Prólogo

Este relato no es mio, lo encontre en un blog y decidí compartirlo, abajo esta la direccion del blog

Soy Susana una chica catalana de 19 años, mido 1.47m peso unos 47kg castaña con el pelo larguito escalado con flequillo, con una cara de niña inocente de ojos marrones claro buena cintura vientre plano culito ancho en proporción al resto del cuerpo, algo blandito pero muy firme. Siempre tuve problemas con mis padres, desde joven salí con chicos y eso les molestaba mucho, aparte de que ellos siempre fueron demasiado conservadores y yo una rebelde que siempre buscaba llevar al límite todo lo que hacía. Desde que tenía 17 años juré que en cuanto cumpliera los 18 me marcharía de casa, todo sucedió cuando me lesioné en uno de mis entrenos de boxeo, mi entrenador siempre quiso que compitiera, pero mis padres me lo prohibieron, otra razón más para escapar de esa casa. Tuve que pasar un par de meses haciendo reposo y luego mis padres me impedían hacer cualquier tipo de deporte, vivir en esa casa cada vez se me hacía más difícil.
Una fría mañana de enero con la mayoría de edad recién cumplida recogí todo el dinero que tenía ahorrado junto a cuatro trapos, mi ordenador portátil, mi cámara réflex y mis guantes favoritos, para irme a la estación de tren vestida con unos leggins bastante calentitos una camiseta de cuello alto, abrigo y con unos botines marrones, mientras caminaba oyendo solamente el ruido de mis zapatos de tacón al andar me dirigí a la taquilla.
-Buenos días, ¿Cuál es el tren que sale antes? -Pregunté decidida.
La mujer se extrañó un poco y me respondió tras mirar el ordenador –A las 6:15 sale uno a Barcelona, a las 6:18 uno a Zaragoza, y a las 6:21 uno a Sevilla.
Puesto que me apetecía irme lo más lejos posible decidí esperar un poco y escapar a Sevilla. Le pagué a la mujer y me fui al andén al tren. Llegó bastante puntual, el viaje se me hizo muy largo porque no dejaba de pensar cómo me lo haría para sobrevivir, pero ya tenía un par de ideas. Nada más llegar me bajé del tren rápido cómo si alguien me esperase, pero no era así. Busque por la zona cercana de la estación una cafetería que tuviera WI-FI, entre y me pedí un café y saque el portátil, mientras disfrutaba de mi café empecé a buscar piso, no podía permitirme un alquiler, pero si compartir un piso de estudiantes, no necesitaba mucho para empezar. Llamé al primer anuncio que me pareció decente.
“Se busca compañera de piso en zona Macarena 75 m2, calefacción, 3 habitaciones, 1 baño. 116€ Escalera, agua, gas, electricidad incluidos.”
- ¿Si? - Contestó una chica joven con una voz de estar medio dormida.
-Buenos días, llamó por el piso que alquilas, ¿está bien?
-Sí claro, somos dos chicas muy tranquilas estamos estudiando medicina y buscamos alguna otra estudiante no muy alocada.
-Bueno, ¿y podría venir ya esta misma noche? -pregunté ya entusiasmada.
-No, esta noche no podría ser, pero podría ser esta misma semana.
-A bueno pues lo tendré en cuenta, gracias.
Busqué un poco más y encontré otra oferta.
“Se busca compañero/a en zona Alameda 65m2 2 habitaciones, 1 baño. 80€ Gastos aparte.”
-Emmy, ¿quién es? - contesto una voz grave mientras gruñía.
-Hola llamo por lo del piso.
-Ahí… bueno si te interesa…-dijo bastante despreocupado.
-Me interesaría venirme a vivir hoy
- ¿Sin ver el piso?
-Hombre si quieres voy ahora y decido.
El chico aceptó y me guio para llegar desde la estación, mientras caminaba por la calle distraída me fijaba en las tiendas para irme familiarizando con la ciudad. Llegue al piso, era un edificio de 4 plantas y un solo piso por planta, sin ascensor y bastante viejo.
El chico que me abrió tendría unos 25-30, alto delgadito, con barba de 3 días, cara de no haber dormido y vestido en chándal.
-Eres la chica que llamo, ¿verdad? - preguntó de nuevo con una voz muy grave.
-Si claro- dije mientras pasaba con mi maleta.
Paseamos por el piso y me enseño mi futura habitación, una cama y un armario no había mucho más pero no podía quejarme.
-Bueno, no hay más que enseñarte, por cierto, soy Fernando.
-Encantada, yo soy Susana, Susy vamos, pero si me ha gustado ¿puedo quedarme ya?
-Bueno págame un mes por adelantado y listo.
Saqué la cartera y le di el dinero, llevaba bastante dinero en efectivo. Y tras acomodar mi equipaje me fui al pequeño salón a mirar la tele junto a mi nuevo compañero de piso.
- ¿A qué te dedicas? - me preguntó curioso.
-Pues ahora a nada, ¿y tú?
-Estudio enfermería en la universidad.
-Mmm tendré las mañanas libres, toda la casa para mí- dije bromeando, pero ese era parte de mi plan.
-A mí con que me avises antes de traerte un tío a casa jajaja…
-Por cierto ¿los gastos a parte suben a mucho?, porque se me ocurre que como tengo todo el día libre puedo hacer las tareas y rebajar esos gastos.
-Mmm- meditó un segundo- no eso no, pero si quieres podría comprar yo la comida y tú la cocinas, la comida es un gasto importante.
-Bueno, si te va bien…
-Sí, mi madre me da la comida así que perfecto, jajá, tú te ahorras tu parte y yo el cocinar.
Pasamos el día tranquilo y cuando me desperté por la mañana tenía toda la casa libre, me fui a desayunar y cuando estuve lista encendí el ordenador y me metí en un chat, sala de contactos y pensé un Nick sugerente, “LolitaCam”, en menos de un minuto se me colapsó la pantalla de gente queriendo hablarme. Tras descartar algunos que se pensaban que lo hacía por el amor al arte conseguí hallar a uno que estaba dispuesto a pagarme 20€ por mostrarle mi cuerpo desnudo. Le puse la cámara para que pudiera confirmar que era una mujer bastante atractiva y cuando me dio el visto bueno me hizo una transferencia por PayPal, en cuanto la recibí me aparte del teclado enfocándome casi todo el cuerpo y empecé a desnudarme.
- ¿Te gusta lo que ves, muchacho? -pregunte moviendo mis caderas de lado a lado mientras bajaba sensualmente.
En el ordenador aparecían sus palabras
-Si guarra, vamos quítatelo todo que ya la tengo durísima.
-Me gusta ir lenta- Respondí bajándome las bragas, por último.
85B de pecho bastante redondas con el pezón rosado muy claro con una aureola casi blanca pero rosita muy pequeña también, y un coño cerradito depilado con una muy corta línea de vello sobre él.
Me agarraba las tetas pellizcándomelas, y frotándome los pezones que enseguida se endurecieron.
-Date la vuelta a ver.
Me gire mirando todo el rato a la pantalla.
-Échate hacia delante que no te veo bien
Obedecí levantando el culo y mostrándoselo todo.
-Niña con esas nalgas tan gordas no te veo ni el coño, apártatelas que te vea bien.
Tiré de mis nalgas fuertemente hacia los lados mostrando mi ano estirado por la tensión que producían con mis manos y mi coño ya húmedo.
-OO. si perra, ladra un poquito y mueve ese culo.
-Guau guau guuuauu- ladraba mientras me estrujaba las nalgas cerrándome y abriéndome el culo, dando algún leve azote.
- ¿Tienes algún vibrador o algo?
-No, además eso te costaría más caro, te crees que me voy a masturbar por ese precio.
-Mierda estoy cachondisímo, ¿cuánto pides?
-50, y me tendrás que dar 30 minutos para irlo a comprar.
-Te doy 50, pero si lo haces ya.
-No, no puedo. -dije desesperada
-Un plátano, un pepino o lo que quieras.
Me fui a la cocina y volví con un plátano –Espero la transferencia- dije mientras me sentaba de piernas cruzadas y pasando el plátano por mis labios.
- ¿Te ha llegado ya? -repetía cada dos por tres hasta que le confirme el pago.
-Buen chico, vas a ver algo muy bonito- eché hacia atrás la silla y apoyé una pierna a cada lado del PC mostrándole mi coño perfectamente centrado en la cámara. Mientras frotaba el plátano por los labios de mi coño el desconocido escribía más y más groserías. En cuanto ya me lo metí él ya se había corrido, pero aun así quiso quedarse a acabar de ver lo que pagó, yo gemía mucho más de lo normal exagerándolo para ponerle más cachondo. En cuanto me cansé fingí un fuerte orgasmo y luego me comí el plátano mirando a cámara, en una hora había ganado 70€, podía conseguir mucho dinero así e incluso me podía permitir de trabajar solo los días que me conviniera. Ese mismo día conseguí 110€ más, pero me gasté 200, en un sex-shop local comprándome unas bolas chinas anales, un strap-on con un consolador desacoplable, y varios botes de lubricante. A los 15 años tuve una experiencia con una chica mayor y probé el strap y no había tenido una experiencia mejor hasta entonces, pero en mi casa no podía esconder eso.
Me pasé varias semanas solo masturbándome y cocinando, no tenía nada más que hacer las tardes se me hacían aburridísimas pues con Fernando en casa no podía hacer nada. Con el tiempo fui perfeccionando el sistema, hasta llegar a elegir un tipo de público más agradecido, cambiando mi Nick a “AmaCam” conseguía atraer a hombres capaces de pagarme mucho más por solo insultarles, y reñirles mientras me miraban desnuda, algunos querían verme con el strap e incluso alguien llego a proponerme quedar por una suma de dinero bastante elevada, pero renuncié todo tipo de encuentros a excepción de uno.
Una mañana como otra cualquiera una mujer me habló “Señoritasum”
-Buenos días Ama, permítame preguntarle una cosa será rápido.
-Adelante- le conteste extrañada, era la primera mujer que me hablaba.
-Me gustaría quedar contigo, estoy dispuesta a desplazarme y seré muy buena con usted.
-Solo hago shows por cam, si quieres eso me avisas si no adiós.
-Bueno vale, ¿cuánto por uno?
-20 por verme desnuda, 50 si me masturbo y otras cosas a parte- dije tras mandarle la dirección donde hacer el pago.
En menos de 5 minutos ya tenía 50€ ingresados y ambas encendimos la cámara, ella era una mujer de unos treinta y largos, bajita pero aun así más alta que yo, debería medir un metro cincuenta y algo, de pelo largo hasta los hombros rizado y castaño muy claro, bastante regordeta, con unos pechos que parecía que se ahogaban en esa estrecha blusa.
-Mmm no estás mal perra-dije haciéndole un repaso visual.
-Gracias ama, ¿está segura que no quiere venir y hacérmelo en persona?, vivo cerca de Sevilla, pero me puedo desplazar a donde usted me diga, por favor.
-Mm de momento muéstrame esas dos tetas que tienes…. Vamos ya estas tardando- grité autoritaria al ver que dudaba un poco.
-Perdón Ama- dijo sacándose el sujetador y la blusa y agarrándoselas por la base.
-Tienen pinta de que pesan mucho, te cuelgan he cerdita, cuando te pones a 4 patas seguro que rozan el suelo.
Yo aún conservaba mi ropa, pero ella ya estaba bien cachonda, sus pezones eran grandes y morenos y estaban duros y respingones, con una aureola grande como una galleta.
- ¿Llegas a mordértelos? -pregunte sonriendo.
Ella se agarró un pecho y se mordió fuerte su pezón consiguiendo que se pusiera mucho más duro y saliente. Mientras lo hacía yo fui quitándome la ropa y preparándome, bien abierta de piernas en la silla mostrándole que había.
-Quiero que me pongas cachonda, no puedo masturbarme mirándote, muéstrame tu coño, penétrate con algo, quiero verte gozar conmigo.
-Si señora- se fue y en breve volvió completamente desnuda y con un vibrador en la mano.
Tenía bastante vello púbico, una mata oscura muy bien definida y bien cuidada.
Sin preguntar ni nada se metió en vibrador entero de golpe y lo encendió dejándolo a su antojo dentro de ella, mientras gemía. Al verla así empecé a mojarme y a pasarme los dedos por los labios buscándome el clítoris. La mujer gemía y gozaba a más no poder mientras el vibrador se removía por su coño alocadamente y ella se masajeaba los pechos.
-Por favor Ama, ¿podría correrme? - Preguntó con la voz temblorosa.
-Aguanta un poquito para mí. -Le respondí sonriendo.
-Sí, sí señora…
Al poco rato empezó a temblar y no pudiéndolo retener más se corrió pidiendo perdón. Y jadeando preguntó: -Y bien señora, me permitiría poder hacerle una visita y complacerla, le pagaré bien.
-Mañana estaré por Sevilla, podría pasarme por su casa, pero no tengo mucha experiencia real con mujeres.
La chica me dio la dirección y me propuso un pago de 100€ por unas 2 horas, me pareció perfecto así que acepté.
-Veras mañana trabajo de noche y tendrías que venir de 6 a 8 de la mañana, además tengo gustos bastante extraños.
-Bueno no tengo problema con el horario, ni con tus gustos, pero dime si he de llevar algo.
-No nada, ya tengo de todo cariño te espero mañana en mi casa.
Al día siguiente me presenté ahí puntual, vestida con unos pantalones tejanos ajustados y un jersey de lana bastante holgado, me abrió la puerta completamente desnuda.
-Hola Ama- dijo estupefacta mientras se arrodillaba.
Al entrar ella espero sentada como una perrita mi llamada.
-Vamos- dije sonriendo mientras me quitaba el jersey.
La mujer empezó a gatear hacia mí moviendo su grande culo de lado a lado a cada paso que daba, para cuando me desnudé ella se puso entre mis piernas a olerme el coño como una perrita riéndose, sin lamerlo aún.
-Parecía usted más alta en el ordenador Ama, pero la prefiero así.
- ¿Cuáles son tus gustos perrita?, ¿te pongo un collar y te paseo? Jajaja.
-No, ese no es…-pero si te gusta puedo ir a comprar una correa o con un cinturón también me sirve.
-No guapa, vamos a lo tuyo.
Ella gateo hasta mi culo y arrodillándose se puso a lamerme el culo amorrando sus labios alrededor de mi ano y pasando su lengua una y otra vez con muchas ganas.
-Ammm, ahí mm uff- no me la esperaba y me pilló de improviso, me puso a cien en un momento.
- ¿Eso era?, eres una perrita lameculos tampoco es tan raro.
Le sujeté la cabeza por la nuca presionándola contra mis nalgas y moviendo mi culo de lado a lado, mientras gemía llamándola perra. Por un momento paró y le grité.
- ¡No pares sucia perra!
-Ama, espere ahora vengo, por favor espéreme.
Se fue de la sala gateando, mientras no perdía detalle de su culo huyendo me empecé a acariciar el coño con suavidad. No tardó mucho en volver con una mordaza colocada en la boca, y un strap y unas esposas en cada mano.
- ¿Sabe usar esto? -preguntó tímidamente.
Se lo cogí de las manos y me coloqué el strap, y jugando con las esposas le pregunté.
- ¿A dónde te esposo perrita?
Ella se arrodillo colocando ambas manos en la espalda. Y yo le ate las manos entre sí mientras paseaba un dedo por su espalda.
-Hazme lo que quieras- susurró extasiada.
-Mmm, espero hacerte arrepentir de lo que has dicho- dije agarrándole de la melena y girándola arrancándole la mordaza.
Mientras le pasaba el pene de goma por su boca ella trataba de lamerlo, pero se lo quitaba malvada, y en cuanto quise se lo clavé de un golpe, hasta la garganta viendo como le caía una lágrima por la mejilla. Empecé a metérsela y sacársela violentamente llenándola de baba toda la cara. Cuando le dejaba respirar, cogía aire agitadamente y sonreía.
- ¿Quieres que te folle? - le pregunté pajeando el strap lubricado con su saliva.
-Si Ama por favor, por favor…
Le puse la mordaza de nuevo mientras seguía hablando.
-Vamos insinúate como la cerda que eres.
La mujer apoyó su cabeza en el suelo mientras estaba arrodillada, separando levemente sus piernas dejando vía libre para entrar.
-Bonita vista- dije apartándole las nalgas y acercando el strap a su coño.
En cuanto notó la punta sobre sus labios empezó a gemir, gritos que eran ahogados por la bola que llevaba en la boca. Agarrándome a su flácida cintura empecé a bombear, a cada penetrada desplazaba a la mujer un poco más hacia delante, arrastrando su rostro por el suelo mientras no paraba de babear y gemir. No pude evitar agarrarle ambas tetas pegando mi cuerpo a su espalda, y susurrándole al oído:
-Eres muy buena chica, te estás portando muy bien, si sigues así cumpliré todos los caprichos que me pidas. Pero ahora quiero probar a metértelo por otro lado jefe.
Le saqué el consolador del coño, empapado en sus flujos y esta vez con más cuidado lo fui deslizando por su culo que a pesar de esas enormes nalgas era muy estrecho. En cuanto se lo metí entero, pude observar cómo me miraba llorando y a la vez gozando.
-No llores mujer que aún no he empezado- dije frotándole el coño con dos dedos.
Llevando los dedos a mis labios empecé a lamerlos y volverlos a meter en su coño esta vez más hondo. Y así hasta que se corrió agitándose salvajemente y empapándome la mano en sus fluidos vaginales. En cuanto se acabó de correr le saqué la mordaza y pasé la mano por su cara impregnándola del olor de su propio coño mientras trataba de lamérmela.
-Vamos solo te queda tiempo para un último capricho, pero antes limpia esto no querrás guardarlo sucio, ¿verdad? -dije señalándole el strap.
Se incorporó y apoyo su cara contra él y empezó a lamerlo.
- ¿Te gusta como sabe tu culo?
-Prefiero el suyo Ama- dijo sin dejar de lamerlo.
-Buena chica-le dije acariciándole la cabeza como a una perra. -Dime que es lo último que he de hacerte que me he de ir.
Muy roja contesto-Quiero que se mee encima de mí.
- ¿En tu boca?
-No, en mi cara, en mi pelo, por todo mi cuerpo, quiero oler a pis de mi Ama todo el día.
Apartando el strap ya limpio me puse delante de ella.
- ¿Lista?
Ella asintió con la cabeza y empecé a lanzar un chorro de mi dorada orina directo a su cara, mientras ella cerraba los ojos y la boca yo me iba moviendo tratando de mojarla toda entera.
-Vamos abre la boca, quiero ver cómo te lo bebes.
Ella sacó su lengua y yo pegue mi coño a ella, mi pis salía a tanta presión que rebotaba en su lengua y luego le empapaba toda la cara, además yo me movía golpeándole con el coño en la cara, nunca había hecho eso y estaba a cien, me sentía tan poderosa. En cuanto acabé le agarré la cabeza con ambas manos y empecé a frotarme contra ella.
-Límpiame el coño, a mí no me gusta tener el coño sucio como tu perra.

Ella sacaba la lengua y se relamía, pero la hora de irse llego, la desaté, me pagó, le di mi número de móvil y me fui, aunque ella siguió desnuda y mojada, frotándose el coño retorciéndose en el charco de mi orina.

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