Sissy primeriza Guanajuato (Relato)

Mi historia como nena De Clóset:

Hola mi nombre es Luis, actualmente tengo 26 años y soy un vato muy masculino en mi día a día, a la corta edad de 15 años empecé a tener curiosidad por la ropa interior de mujer, en casa vivía solo con mis 3 hermanas y mi madre.

En ese entonces mi madre Fátima de 45 años, mi hermana mayor Paulina de 25, Betty de 20 y Andrea de 17. Todas con un cuerpo extravagante, de grandes senos y culos grandes. Mi madre trabajaba en el área de ventas de una zapatería muy conocida aquí en León Guanajuato, mi hermana más grande de secretaria en la industria metal mecánica y Andrea estudiaba en la capital así que normalmente la casa donde vivíamos siempre estaba sola.

Me gustaba llegar a casa y ver televisión en el cuarto de mi mamá, hasta que un día empecé de curioso a buscar en sus cajones y en cajas que tenia debajo de la cama. Wooow la sorpresa que me llevé cuando encontré una caja llena de babydolls y juguetes sexuales de todo tipo. Vergas de plástico color negro con tamaños casi de mi antebrazo, no podía creer lo había encontrado era el santo grial.

Al inicio sentí mucho placer de haber encontrado eso y de imaginar a mi madre usando eso a solas o con señores maduros. Cabe resaltar que mi madre es separada. Cada día que llegaba de la escuela lo primero que hacía era llegar a su cuarto y sacar la caja de secretos de madre  para poder imaginar y masturbarme, hasta que un día empecé a sentir curiosidad por que se sentiría usar la ropita que ahí ella guardaba, maquillarme y sentarme en una verga de esas que tenía.

Busque varios videos en internet de cómo maquinarme y me veía preciosa con 15 años vestida con babydoll y se me veía un culo enorme y  hermoso heredado de mi madre. Un día jugando con la ropita al fondo de la caja encontré un estuche nuevo que no había visto en anteriores ocasiones por lo que supuse que era un juguetito nuevo, lo abri y descubrí que era un dildo en forma de pene muy real,texturizado y con un tamaño muy pequeño entre 8-10 cm. Lo que me prendió mucho. Procedí a vestirme de nena y a mamar esa verga como si fuera real, lo rosaba en mi anito solo por encima y sentía que todo se me venía encima.

La costumbre siguió desde los 15 hasta los 17 cuando un día al llegar de la escuela procedí a vestirme con un cachetero de encaje rojo y un babydoll que hacía juego, puse unas películas de transexuales en la pantalla y procedí a jugar con mi verga. Derrepente escuché un ruido en la parte de arriba de mi casa, sonaba como bajaban las escaleras deprisa, así que pensé que podría ser un ladrón así que me escondí bajo la cama. Dejando la película puesta en la pantalla y la caja de mi madre encima de la cama.

Abrieron la puerta del cuarto y era un amigo de mi madre que solía ayudar con la fontanería de la casa, Ramón de aproximadamente 60 años entro al cuarto y se sorprendió de ver lo que estaba en la televisión, pregunto con voz muy gruesa si había alguien ahí y cerró la puerta. Ramón vio lo que había sobre la cama y empezó a sobarse el bulto por encima del pantalón, procedió a abrir el clóset para ver que no hubiera nadie escondido. Yo tenía mucho miedo y pena por qué nadie antes había descubierto mi secreto.

Ramón volvió a preguntar si había alguien por que llamaría a la policía. Con voz temblorosa dije aquí estoy debajo de la cama, Ramón se agachó y me miró avergonzado. 
-¿Qué haces ahí? Pregunto Ramón 
-Perdón no sabía que estabas en casa 

-Tu madre me pidió ayuda con la llave del agua de arriba, ¿Pero qué es todo esto? Estás solo o hay alguien más ?
-Estoy solo y pues todo esto son cositas de mi mamá pero ella no sabe que las tomo y que hago esto 

Ramón tenía una erección muy cabrona en su pantalón y yo nisiquiera la había visto

-Siéntate quieres hablar de eso? Comentó Ramón 
-Me da mucha pena respondí 

No sé si Ramón estaba tan nervioso como yo así que dijo ponte tu ropa y guarda eso que te puedes meter en problemas con tu madre. Ramón salió de la habitación y cerró la puerta 

-Si está bien. Procedí a apagar la tele y guardé todo 

Salí de cuarto y Ramón seguía nervioso. Me dijo:

-La llave del baño de arriba ya quedó, le escribo a tu madre para comentarle o igual me avisan si siguió goteando.

Yo no podría verlo a la cara sentía mucha vergüenza así que solo afirmaba con la cabeza. Pasaron varios dias y yo moría de miedo de que Ramón me comentara a mi madre lo que vio, mi rutina había cambiado deje de entrar al cuarto de mi madre y jugar con sus cosas por el mismo miedo.Tres días después me llegó un WhatsApp al teléfono que decía.

-Buenas tardes Luis escribe Ramón Guzmán

Me puse muy nervioso al recibir el mensaje y con muchas preguntas, ¿Por qué me escribe? ¿Hablo con mi madre ?
¿Le habrá gustado lo que vio?
La conversación siguió así:

-Hola Ramón buena tarde, dime 

-Buenas tardes, me pasó tu número tu mamá me comentaba que sigue con gotera la llave del agua, puedes mandarme una foto haber si es la misma que cambié la semana pasada ?

-Claro. Procedí a mandarle la foto de la llave

-Gracias Luis, te agradezco!

Me senti aliviado la verdad hasta dudaba que Ramón pudiera recordarlo tal como fue hasta que siguió escribiendo en chat

-Oye Luis
-Dime Ramón 
-Con respecto al otro día quiero que sepas que conmigo está bien guardado tu secreto 
-Que pena la verdad sigo muy avergonzado con eso
-Te veías curioso con ropa femenina, exactamente qué hacías ?
-No sé qué hacía, solo encontré la caja de mi madre y se me hizo gracioso usar algo
-Tienes tiempo haciendo eso ?
-No es la primera vez. (Obviamente no le iba a decir que tenía años haciendo eso a escondidas)
-Tienes gusto por los hombres o qué onda 
-No solo me dio curiosidad el verme en el espejo con la ropa, fue solo eso 
-Oh ya la verdad ese día pensé muchas cosas, una de ellas fue que podrías haberte vestido así y hecho ruido con la intención de que yo bajara
-No Ramón como crees yo no sabía que tú estabas en mi casa 
-Me gustó lo que vi y estaba tentado a quedarme, sentarme en la cama de tu mamá y verte modelar la ropita 

No sabía yo que decir estaba perplejo
Like para parte 2

2 comentarios - Sissy primeriza Guanajuato (Relato)