no pense levantarme tan caliente

Abrí mis ojos esa mañana muy excitada, mi conchita estaba mojadita y me pedía algo de satisfacción. Me levante bastante antes de que sonara el despertador, y muy calladita y en silencio tome del cajón donde guardo mi ropita intima, un hermoso conjunto de lencería nuevo que me había comprado, especialmente para este tipo de ocasiones. Fui a la cocina y preparé todo para hacer un gran desayuno y cuando tuve todo listo me encerré en el baño para arreglarme. Primero me metí en la ducha, mientras el agua recorría mi cuerpo depilé perfectamente mi conchita dejándola inmaculada totalmente depilada como la de una virgen niñita, enjaboné cada milímetro de mi cuerpo con un jabón a base de aceite de rosas que dejó mi piel impregnada del inconfundible aroma a rosas, me seque me pare frente al espejo y me maquille perfectamente, pero sin exagerar usando un maquillaje en delicados tonos pasteles, para solo resaltar bien mis ojos con una sombra color negro azabache y mis labios con un labial de un tono rojo pación súper brillante. Rocié la lencería nueva con un suave roció del perfume que le encanta cuando lo uso a Alberto y me fui vistiendo con la delicada lencería de color blanco como la nieve, prestándole mucha atención a todos los pequeños detalles, me coloqué las medias con ligas perfectamente alineadas y a la misma altura justo a la mitad de mis muslos, luego me coloqué la chiquitísima tanguita de fino y transparente encaje, cerciorándome que cubriera muy bien toda mi perfumada y recién depilada conchita para luego acomodar perfectamente el fino hilito trasero de mi tanguita haciéndolo desaparece entre mis nalgas, me acomode el liguero en mis caderas justo por debajo de mi ombliguito y cuando lo tuve rodeando perfectamente mi pancita lo conecte abrochándolo cuidadosamente a las ligas de las medias y por ultimo pero no lo menos importante me coloque el hermoso sostén también de delicioso encaje blanco totalmente trasparente, acomode mis grandes tetas perfecta y cuidadosamente dentro de las copas para que se trasparentaran perfectamente mis pezones, los cuales rose y masajee con la yemita de mis deditos para dejarlos perfectos, duritos y paraditos, corrobore todos los detalles mirándome minuciosamente al espejo y decidí ya estar lista, igual que una hermosa novia preparada para su gran noche de bodas. Me calcé unos zapatos color blancos de taco aguja altísimos y salí del baño pasé por la cocina prepare una gran bandeja con el desayuno para Alberto y segundos antes de que sonara el despertador de Alberto me pare junto a Alberto a un lado de nuestra cama.
Apenas comenzó a sonar el despertador apreté el botón de apagado para cambiar el irritante sonido del despertado por un ¡Buen día mi amor! ¡Es hora de abrí tus lindos ojitos! Para que el despertar de Alberto sea lo más placentero posible, apenas Alberto abrió sus ojos no entendió bien lo que yo tenía preparado para él esa mañana, pero apenas se dio cuenta y me vio así vestida y perfumada intento saltar de cama en busca de mi cuerpo casi desnudo, se lo impedí haciéndole entender rápidamente que le había prepara un delicioso desayuno para que él lo tome en la cama se sentó en la cama le acomode la bandeja y mientras mi amor comenzó a desayunar yo me recosté en la cama puse mi cabeza en sus piernas y con mi mano sobre las sabanas le comencé a acariciar su pene para ponérselo durito y listo, sentía su delicioso miembro crecer bajo las sabanas disfrutando todas mis caricias, en pocos minutos ya dio por terminado el desayuno y pretendía algo más delicioso yo saque la bandeja de la cama la deje en el piso de la habitación e inmediatamente subí a la cama donde me esperaba Alberto arrodillado y con su miembro totalmente erecto, nos besamos intensa y apasionadamente mientras Alberto acariciaba mi vagina haciéndola humedecerse yo desabroche mi sostén para dejar mis pechos desnudos. Alberto me hiso acostar en la cama boca arriba y delicadamente me quito la tanguita, separo mis piernas y comenzó a lamer mi vagina deliciosamente, su boca y su lengua me hacían estremecer de placer para hacerme llegar en pocos segundos a un delicioso orgasmo, rápidamente le hice saber que me moría de ganas de mamarle la verga, él se arrodillo en la cama y me ofreció su verga dura e hinchada yo en cuatro patitas como una leona inmediatamente me metí su verga en la boca, y Alberto con el típico movimiento de su pelvis comenzó a cogerme la boca deliciosamente, se detuvo y fue mi turno, sin mis manitos solo con mi boca le comencé a hacer una hermosa mamada mi saliva cubría su miembro mientras se lo chupaba hambrienta metiéndomelo todo entero en mi boca, comencé a acariciar y apretar sus testículos con mi manito sin parar de comerle la pija. Se la chupe hasta que mi deseo de ser penetrada fue incontrolable y yo misma me acomodé boca arriba en la cama separe mis piernas y le roge por fervor que ya me cogiera, el tomo mi pierna izquierda se la coloco al hombro y enterró su dura verga en mi mojada conchita, me la metía y me la sacaba yo gemía y gritaba de placer, le pedía que no se detuviera que no parara de cogerme y que me apretara las tetas con sus manos hasta que acabe otra vez intensa y deliciosamente, cambiamos de posición para que Alberto pudiera penetrara mi conchita desdés atrás en la posición de cucharita a los pocos segundos ya estaba lista para volver a deshacerme en otro orgasmo intenso y delicioso pero deseaba sentir todo el miembro de Alberto bien profundo dentro de mí, eso hace que mis orgasmos sean increíbles así que volvimos a cambiar de posición en la cama, él se colocó boca arriba y yo me monte en su verga dándole la espalda, mientras Alberto me sostenía por mi cintura yo me sentaba sobre él, clavándome con fuerza toda su verga hasta el fondo de mi vagina yo gimiendo como loca logre alcanzar ese maravilloso orgasmo que buscaba. Cuando caí desplomada sobre su cuerpo, Alberto rápidamente me hiso girar para que quedara como una ranita con la conchita bien abierta y levantadita sobre la cama para volver a penetrarme enérgicamente, disfrute su miembro penetrándome hasta que descargo todo su semen caliente en el interior de mi conchita. Ambos totalmente sudados y exhausto de placer nos abrazamos y nos besamos muy apasionadamente revolcándonos en la cama, hasta que Alberto Tuvo que dejar nuestra cama para prepararse e irse a su trabajo.

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