La mucama

Tuve que contratar una nueva sirvienta ya que la anterior decidió volver a su país. Mi mujer entrevistó varias pero ninguna la convenció, hasta que al final contrató una que venía recomendada por una conocida.
La primera vez que la vi me pareció bajita y muy flaca, vestida con ropa que le quedaba muy suelta.
Desde que empezó se mostró eficiente y mi esposa estaba contenta. Aparte de limpiar, lavaba, planchaba y conversaba con ella sobre todo.
Por las mañanas iba yo a abrirle porque coincidía con la hora que me levantaba a desayunar para ir al trabajo. Un día que llovía, tardé en abrirle y cuando entró estaba empapada. Había venido con una remera de algodón y una pollera de tela que se le habían pegado al cuerpo. Ahí me di cuenta que no estaba para nada mal físicamente, tenía muy buenas tetas y un culo interesante.
Fui a la cocina a prepararme un café antes de irme a laburar. Cuando pasé por la puerta de la habitación donde se cambiaba noté que la puerta estaba entreabierta y espié para ver si veía algo. La enganché justo cuando se estaba cambiando de ropa, como estaba de espaldas no podía ver demasiado. Se sacó el corpiño y la bombacha, y para mi sorpresa solo se vistió con un vestido negro que había traído guardado en la mochila. Me excitó mucho saber que no tenía nada debajo de ese vestido.
Totalmente al palo me fui a bañar, y me saqué toda la calentura con una terrible paja (Suena grosero, pero imagínense como me había puesto). No podía ir a trabajar así, y mi señora no iba a querer saber nada.
A partir de ese día, cada vez que la veía me calentaba. Me la imaginaba sin tanguita, limpiando la casa y haciendo de comer.
Un día llegué temprano del trabajo sabiendo que mi esposa no iba a estar, así aprovechaba para estar sólo con ella. Preparé el mate y le dije que descansara un ratito, que me acompañe con unos mates. Aceptó el mate pero siguió planchando porque me dijo que quería terminar hoy. Le hice un par de preguntas de rutina para aflojarla un poco. Nunca antes habíamos tenido tiempo para charlar demasiado. Después de un rato le pregunté si estaba casada o tenía novio, y me dijo que no. Después hablamos de lo que hacía los fines de semana, y cuando me dijo que se juntaba con amigas y se iban a bailar aproveché para preguntarle porqué se vestía así, con esa ropa holgada donde no dejaba ver nada. Ella se rió y me dijo que si venía muy arreglada las dueñas de casa no la tomaban por miedo a sus maridos. Indudablemente ya había tenido problemas con alguna patrona.
Al rato me contó que la mujer para la que trabajaba antes había encontrado al marido espiándola.
Y después agregó:

- Eso de que me espíen no me gusta para nada, si quieren algo que entren.
- De frente es siempre mejor, ¿no? – dije para parecer que la entendía.
- De frente, de atrás, de arriba… depende del día – Me dijo riéndose.

La situación se puso caliente, la miré y le dije:

- ¿Te gustaba el tipo?
- No era lindo, pero era el jefe… eso me gusta.

Me miró a los ojos para ver como reaccionaba.
Dejé el mate a un costado, me acerqué y le comí la boca. Ella dejó la plancha y me abrazó, metiéndome una de sus piernas entre las mías.
Estuvimos un rato manoseándonos, después le levanté la remera y corriéndole el corpiño hacia abajo empecé a chuparle las tetas enormes que le había descubierto unos días antes.
Cuando noté que ella estaba muy excitada la llevé al living, le saqué el vestido y la acosté en el sillón. Saqué la pija al aire y ella la empezó a chupar enseguida. Se la metía toda en la boca, sólo dejaba los huevos afuera.
Le saqué la pija de la boca y me dediqué a chuparle las tetas mientras ella se metía los dedos.
Estaba caliente como nunca, le abrí las piernas y me puse a chuparle toda la concha. Mientras se la chupaba le metía los dedos y ella gritaba de placer cuando llegaba hasta el fondo. En un momento la puse boca abajo, y mientras seguía metiéndole los dedos le empecé a chupar el culo. A ella le encantó y levantó el culo para que siga chupándoselo. Un minuto después acabó con un gritito, cosa que me molestó porque quería cogerla.
Después de la chupada pensando que no iba a poder cogérmela, lo mínimo que quería era acabarle en la boca. Estaba a punto cuando sentimos la llave en la puerta. Mi mujer había llegado.
Mientras ella subía las escaleras nosotros agarramos la ropa y cada uno fue a habitaciones distintas a cambiarse, ella al baño y yo al dormitorio. Me terminé de cambiar rápido y salí a saludarla a pesar de que quería que se vaya a la mierda.
Esa noche tuve que desquitarme con mi mujer, pero el segundo encuentro fue mejor que el primero. Prometo mandarlo apenas tenga un rato libre.

fuente: www.sexotk.com.ar

6 comentarios - La mucama

o2mauro05
yo quiero una mucamita jaja 🤤
NESS1
Extraño a mi Sirvienta 🤤 🤤 🤤
pastilleros
Muy bueno pasame el numero de tu mucamita amigo q la quiero conocer jajajajaa y manda lo q sigue x favor 🙎‍♂️ 🙎‍♂️