Profesor particular

Cursaba cuarto de secundaria. La materia que me quedó colgada era Química. La profesora era infumable, y peor se puso mí mamá cuando supo que me la lleve a marzo. Todo el verano castigado, y con profesor particular todas las semanas. El verano pintaba muy embolante, al menos tenia el club. Entrenaba en la semana, y los sábados partido. Era un club bien de barrio, donde los pibes se juntaban a jugar al fútbol y los padres a distraerse. La pasaba excelente, menos por un detalle, mi apodo. Los de las categorías mas grandes, me apodaron la "Cola Reef". Siempre fui culón, el short de fútbol siempre me quedaba apretado en las nalgas, y ese sobrenombre evidenciaba que ya lo habian notado. Igual, sacando alguna que otra mirada de pajas, jamás paso nada y yo solo ignoraba el tema de mis pomposos glúteos.
  Volviendo al tema, el profesor estaba a unas cuadras de mi casa, podia ir caminando. Era el "Profe Mariano". Cuarentón, algo pelado, panza cervecera. Vestia siempre camisa. Habia acondicionado su garage, haciendo un aula, con pupitres y pizarrón. Ahi teniamos las clases particulares. Al comentarle mi escuela y mi profesora, enseguida supo que explicarme, incluso varios venian a su aula por la misma profe. Su explicación era tan simple, que en unas clases ya sabia resolver perfectamente cualquier ejercicio. Pero debia ir todo el verano, ese era mí castigo. Un dia, eramos pocos chicos, y todos se fueron antes, quede yo resolviendo una evaluación similar a la que me tomarían. Cuando entregué, debia esperar que me corrija y me diga en que me equivoqué. Todo estuvo bien, y como aún faltaba para que se cumpla la hora, nos pusimos a hablar de cualquier cosa. En un momento, un lápiz cayo de su escritorio, y me agaché a levantarlo. Sentí como su mano apreto bien mi culo. Me quedé congelado, no sabia que sentir.
  "Perdón, me tente!"- me dijo con una sonrisa cálida.
  -"Nadie te dijo que tenes linda cola?"
  -"No, pero me suelen cargar con eso..."
Pronto, la química se fue y la charla se enfoco en mi ogete. Pero era todo tan natural, que la incomodidad paso. El solo alababa mi cola.
  -"A ver, probemos algo, sentate acá" me dijo golpeando sus rodillas. Sin chistar obedecí. Apoye mis nalgas en su bulto, sin pensar, y sentí como su poronga se empezó a poner dura. Era algo mágico, se sentia muy bien. Me frotó, acarició y apretó. Pensé que iba a romper su pantalón, estaba durísima. 
  -"No aguanto más, parate" me dijo casi empujandome, y cuando me di vuelta, su pija estaba apuntandome. Era la primera vez que veia una en vivo y en directo. Antes que pueda reaccionar, se levantó de su silla, su poronga se me clavo en el tórax. Me miro desde arriba y me empujo de los hombros hacia abajo. Por inercia me arrodille, no sabia bien que hacer. Mi culo lo habia calentado tanto que ya no le importaba nada, y eso me gustó. Tenia miedo, pero también excitación.
  Me encontré con una verga erecta, con precum en el glande, moviéndose frente a mi cara, enchastrandome. Podia olerla, sentir su calor cuando se me frotaba en los cachetes o los labios. Me deje llevar e hice lo que vi en videos porno. Abrí la boca, y sentí su sabor. Me voló la cabeza. Era aterciopelada y muy caliente, muy dura. En la boca se sentia tan sabrosa, que a pesar de no haberlo hecho jamás, mostraba maestría en el arte de chupar pija. El profe solo gemía, sus manos se enredaban en mí pelo, y sus caderas empezaron un vaivén hipnótico. Cadera, verga, boca, cabeza, todo danzaba en una preciosa coreo morbosa. Sentí los latidos, podía sentirlo aún dentro de mi boca. Se preparaba para explotar, y yo ahi, expectante e ignorante a lo que se venía. Una de sus manos sujeto mi pelo con fuerza, su cadera empujó, y su falo me dio mi primera leche. Chorros violentos inundaron mi boca, escapándose por la comisura de los labios, al mismo tiempo que su pene dejaba mi succión, disparando lo restante de su carga en mi cara. El Profe exprimió hasta la ultima gota de semen de su pito, masturbandose en mi cara, pegandome y desparramando su jugo en mi cara. Se relajó, y su mano acarició mi cabeza, aún permanecia de rodillas. 
  -"Fue como me imaginaba, estuviste genial bebé"
  Intentaba procesar como paso todo, y como termine peteando al profe. Calculo que las hormonas propias de la edad ayudaron, pero estana en shock. Me invitó a lavarme la cara, pues pronto mí mamá llegaria a buscarme. Me prometió que la próxima repetiamos, pero que no diga nada. Todo fue culpa de mi culito de mina, que me acostumbre, me advirtió. Al parecer, mi verano no iba a ser tan aburrido.

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