¡Dulces y travesuras! (1era parte)




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Compendio II


😕
No les voy a negar que todavía estoy un poquito enojada.
Eso sí que igual le entiendo, porque ese chiquito es tan bonito y tierno, que si me lo hubiera dicho, habría creído que le estaban dando celos por esos cariños que yo le daba.
😍
Pero lo que les tengo que contar fue lo que pasó esa noche que volvió para Halloween, porque todavía me pone juguetona de pensarlo y para variar, me pican mis presas queriendo que vuelva y me la meta hasta dejarlo bien, pero bien cansado.
😈
Es que teníamos que comérnoslo, sí o sí.
No importaba que recién volviera del turno.
Lo echábamos de menos y era el primer Halloween que lo pasábamos juntos…
Pero tengo que contarles de más atrás, todavía…
😕
Una vez, llegué a la casa donde vivía mi marido (que en esa época, éramos pololos 😃 ) y me puse a ayudar a mi suegra con el aseo, esperando a que él llegara.
Y ahí, cuando limpiaba las típicas fotos familiares, encontré una que me dejó impresionada…
😳 😳 😍
Era un retrato de un lolo guapísimo, como de 16 o 17 años, delgadito, con pelito corto y hombros enormes, vestido de militar.
Tuve que tomar la foto, porque lo encontraba tremendamente parecido a mi marido, pero también, era como diferente.
Porque era como más cejón y más joven, así que le pregunté a mi suegra quién era él…
😤 😤 😤
Mi suegra, con puro estilo y orgullo, me tomó la foto de las manos y la abrió completa.
Al lado, había otro retrato, de una mujer bien delgadita, guapa y con una mirada inteligente, que no me demoré nada en reconocer…
😳 😳 😳
¡ERA MI SUEGRA, DE JOVENCITA!
¡Y ahí me di cuenta que el lolo era MI SUEGRO!
😮 😮 😮
¡No lo podía creer, porque mi suegra se veía tan jovencita como yo!
Y es que ella sí tuvo la suerte de conocer a mi suegro cuando tenían casi la misma edad.
Pero lo que más me impresionó era lo bonito que se veía mi suegro de uniforme.
😅
Me costó un poco contarle a mi pololo que la foto de mi suegro igual me calentaba (incluso, a veces iba a la casa de mis suegros esos días que él se quedaba en el norte casi a puro ver esa foto, para así aliviarme por la noche 😕 ), porque lo encontraba muy parecido al chico que más me gusta.
Y bueno… él, tan comprensivo y lindo como siempre, no se enojó ni nada, porque también se encuentra parecido a su papá, así que no pasó a mayores.
😆
Volviendo al presente, Liz y yo andábamos como locas desde el viernes, porque era el primer Halloween que pasaríamos juntos y de verdad que no sabíamos de qué disfrazarnos.
Liz escogió su disfraz de enfermera sexy, que le queda de lujo, con la falda bien cortita y con los botones en los pechos sueltos que hacen caer la baba a los papás de los niñitos que vinieron el año pasado.
Y yo, como sé que vuelve loquito a mi marido que me vista de blanco, me compré un traje de angelito, que me queda bastante bien, con una faldita de polyester delgadita que me llega hasta las rodillas y un camisón con tirantes que me dejaba respirar bien los pechos, por lo que igual me veía sexy.
Y bueno, él nos dijo que nos preocupáramos, porque él mismo se las arreglaría con el traje y todo eso, por lo que imaginamos que otra vez se disfrazaría de “Bob el constructor”…
😈 😈 😈
Pero no. No fue para nada así.
¡Se consiguió un disfraz de marino que le quedaba divino!
😳 😳
¡No la podíamos creer, porque él ya se ve guapetón!…
Pero con uniforme, tenía otro nivel…
🤤
Y es que mi marido pone la misma mirada seria de mi suegro.
De verdad, que para mí, los chicos con uniforme no me van ni me vienen.
😈
Pero otra cosa era verlo a él con uniforme.
Era de esos blanquitos, como de comandante, con los galones en el pecho y en los hombros y ese sombrerito como de capitán, que les hace ver tan bonitos.
😊
Pero lo más raro de todo es que como que todo le calzaba perfecto.
Porque él siempre se corta el pelo bien cortito, tiene esos hombros tremendos con los que afirma el mundo y como siempre se afeita, parecía un militar de verdad.
🤤
Y lo más excitante de todo es que él nos miraba con esos ojos de galanazo inteligente, serio y calculador, que igual me hacía creerme el cuento que siempre ha sido un soldado de verdad y que lo de la mina es algo así como una identidad secreta.
Pero bueno, igual tengo que admitir que me puse un poquito celosa de Liz…
😠
O sea, yo sé que ella igual es mi amiga y la dejo que se meta con mi marido sin problemas cuando voy a clases y cosas así.
Pero me molestó mucho que cuando yo terminaba de abrigar a las peques para salir a pedir dulces, ella se pusiera así como muy coqueta con mi marido, riéndose bien tontorrona y haciéndole cariño por el hombro.
😕
Ya se deben imaginar: algo así como que si todo lo que dijera mi esposo fuera muy chistoso y la manera como me lo miraba era demasiado tierna para mi gusto, porque más encima, como que doblaba la cabeza para el lado, como queriendo verse más tierna con mi marido, lo que no encuentro que esté muy bien, porque él me tiene a mí y yo soy su esposa.
😈
Lo rico fue que mi gordita preciosa me ayudó y fue caminando hasta sus pies, y como es un excelente papá antes que todo, tomó a mi chiquitita y la llenó de besitos cariñosos y abrazos, por lo que mi marido se olvidó al tiro de la “sexy enfermera” que tenía adelante.
Salimos a caminar, con las peques de la mano y yo le trataba de decir lo mucho que envidiaba a las peques por poder pedir dulces, porque yo, como mi papá nunca me compró un disfraz ni nada, nunca pude hacerlo.
Pero era cosa de verlo así y no sé por qué, pero sentía que me ponía igual de tontorrona que Liz…
Así como que me bajaban las ganas de reírme y hacerle ojitos.
😊
La cosa fue que la primera casa que visitamos fue obvio, la de los vecinos, y cuando salió la vecina con los dulces, se quedó de piedra al verlo…
😳
O sea, yo me doy cuenta cuando alguien mira demasiado a mi marido y se ponen como entre tímidas, regalonas y tiernas con él, porque es un chico recto y te da confianza.
Pero cuando yo vi a la vecina, supe que la puso de ganas al toque…
😈
No puedo negar que ella se veía extremadamente sexy: llevaba algo así como un bikini que le destacaba mucho los enormes pechos que ella tiene y que como la envolvía con un pareo que le dejaba ver el ombligo y una tanga dorada, que le hacía bastante juego con el top con colores de leopardo.
La cosa fue que no supe si estaba disfrazada de la princesa Leia o de la polola de Tarzán, porque cuando salió su marido, venía con un tapabarros que igual le hacía ver sexy, con sus tremendos músculos y calugas en el vientre.
XD
Como fuese, me di cuenta que cuando vio a mi marido, se olvidó de nosotros y me dio la impresión que si hubiese ido él solo, la vecina se lo lleva a su dormitorio, sin importarle si el vecino está o no.
Lo más lindo, eso sí, es que mi esposo para variar, no estaba ni ahí con ella.
😆
Para él, lo que más les preocupaban eran nuestras peques y cuando a mi flaquita temerosa le bajaron las ganas de volver a los pies de papi, él me tomó del hombro y con esa mirada tan, pero tan linda que me da, de amigo inseparable de tantos años, me preguntó muy tierno:
“Ruiseñor, ¿Puedes pedir dulces por ella?”
😂
¡Y yo, ahí, que me habría dado una voltereta de contenta!
¡Porque él recién llegando y ya preocupado por mí!
😆
Y así fuimos, pasando casa por casa, con mis ganas de volver luego y comérmelo a besos, porque se veía tremendamente rico, y yo, como mujer, estaba necesitada de cariño de mi esposo, pero como él siempre ha sido, andaba muy preocupado de las pequeñas.
Entonces, cuando ya llenamos las 2 bolsas con dulces casi a reventar, él me pregunta si podemos ir a otra casa que está un poquito más lejos.
😕
Tienen que entender que ya habíamos caminado un buen rato y hasta mis peques tenían ganas de dormir.
Pero él me aseguró que quedaba cerca y caminamos unas 3 cuadras.
Yo no tenía idea a la casa de quién iba…
(Incluso, me daba cosa que termináramos en la casa de la tal Emily y que me lo viera así…)
😩
Pero llegamos a una casa más chiquitita y un poquito elegante y fue él el que tocó el timbre.
😮
¡Quedé con una tremenda cara, porque era la casa de la lolita con la que mi marido se encuentra cuando sale a trotar!
¡La que la otra vez rescató y llevó al hospital!
Y ella estaba tan sorprendida como yo, porque aparte de no esperarse que mi marido se viera tan guapo, había venido con toda su familia a pedir dulces a su casa.
😳
A la pobrecita como que le costaba creerlo, porque ¿Quién se espera que para las fiestas, te vaya a ver el chico casado que más te gusta, junto con su esposa?
Y claro, él, mirándola con esa carita de papá tan tierno y en realidad, muy contento de ver que no hubiese salido de carrete ni nada raro…
😆
Lo que sí encontré tremendamente chistoso fue que esa lolita zombie y maquillada se llegara a poner colorada de verlo…
Porque de verdad, se veía rico, gallardo y valeroso, como yo sé que él es con nosotras…
😈
Pero ya, pasando a la parte que “de verdad les interesa”, terminamos de volver a la casa y acostamos a las pequeñas…
Liz y yo le seguíamos casi babeando, mirándole su durito y paradito trasero, porque para variar, él tomando muy cariñosa a mi gordita que ya dormía y yo me llevaba a mi flaquita en brazos.
Las acostó bien tierna a ambas, les dio su besito de buenas noches y los tres salimos para afuera…
🤤
Y ahí, en el pasillo, nos lo comimos a besos.
😔
Es que no podíamos aguantarnos.
Les digo, él no es de esos hombres que se imponen y te someten en la cama.
Al revés, él es demasiado tierno y es como que una la que termina abusando de él.
Así que lo besuqueamos a lo loco, acorralándolo a la pared y casi peleándonos por meter la lengua dentro de su boca.
😘 😘 😘
Él nos pedía que nos calmáramos y que llegáramos al dormitorio…
Pero entre tanto beso y beso, Liz le bajó el cierre al pantalón y le meneaba como loco su “enorme caramelo”…
😋 😋 😋
A veces, él se queja que se la chupamos mucho…
Pero es que no entiende lo rica que la tiene y lo mucho que nos gusta.
Porque así, sin mentirles, está rellena de juguito muy rico y es obvio, que él, con lo caballeroso y recto que es, no nos va a pedir que se la chupemos todo el día.
Por lo que nosotras, oportunidad que tenemos, se la chupamos hasta el cansancio…
😫 😫 😫
Y a mí, lo que me prende es el olor.
Ese olorcito rico a carne o a embutido encerrado…
Y claro, mientras yo le daba unos feroces besos en los labios, Liz ya andaba mete que te mete su cosota en la garganta, también hambrienta por jugo de su macho.
Entonces, me llegó el olor a mí también y me arrodillé…
😫 😖 😫 😖
O sea, igual le entiendo que no debe ser fácil vivir con 2 chicas que viven calientes casi todo el día…
Pero cuando tienes a un chico con un pene que te tapa la mitad de la cara cuando se para al máximo y un par de bolitas que se hinchan como naranjas cuando se calientan, es como difícil no parar de pensar en el sexo todo el día…
Así que ahí estábamos de nuevo, mordisqueándole y lamiéndole la base del tronco…
😩
Él aguantando muy valiente, mientras que yo, que andaba con toda la idea de las cosas que había hecho él con Susana, le masticaba las bolitas hinchadas con tremendo agrado y volviéndome muy loca con ese olor tan intenso.
Y Liz, como mala de la cabeza, saboreando ese tremendo e hinchadísimo dulce que tiene en la puntita, subiendo y bajando con puras ganas de sacarle más y más ese juguito.
Entonces, se empieza a quejar, se empieza a quejar y…
💦 💦 💦 💦
Nos pega con fuerza en toda la cara y es tanta, tanta…
Hasta se nos cae de la cara y mancha un poco la alfombra.
Y nos pone como zombies…
Lo único que queremos es comer ese juguito y le damos besos cariñosos a su puntita y nos lamemos todo, todo lo que podemos probar.
Hasta nos llega a dar pena las gotitas que cayeron en el suelo y que no pudimos probar.
Pero bueno…
😏
Lo miramos a los ojos cuando se la comemos, para que se dé cuenta de lo mucho que nos gusta…
Pero Liz, además, se la vuelve a sobar, para que se le ponga más dura luego y que así pasemos al dormitorio a jugar…
🤤
Con las 2 deseosas que el soldado se coma a la enfermera sexy y la angelita pechugona en la cama…
😉


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