Hace unos 10 años atrás era todavía un adolescente rebelde. Me encantaba no hacer nada de las tareas o exigencias de los profesores en la puta escuela, por mí, podían pudrirse tranquilos esos malditos.
Pero mí mente cambiaría gracias a Gustavo, mí profesor de educación física. Siempre desde que lo conocí tuvo buen trato con todos, pero conmigo un poco más frío.
Lo entiendo porque a veces no hacia los ejercicios físicos en sus clases. Siempre aislado de toda actividad, y yo pudiendo sentir su mirada furiosa sobre mí, viéndome como un pobre vago.
Casi a final de trimestre de 6to año de escuela secundario, no pude salvar la materia. Tenía otras pendientes que luego al año siguiente iría rindiendo, pero educación física me daba temor por lo que pensaría Gustavo.
Tomé la decisión de presentarme, pero el cabrón del profe me dijo que me la haría difícil. Ya apenas a los 5 minutos de ejercicios mí cuerpo estaba cansado y todavía restaban 15 más.
Él se me acercó y me dijo "Alexis, que decepción", su rostros reflejaba sus palabras en el patio escolar bajo el cielo nublado. Pero luego aclaró "voy a darte otra oportunidad, pero esta no solo será tu salvación, sino también te rectificara de por vida". Me dio un papel con la dirección de su casa y el día y horario para que vaya.
Ya habían pasado 4 días, y ahora estaba en camino a su hogar, solo y bajo la lluvia de ese lugar oscuro que podría varios callejones tenebrosos.
Al llegar me recibió, cuando abrió la puerta lo primero que vi fue a un hombre con cuerpo atlético y marcado, el pelo liso y castaño hacia la derecha, gestos soberbios en el rostro y vestido con una camisa ajustada negra y unos jeans blancos con detalles negros. Sus enormes pectorales decorados con collares dorados que hacían resaltar la belleza de su rostro.
Me invitó a pasar y llevó a la cocina el vino tinto que yo compré para compartir. Pasamos 2 horas hablando de cosas en su cocina, la cual tenía una luz tenue y un silencio realmente profundo.
Se paró y fue a la cocina a preparar el vino. Unosinutos después posó una copa al lado mío y se sentó a mí costado derecho del sillón mientras dialogaba. "Siempre hay chances para chicos como vos" dijo mientras tocaba mí pierna. "Tranquilo, ya estás aprobado por haber venido, pero creo que no deberíamos aburrirnos en esta fría noche", esas últimas palabras las sentí raras, sentía cansancio, me sentía aturdido, hasta que mis ojos se cerraron y me desvanecí.
Al abrir los me encontré en un galpón oscuro, con un foco en el techo y una vela roja a mí costado sobre una mesita de madera. Yo estaba desnudo y amordazado en un sillón rojo.
De la sombra apareció Gustavo. Desnudo, dejando ver sus abdominales y cada fibras de sus músculos. Su pene parecía de 24 CM bien hinchado y venoso apuntaba hacia mí. "Completemos la nota" declaró mientras me miraba con cara seria.
Sus manos me acariciaban mientras chupaba mí cuerpo y hacia círculos con su lengua en mis pezones. El calor de su tacto generaba un frío intenso en mí cuerpo, como escalofrío. Pero era un frío ardiente que hasta mí cuerpo sudaba y mí poronga se erectaba de a poco.
Me clavó un beso pasional y mientras jugaba con mí boca, levantó mis piernas y se puso a dar golpecitos con su martillo de carne. Cada golpe hacia sentir en mis piernas la suavidad de la cabeza de su pene que estaba toda mojada. Acariciaba suavemente mí ano y dejaba el rastro viscoso de su líquido preseminal sobre mí.
Luego se paró y coloco su verga en mí boca. Un manjar que no me entraba toda. Él me veía desde arriba y proyectaba una sensación de poder sobre mí, me sentía dominado y esclavizado. Tomo mí pelo y me la hacía tragársela más profunda. Al sacarmela hizo que toda mí saliva saliera y me mojara todo el abdomen.
Después se dirigió hacía un costado y agarró un par de objetos y los puso en una bolsa. Me liberó y me llevó a una habitación con cama. Allí siguió amordazandome está vez con hilos
En esa posición me introducía penes de goma en la cola. No sé cansó de dilatar mí agujero.
Sentí mí cuerpo extasiado y lleno de energía. Por todo ese rato me preguntaba cómo podía haber perdido mí tiempo toda mí vida con chicas, si los hombres son tan sexys, agresivos y pasionales, no quería finalizará nunca mí castigo. Era cómo vivir una fantasía que nunca tuve.
Pasó el rato remarcando cosas de mí conducta como alumno que no le gustaba y por las cuales decidió aleccionar mi cuerpo de esa manera.
Duró como unos 40 minutos. Sentí pena cuando acabó, seguía replanteando mí vida, mientras su semen corría por mí cara.
Mientras volvía a mí casa, sentí orgullo por haber sido esclavizado esa noche, nunca imaginé que sería tan placentero entregar mí poder a otro macho. Recordaba su cuerpo sudado y todo marcado haciéndome sentir deseado y sexy.
Así fue la noche más sexy de mí vida, pero con una gran lección sobre mis nalgas. Ya ahora no cometeré el error de seguir siendo egocéntrico y vago, pero daría todo por volver a ser abusado por mí profesor
Espero que lo hayan disfrutado!!🔥🍑🥒
Esta historia es un relato de mí amigo Alexis. Pronto contaré más que son personales y otras también muy interesantes que son de gente cercana🥰💗💗🍑
Pero mí mente cambiaría gracias a Gustavo, mí profesor de educación física. Siempre desde que lo conocí tuvo buen trato con todos, pero conmigo un poco más frío.
Lo entiendo porque a veces no hacia los ejercicios físicos en sus clases. Siempre aislado de toda actividad, y yo pudiendo sentir su mirada furiosa sobre mí, viéndome como un pobre vago.
Casi a final de trimestre de 6to año de escuela secundario, no pude salvar la materia. Tenía otras pendientes que luego al año siguiente iría rindiendo, pero educación física me daba temor por lo que pensaría Gustavo.
Tomé la decisión de presentarme, pero el cabrón del profe me dijo que me la haría difícil. Ya apenas a los 5 minutos de ejercicios mí cuerpo estaba cansado y todavía restaban 15 más.
Él se me acercó y me dijo "Alexis, que decepción", su rostros reflejaba sus palabras en el patio escolar bajo el cielo nublado. Pero luego aclaró "voy a darte otra oportunidad, pero esta no solo será tu salvación, sino también te rectificara de por vida". Me dio un papel con la dirección de su casa y el día y horario para que vaya.
Ya habían pasado 4 días, y ahora estaba en camino a su hogar, solo y bajo la lluvia de ese lugar oscuro que podría varios callejones tenebrosos.
Al llegar me recibió, cuando abrió la puerta lo primero que vi fue a un hombre con cuerpo atlético y marcado, el pelo liso y castaño hacia la derecha, gestos soberbios en el rostro y vestido con una camisa ajustada negra y unos jeans blancos con detalles negros. Sus enormes pectorales decorados con collares dorados que hacían resaltar la belleza de su rostro.
Me invitó a pasar y llevó a la cocina el vino tinto que yo compré para compartir. Pasamos 2 horas hablando de cosas en su cocina, la cual tenía una luz tenue y un silencio realmente profundo.
Se paró y fue a la cocina a preparar el vino. Unosinutos después posó una copa al lado mío y se sentó a mí costado derecho del sillón mientras dialogaba. "Siempre hay chances para chicos como vos" dijo mientras tocaba mí pierna. "Tranquilo, ya estás aprobado por haber venido, pero creo que no deberíamos aburrirnos en esta fría noche", esas últimas palabras las sentí raras, sentía cansancio, me sentía aturdido, hasta que mis ojos se cerraron y me desvanecí.
Al abrir los me encontré en un galpón oscuro, con un foco en el techo y una vela roja a mí costado sobre una mesita de madera. Yo estaba desnudo y amordazado en un sillón rojo.
De la sombra apareció Gustavo. Desnudo, dejando ver sus abdominales y cada fibras de sus músculos. Su pene parecía de 24 CM bien hinchado y venoso apuntaba hacia mí. "Completemos la nota" declaró mientras me miraba con cara seria.
Sus manos me acariciaban mientras chupaba mí cuerpo y hacia círculos con su lengua en mis pezones. El calor de su tacto generaba un frío intenso en mí cuerpo, como escalofrío. Pero era un frío ardiente que hasta mí cuerpo sudaba y mí poronga se erectaba de a poco.
Me clavó un beso pasional y mientras jugaba con mí boca, levantó mis piernas y se puso a dar golpecitos con su martillo de carne. Cada golpe hacia sentir en mis piernas la suavidad de la cabeza de su pene que estaba toda mojada. Acariciaba suavemente mí ano y dejaba el rastro viscoso de su líquido preseminal sobre mí.
Luego se paró y coloco su verga en mí boca. Un manjar que no me entraba toda. Él me veía desde arriba y proyectaba una sensación de poder sobre mí, me sentía dominado y esclavizado. Tomo mí pelo y me la hacía tragársela más profunda. Al sacarmela hizo que toda mí saliva saliera y me mojara todo el abdomen.
Después se dirigió hacía un costado y agarró un par de objetos y los puso en una bolsa. Me liberó y me llevó a una habitación con cama. Allí siguió amordazandome está vez con hilos
En esa posición me introducía penes de goma en la cola. No sé cansó de dilatar mí agujero.
Sentí mí cuerpo extasiado y lleno de energía. Por todo ese rato me preguntaba cómo podía haber perdido mí tiempo toda mí vida con chicas, si los hombres son tan sexys, agresivos y pasionales, no quería finalizará nunca mí castigo. Era cómo vivir una fantasía que nunca tuve.
Pasó el rato remarcando cosas de mí conducta como alumno que no le gustaba y por las cuales decidió aleccionar mi cuerpo de esa manera.
Duró como unos 40 minutos. Sentí pena cuando acabó, seguía replanteando mí vida, mientras su semen corría por mí cara.
Mientras volvía a mí casa, sentí orgullo por haber sido esclavizado esa noche, nunca imaginé que sería tan placentero entregar mí poder a otro macho. Recordaba su cuerpo sudado y todo marcado haciéndome sentir deseado y sexy.
Así fue la noche más sexy de mí vida, pero con una gran lección sobre mis nalgas. Ya ahora no cometeré el error de seguir siendo egocéntrico y vago, pero daría todo por volver a ser abusado por mí profesor
Espero que lo hayan disfrutado!!🔥🍑🥒
Esta historia es un relato de mí amigo Alexis. Pronto contaré más que son personales y otras también muy interesantes que son de gente cercana🥰💗💗🍑
0 comentarios - Mí profesor alecciona mí culo como nadie🍑💣