Detrás de la puerta (Relato completo)

Detrás de la puerta (Relato completo)

Detrás de la puerta es un relato basado en un hecho real, la que para mi, sigue siendo la experiencia mas excitante de mi vida.
Fue subida en 5 partes a lo largo de la semana, pero acá o tienen completo, que lo disfruten tanto como yo.

Cualquier duda por MP o comentarios


Cap 1

La familia estaba reunida, se sumaban algunos vecinos y amigos de la cumpleañera en la modesta cena, y son las carcajadas, producto de alguna anécdota, las que tapan los 'ruidos' detrás de puerta.
Sus 17 años casi no pueden delatarse, por que, aunque tiene una altura de no mas de 1,60 m, sus senos, tan perfectos como la edad se lo permite, firmes y grandes, que combinan a la perfección con sus nalgas, redondas, paraditas, bien formadas, acompañadas de unas piernas torneadas en las canchas de hockey de su ciudad, la hacen ver como una mujer adulta.
Aunque, a decir verdad, toda su voluptuosidad pasa a un "segundo plano" por algo, su sonrisa. Tan perfecta, hermosa, dulce y simpática.

Su cuerpo atrae, sus rasgos enamoran.
Y es que muchos ignoraron por completo su cuerpo absortos por su sonrisa.
Pero todo esto no importa, ya que toda la belleza de una sonrisa no puede contemplarse con un pene de por medio.

Ambos son jóvenes inexpertos, pero nuestro afortunado un poco mas: era virgen.
Al igual que ella, era un buen deportista y su cuerpo estaba bien formado, aunque los nervios, y alguna mala experiencia lo hacen subestimarse a si mismo, el porno y la masturbación casi diaria lo hacen alejarse un poco de las chicas. El porno es lindo, pero conforma, y eso no es del todo bueno.

Su glande esta en la garganta de su pareja, que al sacar el pene de su boca, pasa la lengua de la base hasta la punta, en donde posa sus labios, y es en este movimiento cuando lo mira y el ve los ojos mas preciosos que jamas vio. El tiempo se detiene, el mundo podría estar colapsando afuera, pero ya nada importa, es feliz. La toma a ella de la cintura y empieza a desnudarla mientras la besa, y es ahí cuando logra ver por primera vez aquellas tetas que tanto manoseo durante aquel sexo oral que no va poder olvidar nunca.

Ella sentada en la cama, sus piernas abiertas, su vagina húmeda y carnosa, y con una cara de placer que parecía decir una cosa: "metemela toda y no pares. Haceme gritar, reír, hasta llorar de placer, pero no pares, no porque yo quiera, por que lo necesito (y también por que lo quiero)"
Y mientras la punta del pene tocaba delicadamente el clítoris, nuestro protagonista empujaba lentamente hasta el fondo. Nunca antes lo había hecho, creía que la fortuna estaba de su lado, pero lo paradójico es que ella pensaba lo mismo. Se la estaba metiendo el chico mas lindo que jamas vio. Ella jamas imaginaria que era la primera que lo saboreaba.

El reloj avanza y las poses van cambiando, el porno visto por nuestro afortunado lo hacen parecer todo un experimentado y es ella quien disfruta de todo esto.

Su vagina chorrea por sus muslos, y llega al climax. Lo ultimo que quiere es detenerse, y es lógico cuando se llega a un orgasmo que solo encuentra cuando se masturba. Por que aunque podría cabalgar encima de cualquiera, ella también prefiere sus dedos (o lo que encuentre).

El tendido boca arriba es empapado por el flujo de ella, que ahoga los gritos por miedo a ser escuchada. Lo besa, para luego hacerle una turca. Ella jamas lo había hecho por pudor, pero ahora estaba totalmente desinhibida. Mientras lo hace, su lengua no se queda quieta.
El ya sabe, en segundos estará KO. Y como es obvio, no se equivoco. Un chorro de semen fue directo a la cara de una chica que no dudo en tragárselo. El resto fueron 15 minutos de besos en cada rincón de sus cuerpos, caricias que sentían la delicadeza juvenil, y masturbaciones mutuas que hacían de la velada algo mágico, de esas que se quieren que no termine nunca.

Se conocieron ese misma noche, hace poco mas de dos meses, y ahora yo estoy compartiendo la cama con los dos, apunto de vivir el primer trió de mi vida.
Mis pechos pegados al de ella, nuestras piernas cruzadas, mis dedos acarician su vagina, ella la mía, mientras nuestras bocas se encuentran en un beso desenfrenado y un pene dotado juguetea en mis nalgas mientras agarra mi cintura y sus labios besan mi espalda...


Cap 2


Yo era cuatro años mayor que ella, mi prima, y hace dos años que usamos de excusa cualquier momento solas, en la privacidad de cualquiera de nuestras casas para masturbarnos juntas, frente a frene, mirándonos, sin tocarnos para respetar nuestra sexualidad, ya que las dos eramos heterosexuales, pero yo ya empezaba guardar mis secretos con respecto a eso.

Sin Internet y con esporádicas escenas sexuales en algunas películas en altas horas de la madrugada nada era mas excitante que ver nuestros cuerpos desnudos, tocándonos con los dedos que jugueteban adentro de nuestras vaginas.

Yo hace algún tiempo me había dado cuenta de que me gustaban las mujeres y ya había tenido alguna experiencia lésbica, por lo que ver a mi primita, moviendo desenfrenadamente su dedo medio, mientras respiraba con velocidad como si estuviera por dar a luz, entremezclados con gemidos y expresiones de placer saliendo de sus labios, no podía mas que excitarme, y el hecho de saber que estaba tan cerca, y a la vez tan lejos... mucho mas ¿Como tocarla si quiera? ¡Es mi prima! ¿Y como hacerlo si se muy bien que es hetero y ella no sabe que yo ya no lo soy? Esa prohibición, esa tentación a lo prohibido me excitaba mas y no paraba de acabar repetidas veces, aunque solo me limitaba a mirarla.

En ocasiones se acariciaba su clítoris, aunque se muy bien que le gusta penetrarlo con sus dedos, con su otra mano tocaba sus hermosas tetas, mientras me miraba y sonreía... ¡esa sonrisa, que belleza de chica! Sus ojos eran tan hermosos como sus labios. Nada me excitaba tanto y no podía mas que chorrear con flujo todo lo que este a mi alcance, ella inclusive, que al ser salpicada reirá como si de un chiste se tratara.

Ahora ella esta del otro lado de la puerta, en mi habitación, en el cumpleaños de mi mama, moviendo su cintura de manera circular mientras la penetra un invitado que apenas hoy conoció. Pero yo estoy feliz por ella, lo merece y se muy bien que el también, ya que se muy bien que es un buen chico.

Puedo imaginar como ella gime de placer mientras se muerde el labio inferior sentada encima del hombre mas afortunado de la noche, mientras lo mira fijamente desde arriba, con una sonrisa angelical que tanto la caracteriza.

Al cabo de dos horas salen de la habitación, tan sonrientes como enamoradizos, abrazados los dos, y en la sala, nadie pareció notar sus ausencias, ni mucho menos sospechar algo, la fiesta ya estaba terminando y ambos se despidieron: "Nos vemos" se dijeron, pero no fue 'un decir', alguna forma de despedirse de alguien, era literal, y había planeado volverse a ver incluso mientras tenían sexo.
Ella estaba boca arriba con sus piernas abiertas y el encima de ella, cuando le susurro "Te quiero volver a coger" y ella le dijo mientras besaba su cuello "quiero me me cojas de vuelta"

Al irme a dormir esa noche, sentí su aroma y no pude mas que masturbarme imaginándome que metía mi lengua dentro de su vagina y que ambas dormíamos juntas.

A partir de entonces, y durante los siguientes dos meses yo fui la responsable de este amor adolescente: Los cubría, les prestaba mi casa, les inventaba excusas creíbles para que le expliquen a sus padres por que esa noche no dormirán en sus casas, los aconsejaba, etc, etc.

Los gemidos de mi prima se escuchaban en toda mi casa cuando solo estaba yo y ella de rodillas con un macho atrás dándole tan duro como nadie, y no podía menos que excitarme y tocarme pensando en ella en la habitación continua.
Nuestros encuentros seguían ocurriendo, y cuando las dos nos masturbábamos (en ocasiones con consoladores) ella me relataba su experiencias con su chico, con una vos sensual, pausada, casi susurrada. Y como es lógico, yo me enloquecía de placer.

Pero algo me enloquecía mas: Seguir siendo una espectadora en esta relación. No, yo quiero involucrarme, quiero un papel central.


Cap 3

Hace dos semanas que no se veían, nunca habían estado tanto tiempo alejados desde que se conocieron, y como es lógico, la abstinencia de sexo no la aguantaban ninguno de los dos. Mi prima, por su parte, cada vez que se masturbaba en mi casa lo hacia con mas frenetismo que antes, ya casi no me miraba y tomaba posesión de mi consolador, el cual compartíamos. Eran 19 centímetros que entraban hasta el fondo mientras gemía a los gritos, tendida en la cama, como si alguien la estaría cogiendo desenfrenadamente. Ya había dejado de lado el romanticismo anterior.

Yo llegue hasta el punto, en la que mis dedos no eran suficientes, y le pido el juguete para auto-satisfacerme como lo necesitaba en ese momento. Ella acepta, pero lo que no sabe es que mi excitación y mi necesidad de meterme bien profundo algo en mi vagina lubricada hasta extremo es ella misma. Se acomoda enfrente mio y sonriendo me mira, observa todo mis cuerpo hasta llegar a mis ojos y no para de mirarme. Yo me masturbo, ella también. Que lindo, que placentero, que gratificante saber que hay alguien en el mundo en la que compartir un momento tan intimo, alguien en la que podes confiar.

Y es ahí cuando llega el momento que cambia todo, ella se acomoda en frente mio y cruza sus piernas en las mías, acerca su pelvis de forma en que nuestras vaginas quedaron a escasos centímetros de distancia. El espacio entre nuestras vulvas era tan mínimo que apenas cabían nuestras manos para hacer el trabajo, y con movimientos de cadera de arriba hacia abajo nos mirábamos fijamente mordiéndonos el labio inferior y respirando con profundidad al sentir el placer de nuestras dedos rozando nuestros clítoris .

Nuestro primer contacto. Era la primera vez que nuestros cuerpo calientes se tocaban, aunque solo fueran nuestras piernas. Era el momento mas excitante que de mi vida.

Nuestras manos se aceleran y es ella quien acaba primero, pero con mas violencia que nunca, sus chorros me empaparon. Siguió acariciándose unos minutos y dijo que tenia sueño. Al rato ya estaba durmiendo, pero yo, en la cama de al lado, continuaba masturbandome. Llegue al orgasmo dos, tres, seis veces y seguía con ganas, nunca había aguantado tanto y era por algo: Mi prima se excito conmigo, con mis piel, me toco, me sintió... y le encanto. Era cuestión de tiempo para, no solo sentir el contacto con su piel, sino su boca, el sabor de su vagina, el gusto de su flujo, el placer de su lengua adentro mio


Cap 4

Mi casa estaba sola, pero para que mi cama me llame y mis dedos -o ese pedazo de goma de 19 cm escondido en mi armario- me tienten faltaba mi prima: Sin ella ya nada tenia la excitación y el placer. Las masturbación, incluso el sexo se tornaban aburridos sin ella. Es que nuestros encuentros tenían algo especial, tenían su magia. Quizás era su belleza, quizás la tentación de probar lo prohibido, no se, pero la necesitaba.
La mande a llamar con nerviosismo, nuestro ultimo encuentro fue maravilloso y la simple idea de subir un nivel mas en mi fantasía me ponían ansiosa. Pero pensar en un rechazo me hacia sonrojar a mi misma.

Al cabo de media hora llega. Vestía una camisa suelta y veraniega atada a la izquierda de su cintura y que dejaba traslucir su corpiño, con un short deportivo que le marcaba su linda cola y dejaba ver que no llevaba nada abajo.
La noche era joven, quedaba todo por delante, pero cuando la vi pareció congelarse el tiempo, me pareció verla mas linda que nunca.
Seguramente por que ya tenia un presentimiento de como terminaría todo esto.

Casi automáticamente, se desprende la camisa y empieza a bailar, sin dejar de sonreír y mirarme, de a poco se la va sacando y en segundos, ya esta en topples bailando y marcando el ritmo con sus caderas.
Yo quede petrificada pero notaba como mi ropa interior se humedecía, y creo que no hay palabras para describir lo que sentí cuando se da vuelta, y agachándose, dejando su cola tan alta como podía, lentamente se bajaba su short, dejándome ver esas nalgas tan perfectas, y con una vagina que se veían en todo su esplendor.
Mi teoría en ese momento es que, como mis experiencias lesbicas no fueran muchas, no tenia tanto para comparar, pero hoy puedo decirlo con certeza: Jamas vi una vagina tan carnosa, rosada, grande. Tan tentadora. Hermosa por donde la mires.

Sin dejar de bailar se dirige al sofa de la sala, y recostada abierta de piernas, empieza a tocarse. Yo la acompaño, justo del otro extremo de modo que nuestras piernas se rozaban enfrentadas.
Al cabo de unos minutos, de nuestros dedos entrando y saliendo a la par y lentamente, ella se sienta y vuelvo a ver aquello que la hace mujer y sin dudar le digo "Que linda conchita que tenes" "¿Te gusta?" me pregunta, y yo, acercándome a ella, dirigiendo mi mano a su vulva y susurrándole en el oído le digo "Me encanta"

En ese momento lleva su mano a mi clítoris y me mete sus dedos medio e indice moviendolos con velocidad y frenètismo mientras me da el beso mas hermoso y sensual que haya recibido. Me mordía suavemente la lengua, los labios. Nuestros cuellos fueron el lugar perfecto para nuestras lenguas y nuestros besos que no se detendrían, mientras yo tocaba sus tetas, su concha, su piel.

Ella no dejaba un lugar en mi cuerpo sin tocar, mientras me masturbaba, parecía que había estudiado todos mis movimientos, por que sabia exactamente lo que me gustaba, lo que quería, sabia todo.

Era la primera vez que la sentía como yo quería. Tantas masturbaciones juntas, tanto placer, tantos orgasmos... el momento al fin había llegado y no se dan una idea de como latía mi pecho de la emoción.

De ahí, nos fuimos a la cama, y lo que ahí hicimos prefiero guardármelo para mi.
Hicimos cosas tan difíciles tanto de explicar como de reproducir nuevamente, y si habría una forma, el torbellino de emociones, placer y cosas innombrables se quedaran para siempre entre esas cuatro paredes... entre esas sabanas... entre nuestras piernas enlazadas.


Cap 5

Son las doce de la noche y mis pechos pegados al de ella, nuestras piernas cruzadas, mis dedos acarician su vagina, ella la mía, mientras nuestras bocas se encuentran en un beso desenfrenado y un pene dotado juguetea en mis nalgas mientras agarra mi cintura y sus labios besan mi espalda y mi cuello, y yo sigo pensando en lo hermoso que fue ese día.

La noche anterior fue nuestro primer encuentro sexual, encuentro que comenzó siendo romántico y sensual y termino en el sexo lesbico mas salvaje.
Amanecimos juntas abrazadas y completamente desnudas, ella encima mio, con nuestros pechos apretados entre si, al despertarme empece a tocarle su vagina y sentí como ella se despertaba y comenzaba a reírse para luego besar mi cuello con lentitud y dulzura.

Ella levanto la cabeza de forma en que pueda verme y me quedo mirando a los ojos mientras sonreía, esa mirada era propia de alguien que ve al amor de su vida.
Me besa en los labios y nuestras lenguas se encuentran al mismo tiempo que introduce sus dedos adentro de mi. Fue una masturbación mutua perfecta, yo con movimientos lentos, ella con violencia y velocidad, y con su otra mano estimulaba mis pezones y yo acariciaba su hermoso y virgen culito y esas nalgas tan voluptuosas que tenia la suerte de tener.

En ese momento, en la que era imposible imaginar que aquello podría mejorar, ella mete su pulgar en mi vagina y sus dedos indice y medio me los introduce en el ano. Fue inesperado, impredecible, excitante.
Yo estaba disfrutando demasiado como para concentrarme en masturbarla a ella, aunque mi mano izquierda seguía con movimientos circulares y continuos en su agujerito trasero casi por inercia, en ese momento ella me dice "¿Que esperas?" Así que no dudo en meterle dos de mis dedos adentro y escuchar sus gritos, tanto de placer como de dolor, pero con una fogosidad que me pedía que no pare.
Eso fue esta mañana y fue la mejor de mi vida.

Ahora ella esta en mi habitación con su chico, aquel que no veía hace dos semanas, mientras yo en el living, escucho sus risas y gemidos. Están disfrutando, de eso no hay duda.
Pero yo soy la única de esa casa que no lo estoy pasando del todo bien.
El silencio se hace en la casa, un silencio aturdidor, al cabo de un minuto o mas, escucho la puerta y un pene erecto, grande, tanto de grosor como de altura se acerca hacia mi. Yo sentada en el sofa, el ya enfrente mio y su verga a centímetros de mi cara, y el tocándome los labios con su pulgar me dice "Creo que hiciste demasiado por nosotros como para que te dejemos sólita acá ¿No?"
Yo me sonreí y lo mire con mi mejor cara de atrevida. Nunca había estado con un chico menor que yo, pero siempre hay una primera vez. Chupe sus testículos y pase mi lengua de la base hasta la cabeza de su pene, para luego metermelo entero en la boca.
Mientras me manosea toda, me tira contra el respaldo y empieza a sacarme los pantalones y la ropa interior, solo tenia una remera, sin corpiño, por lo que mis pezones quedaban a la vista del mundo.
Mi vagina quedo a la vista, y el me dice "Igual a de tu primita" Ese fue el mejor alago de mi vida, la concha de mi prima, tan carnosa y exuberante era lo mejor que vi.

Pero este muchacho no me penetra, solo apoya su cabeza en mi clítoris y lo empieza a estimular. Lo mueve, mete la puntita y lo saca. Yo solo quería que la metiera, que la metiera toda pero que no la saque nunca, y lo pensaba queriendo gritar "¡METEMA YA!"
Sin sacar la punta de su verga de mi clítoris, me saca la remera y mis tetas sueltas quedan debajo de sus manos que no paran de tocarlas, en eso su boca se acerca a la mía para besarme y su pene entra sin detenimiento hasta el fondo de mi organismo.

En unos minutos ya estoy a cuatro patas, gritando mas que gimiendo, cogiendo, mas que haciendo el amor. Pero de una u otra forma, disfrutando.
En eso mi prima ya estaba al lado nuestro disfrutando con sus dedos y eso hacia que yo me excite el doble.
Nos paramos las dos con la intención de ir a un lugar mas cómodo. Nuestras manos encuentran nuestras cinturas y nuestras lenguas se funden en una, mientras siento cuatro manos en mi cola.
Nos dirigimos a mi habitación mientras nuestro chico nos tocaba nuestras nalgas.

Y acá estamos, nuestros pechos pegados, nuestras piernas cruzadas, mis dedos acariciando su vagina, ella la mía, mientras nuestras bocas se encuentran en un beso desenfrenado y un pene dotado juguetea en mis nalgas mientras agarra mi cintura y sus labios besan mi espalda y mi cuello, cuando sin esperarlo un pene me desvirga analmente, y puedo decir que se siente mejor que aquel pedazo de goma escondido en mi ropero.
Las poses cambian y yo ya estoy sentada arriba de la boca de mi prima que me mete su lengua mientras un pene la penetra, se da vuelta y ahora yo estoy acostada boca arriba, ella a cuatro patas y su lengua adentro de mi concha mojada, cuando es desvirgado el segundo culito de la noche. Ella grita, ríe, gime, y pide mas. Sus gritos de placer me hacen desear que me cojan a mi también por el culo así que me pongo en cuatro y me da a mi también, duro por atrás.

Que lindo, que placentero y excitante, y que lindo sabor tiene la lechita fresca de nuestro afortunado saliendo como un rió por el culito de mi prima, chorreando toda su conchita, carnosa, rosada, grande. La mejor que vi en mi vida.


Fin

relato

1 comentario - Detrás de la puerta (Relato completo)

juan226 +1
Hermoso relato y más cuando te das cuenta que fue real mmmmmmmmm.......