Fenrir, el Fhalo de Fenrir

Me presento, este soy yo , Fenrir


Soy el lobo mitológico, mágico, maligno, soy el lobo-dios, soy incontrolable, una bestia salvaje, indómita, soy el sobresalto en tu sueños, la taquicardia al despertar, soy el origen de las pesadillas donde corres y aun así no es suficiente, siempre acabaras en entre mis garras. Soy la dentadura que con cada tarascada arranco tu carne y desangras en mi boca y el espesor de tu liquida y roja sustancia de vida gotea entre mis colmillos y el sabor mineral me enloquece y me lleva a un frenesí orgásmico descaradamente y en absoluto sexual. Ya que de la destrucción nace la construcción, y debo matarte en vida para renacer otra mujer en ti, la mía, la que me pertenece en vida.

Ahora sabrás de dónde nace la leyenda de los licántropos, que dice que si te muerde te convertirás en lo que te mordió. Porque sé que cada vez que clavo en ti mi mordida, y mis fluidos entran en contacto con tu piel, con cada tarascada te transformas en la salvaje e indomable hembra en frenesí alimenticio, y deseas más y más, y en cada arranque de locura eres más como yo, y en algunos casos el hambre te hace aun con más intensa e irracional que yo.

La diferencia entre tú y yo, es que te llega la cruda moral, la cordura y el miedo a darte cuenta de que ahí vivo, que ahí estoy, y mientras más niegues tu naturaleza, más fuerte será tu recaída.


No te confundas, no soy ni enfermedad ni vicio, y tampoco soy el instinto sexual a secas.

Soy la unión de pecado, suciedad, descontrol total, que termina en la paz que sólo después de mi se siente, soy la calma en el medio del huracán, porque sin duda regresaré por ti, una y otra vez. ¿Has visto como la victima de un león o de un lobo, se rinde y acepta, se entrega y encuentra la paz?

De nuevo te repito no te confundas, soy un tipo normal, si me llegas a ver no sabrías que bestia existe dentro de mí, estoy ahí, tal vez me has visto, a lo mejor hemos hablado, y estoy seguro que alguna de aquí me leerá y ser preguntara … ¿es? …¿será?

Estoy hecho de carne y hueso, pero mi verdadero ingrediente es la lujuria y el morbo de someterte con tu pasión y calor de mujer, de hembra en calor. La sensación de darte vida y éxtasis, de lograr que te rindas como el cordero en las fauces del lobo, mi alimento es cada pequeño “no” que derrumbo en tu mente, cada si de tu vientre, cada pulsación de mojada vagina, mi pulso de existencia es el verte con el rubor en tu cara y cuello de la excitación sexual, con el sabor de tu boca a sexo, y tu mirada semi-perdida, mi bebida es el néctar de tu vagina, y el postre es tu voz gimiendo y pidiendo al principio piedad, y al final escuchar "dame más"; que sale, no de tu mente, pero si de lo más profundo de tu vientre, de tu alma de hembra enardecida y caliente.

Mi fhalo está hecho para enterrarse dentro de ti, es el vehículo para implantar mi semen, pero su propósito real es tocar tu alma, impregnar tu boca, tu cuerpo, tu piel, tu vagina y tu culo de mi olor, es el medio de darte en líquido in vita, mi vida, bebida, que lleva sabor a tu hombre, tu alimento, tu crema y el vínculo etéreo que te convierte en mía, que marca profundo en ti, como mía, con mis fluidos en ti, mi simiente te hará ser un poco yo, porque llevarás en ti y absorberás mi esencia básica, mi código de vida, y mezclaremos antepasados e historias desde hace miles de años.

Mi fhalo es el pecado maldito que te dará el bendito placer de ser penetrada suave y dulcemente o con violencia, incluso agresión, pero nunca para herir tu templo ni tus sentidos, traspasará entre tus piernas, no sólo en cuerpo, dará una puñalada en tu corazón de mujer también, te hará dependiente de mi verga dura y caliente.

Mi fhalo, lo desearas en tu boca, en los momentos menos esperados, en tu trabajo, en tu despacho, en tu salón de clases, la sensación caliente, suave y firme de mi fhalo y su aroma en conjunción con el sabor será el motivo que te hará anhelar sentirlo en tu cara, tu cuello y tu espalda, tocar tus pies, acariciando tu corazón arropado en el medio de tu senos, se grabara en ti con su olor, aún sin pensarlo, soñaras con guiarlo en medio de tus nalgas, dentro de tu vagina o en el fondo de tu ano, llenando tus entrañas y revivirás sensación y calor, voluptuosidad y entrega.

Mi fhalo te sodomizara sin piedad, te hará confundir el placer y el dolor, en una mezcla sublime de entrega y posesión, la sumisión y el morbo de estar empalada, siendo cogida… y tu entregada, derrumbando tus miedos y prejuicios, haciéndote sentir reina, mujer, geisha, zorra o puta, cada una paso a paso o incluso todas a la vez; y te miraré a los ojos, besaré profundo tu boca, para que mi mirada y mi lengua junto con mi verga te tomen, te traspasen y penetren en cada lugar posible y te tomaré.

Pero he de recordarte, Soy el lobo mitológico, mágico, soy el lobo-dios, soy incontrolable, una bestia salvaje, indómita, y la carne por si sola, no me llena, no me da todo lo que requiero, como todo mito debo de perdurar en tu mente entrar en tus psique, como todo lo mágico, te llevare a sentir un lugar inexistente, y como todo dios antiguo requiero ser adorado, y para eso, y por eso, como lobo que caza, que estudia, haré de ti mi sueño para hacer de mi, tu fantasía.

El camino a la entrega estará llena de ternura también, plagada de protección y enseñanza, el camino por recorrer hasta llegar a tu alma podrá ser lo que requieres y necesitas, seré fuerza si es lo que buscas, seré amor dulce y tierno si esas son tus escases, seré pasión descontrolada o incluso, la espada que te defienda de ti. Tu castigo, tu penitencia, tu culpa, tu pecado, pero todo deberá ser para llegar a ser TU AMOR.

La carne por carne me es insípida, la sangre de tu corazón y tu alma es mi fin y el principio, rendirte, redimirte, matarte y para renacer, es el camino a la sabiduría de una nueva forma de vivir, el miedo a morir es sólo de aquellos que no saben vivir, el miedo a dar es sólo de aquellos que no han sido generosos en su concepto de ser, el miedo a entregarse es sólo de los que temen perderse.

El verdadero punto “g” no está en la vagina, está en tu mente y tu clítoris no está en tu vulva, está en el oído, pero eso es un hecho que muchos dicen saber, pero casi nadie lo conoce, lo explora y explota. Yo quiero convertir mis instintos en tus ganas, mis manos en tu castigo y tu anhelo. Soy el pecado y la redención en la paz después de la tormenta.


El amor no es sentir que se te sale el corazón de alegría al ver el objeto de tu amor, el amor es dar como nunca antes y sentir fuerza, tranquilidad y felicidad al hacerlo. Dar todo y ser plena al realizarlo.

Es verdad soy EL FHALO DE FENRIR y te quiero tomar, hacer mía, coger, llevarte a donde no te atreves, pero sobretodo porque tú lo estas deseando aún cuando no entiendas por qué estoy ahí. Hazme un guiño y será como la presa que cojea, iré tras de ti hasta morder y devorar tus entrañas y corazón y llenar tus entrañas de mi.

Pero recuerda que no hay victimario sin víctima, no existe el predador sin no hay presas, y lejos de una sumisión pasiva, la perfecta sumisión es la que la naturaleza nos da, y el máximo acto de libertad esta en ejercerla en cabalidad y si se llega al grado de no necesitarla, incluso poder renunciar a ella.


Más todavía, el llenar tu vida de olor a pecado, aun cuando no lo sea, llenar tu vida de contradicción para sacudirte en medio de tus objeciones y prejuicios. SOLO QUIERO ALIMENTAR TU YO. Y MENTERME EN TI, profundo, en carne y en inerte presencia en lo profundo de tu inconsciente.

Quiero que tires tus barreras y tus tabús, que enfrentes tus miedos y te abras y vacíes tus prejuicios, para llenarlos de vivencias y de fantasías que recordar.

0 comentarios - Fenrir, el Fhalo de Fenrir