nada” y se fue,
Pasaron los días y nada, claramente guardo el secreto. Y el trato se mantuvo igual de bien que siempre, “zafe” pensaba.
Ese mismo viernes yo ya en mi casa me llega me llega un WhatsApp de Cami… me dice “che te puedo preguntar algo?” Si obvio que si le respondo y ahi vino la pregunta… “no pude evitar ver aquella vez, de verdad era así de grande o vi mal?”
Me sorprendí, gratamente no les voy a mentir, y respondo “que pensas que viste? Jajaja”. Y ahí fue mega directa, recuerden que no teníamos tanto trato, “que tenías un pedazo enorme”.
Yo: ”Bueno si es lo que viste debe ser jaja”
Cami: “me refrescas la memoria? Quiero estar segura”
Yo: “y para mí que hay Cami?”

Ese orto me convenció y sin dudarlo, ya todo erecto, le mandé una buena foto pija “duda saldada?”
”La verdad que está enorme eso, quizás en persona se ve aún mejor”.
”Si Queres mañana la podes ver en persona”
Palabras más palabras menos quedamos en vernos el otro día en su casa.
Recuerdo que me recibió con un beso en el cachete y un vestido holgado, el departamento era bastante grande y muy limpio. Me da una cerveza y entramos a charlar en un sillón, pasaba el tiempo y pasaba el alcohol. Yo ya tenía los ojos clavados en su escote y el boxer cada vez apretaba más.
Cuando se me acercó un poco más le comí la boca y empecé a manosearle el orto.
Ahí no aguanté más y pelé la verga, Camila bajo solita y la entro a chupar hasta el fondo, la escupía, me pajeaba mientras no paraba de decirme lo grande que la tenía.
La desvisto y entró a pajearle yo, no le puse un dedo y ya estaba empapada, dos toquecitos y se acabó toda.
La puse en cuatro, me calce el forro y le entré a dar murra. Lo que gritaba esa chica y yo me cebaba y le daba más duro, le daba chirlos que sonaban cada vez más fuerte.
Me pidió si podía ir arriba y complací, me cabalgó la pija y ese culo me rebotaba mientras se lo dejaba rojo a chirlos.
Cuando no daba más le dije que le quería dar la leche en las tetas, se puso de rodillas y el wascazo le pegó en la cara y las tetas, me limpio la cabeza de la pija con la boca.
Me vestí y me fui. Garchamos algunas veces más hasta que cambie de laburo y no nos vimos más.
Les dejo el archivo de esas terribles ubres.

Seguro cuente alguna otra aventura pronto
2 comentarios - La gordita del laburo