Mis días como master (gay)

Como podrán imaginarse, si bien cincuenta y un pirulos es bastante tiempo, no implica que me sienta viejo ni mucho menos; creo que hasta tengo mas energía que algunos pendex (sin ofender claro).
Temo en ocasiones hacer el ridículo por la ropa que uso, obvio que no es colorinche debe ser porque odio cualquier vestimenta formal por obligación respecto a lo laboral (trajedia y corbata).
En realidad no tiene mucho que ver con la historia que voy a contar, pero si ayuda para darse una idea que el tiempo que llevo activo sexualmente ha sido una gran experiencia en todos los sentidos.
Y tambien no podía dejar pasar esta experiencia de master (leather) que viví un tiempo atrás.
Ciertos días en la semana en el cine ABC de la calle Esmeralda y Lavalle se hacían reuniones leather como así también en Tom´s (Viamonte y Florida) en otros días, la verdad no se si siguen existiendo o realizando este tipo de actividades.
Lo cierto es que un amigo de garche que conocí por un grupo leather de yahoo groups, me invitó un día convenciéndome que mi aspecto daba para que me dejen pertenecer a ese grupo "selecto" y con solo llevar unos borcegos y algo de cuero era mas que suficiente.
Mi perfil master, no tengo ni cara ni pinta de esclavito.

Que hice?

Allá fuí, acompañado la primera vez por mi amigo por las presentaciones. Apenas estoy bajando las escaleras de 100 mil escalones, sentía el famoso ruido de nalgadas, eran la verdad bastante fuertes.
Mi amigo se había ido preparado con una especie de paleta de ping pong y totamente vestido de cuero.

Dejamos un par de bártulos en el guardarropas y nos mandamos por un pasillo que tapaba una cortina hecha cajeta.

Apenas entro al primer recinto veo un flaco en un slim, y cuatro o cinco flacos dándole matraca y nalgadas con diferentes adminículos.

Mi amigo me dice: regla número uno y principal.
(nunca te metas cuando hay varios en trincada), podés acercarte, mirar, tocarte, pero hasta no ser invitado, es muy mal visto.

Esa fue la primera y única regla.

Tome su consejo, y seguí investigando el lugar, llegué hasta un lugar que parecía una especie de calabozo, con rejas y todo, y varios tipos metidos ahí dentro, agarrados de los barrotes, con los pantalones de cuero puestos (CHAPS) esos que te dejan el orto al aire.

Esos evidentemente no tenían dueño, y estaban a la espera de ser atendidos.
jeje.
Olí un poquito de algo y entré a la celda, me acerqué al que mas me gustaba y cuando da muy despacio vuelta la cabeza para mirarme le digo:

Acaso te dí permiso para que me miraras?

Les juro que me nació del alma, nadie me enseñó nada, todo se fue dando muy naturalemente en mi, era mas que evidente que nací para eso.

Me pide disculpas, y sin mirarme me implora que lo salve de ese lugar, que sería muy obediente si lo elegía.

Que decir, entre un mezcla de morbo y risa (si me daba un poco de risa) y sin que se percatara de mi risa, le digo que iba a ser su master pero que solo si era sumamente sumiso y que desde ese momento me tendría que llamar amo.

Accede (pobre, no sabe lo que le esperaba).

Primero le digo; salgamos de estos personajes y hablemos primero normalmente ya que una vez que me compenetro si no tenemos una palabra clave podría ser peligroso, usamos la palabra "pared" ya que no era una palabra cómica, ni te sacaría del éxtasis.

Lo agarré del collar de cuero y gateando lo llevé para el baño.
Debo decir que no era muy limpio el lugar y menos el baño.

Acá un diálogo exacto.

Tu amo quiere mear, ya sabés lo que tenés que hacer, o necesitás que lo explique?

- Si mi amo
- Sacala, tira la piel para atrás y dejame mear tranquilo.
- Si mi amo.
- Mirá como sale el meo.
- Si mi amo.
- Sacudila.
- Si mi amo.
- Quedó mojada, pasale la lengua y tragá.
- Si mi amo.

Que decir al respecto, a mi juego me llamaron.
Cómo aceptaba todo lo que le decía, me aburría un poco, hasta que le digo.
Quiero que me contradigas en algo, así tengo que castigarte.

Para qué!!!

Le digo que me saque las botas y huela mis patas y se negó.

Lo cazé del collar y lo llevé bastante rápido casi arrastrándolo hasta el sector dónde estaba el slim.
Llamo a mi amigo y le pido que lo ayude a subirse y atarlo, que me preste la paleta y le sacudí tanto que aún en la casi oscuridad se le podía ver el color rojo intenso de las nalgas.
Huelo un poco mas de eso que ya saben y escupiéndome la mano y los dedos empiezo a metérselos, debo decir que fui suave a pesar que mi mente me decía lo contrario.
Luego de un buen rato, le chupo bien el culo con el fin de dilartarlo bien, y cuando noto que está totalmente relajado, empiezo a meter cada vez mas dedos, logré en un cine de malamuerte hacer un fist, solo fue la mano porque entre el gozo parecía que lloraba, pero como no usaba "la palabra clave" yo seguía.
No era mi primera vez haciendo fistfucking, pero si en un lugar como ese y con tan poca lubricación.
El esclavo siguió siendolo por unos cuantos meses, venía a casa, apenas entraba lo hacía desnudar y quedarse bajo la mesa, mientras miraba la tele o cualquier boludez, siempre bajo la mesa, de vez en cuando le pedía que me mamara la verga, otras que se tome el meo.
Una vez lo sorprendí porque compré un pepino gigante, lo cubrí con un forro y se lo metí en el orto, estubo fácil 3 horas con el pepino puesto.
Hoy extraño esa faceta, pero bueno, fui cambiando y lo que hago hoy día algunos ya lo saben.

Espero les haya gustado. (siempre contando historias reales)

Smegmaseeker.

PD: Atención, pronto se vienen.

Fuí miembro del Club XXL.

Orgía sucia.

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