Los peores amantes: Capítulo IX

Capítulo IX: Pajeros y morbosos
 
Al escuchar esas palabras después de haberle hecho la cola, casi que estuve a punto de reconocerle que yo también podía confirmar mi adicción hacia ella. Si somos realistas, a cada paso que dábamos, era entendimiento total. Palabras que decíamos las compartíamos, gustos en la cama que nos hacían conectar inmediatamente. No fue por hacérmela de macho que no le reconocí la misma adicción, sino por cautela.
 
Luego de esa hermosa cogida que nos dimos, nos fuimos a bañar, jugamos, obvio, pero muy tranqui, yo aproveche para ver cómo estaba ese culito.
 
- Lavate bien que ahora sigo, escuchaste? –le avise con un buen chirlo en el culo mientras ella enjuagaba sus tetas.
- Vos estás loco! –abrió grande los ojos y se reía– Ya me lo cogiste! Le tenes que dar descanso!
- Semejante culo que tenes y quiere descanso??? Pense que te la aguantabas… bah, siempre te hacías la que te aguantabas todo! –le pinchaba un poco el orgullo.
- Obvio que me la aguanto, pero si te lo doy todo el tiempo te vas a aburrir de mi muy rápido.
- Mmmmm… me parece que es puro chamuyo… –le dije con el ceño fruncido– Date vuelta…
 
No puso reparos, enseguida se dio vuelta y se puso contra la pared, le gusta tanto e interpreta tan bien las cosas, que solita sacó cola y abrió un poco sus piernas. Yo primero me hice un paso atrás, me encantaba observarla y ella lo sabía. Me agache, le di un buen beso en cada una de sus nalgas y las acaricié.
 
- Y como está la colita? –le pregunte– Te molesta?
- Mejor de lo que pensaba, molesta pero soportable, nada mal, bastante bien diría… Por qué?
 
No le respondí, abrí suave su cola para ver cómo estaba, y se notaba aún dilatado, lógico, uno cuenta lo que paso pero no es fácil dimensionar el tiempo que ese culo estuvo recibiendo pija, y la verdad que fue maravilloso lo que se aguantó. Pase mi dedo por su conchita que siempre está largando jugos y luego por la cola, Bea enseguida lo sintió, le quedo sensible.
 
- Despacito que lo siento mucho… –levanto su cuerpo en puntas de pie.
- Por eso sacas más cola putita? Lo sentís pero queres? –mi dedo entro apenas.
- Mmm… Mmmmm… jajaja, haces que me entregue…
- Todavía estás con leche adentro mi vida, te vas a ir así con tu marido?
- Sos morboso hijo de puta… como te gustaría no? –decía riéndose. Bastante morbosa es ella también.
 
Se dio vuelta, yo atiné a levantarme pero me agarró de los pelos y puso mi cara en su concha, obvio me prendí de una, que mejor que me quiera obligar a chupar lo que más me gustaba! Me quede chupándole la conchita mientras ella seguía enjuagándose, note que se lavaba bien la cola, seguramente no quería dejar rastros.
 
Ya una vez en la cama nos sentamos casi en el centro frente a frente, ella encima de mí nuevamente con sus piernas por detrás de mi cintura, abrazándome, pero rápidamente abrí mis piernas y la baje, dejándola sobre la cama, con nuestros sexos enfrentados pero sin contacto. Nos estábamos besando, nada frenético, eran besos más bien afectuosos, difícil de despegarnos, y nuestras manos no tardaron en buscar al otro. Cuando toque su vulva estaba jugosa, mis dedos deslizaban sin problemas, ella se agarró de mi verga de manera suave, delicada, cubriéndola toda pero sin generar fricción.
 
- Vamos a hacer a tiempo a otro más? –me pregunto despegando su boca– o ya nos tenemos que ir?
- No sé, ni idea que hora es, pero hasta que no suene el teléfono avisando que se termina el turno ni me quiero fijar –le respondí.
- Que no suene entonces… –escupió su mano para no hacerme la paja en seco y se lanzó nuevamente a besarme.
- Despacito, no te apures… –la frene antes de que me bese.
- Que? Te duele? –me miró extrañada.
- No, no, pero necesito primero algo dulce –cuando le decía eso estaba pasando casi toda mi mano por su concha, empapándola bien– Tenes algo?
- Si, junta que hay –me dice con voz de trola y exhalando cuando sintió el fuerte toque.
 
Ante su atenta mirada me lleve la mano a la boca para saborear cada hilo de miel que se formaba entre mis dedos, eso la puso un montón, que no me dio tiempo ni a sacar la mano de mi boca que ella unió la suya y su lengua atacaba de igual manera mis dedos como mi boca.
 
Su mano me hacía una paja hermosa, y yo a ella le pagaba con la misma moneda, nuestros sexos se fueron acercando, nuestras manos ya se tocaban, chocaban o cruzaban en distintas ocasiones, sentía el calor de su concha y esa humedad también terminaba cuando por su jaleo mis huevos la tocaban. Separamos nuestras bocas una vez más, ambos nos mirábamos como poseídos, nos masturbábamos uno al otro sin piedad ya. Mis dedos entraban y salían y ella aprovecho a frotar mi pija por su clítoris, estaba sacada.
 
- Como me pones la concha Fede… Mira lo mojada que la tengo! –su cara estaba desencajada, y la velocidad con la que frotaba toda mi pija apoyada en su concha era cada vez mayor.
- Nos ponemos a mil los dos, somos dos calentones… –mis dedos seguían el ritmo que ella marcaba, ella movía su culo adelante y atrás, no tarde en que uno de mis dedos vaya a parar a ese culo comilón.
- Ayyyy… se siente! –entro como si nada, aún lo tenía abierto.
- Te gusta putita… que pajerita que sos… –la agarre del cuello con la mano libre y la empujaba más violentamente hacia mí.
- Si, seguí… Queres cogerme? Me la queres poner? Ponemela! Necesito sentirla otra vez adentro! –en serio que estaba sacada, demasiado caliente, ya su cara lo decía y su voz lo confirmaba.
- Disfruta la paja putita, cogete mis dedos… movete…
 
No aguanto más y aprovechando que ella tenía control sobre mi pija se corrió un poco para atrás, dejo la pija abajo por completo y se volvió a tirar adelante para quedar penetrada, una cara de satisfacción y alivio la abordo, estaba ida. Entrelazó sus dedos detrás de mi cuello y así se sostuvo.
 
- Ayyy siiiiii!!! Ahora siiii… Qué lindo!!! Que pija Fede!!! No me la saques por favor!!
- Movete mi vida, cógeme, dejame seco… –me empezó a contagiar y yo tampoco ya me frenaba con nada.
- Me sentís?? Sentís como me pones la concha???
- Se te siente todo, tenes el culo empapado de tanto jugo… –le presione con un dedo su entrada.
- Seee vos me lo pones así… Meteme el dedo, dale, sé que te gusta así… cógeme el culo también…
- Toda te voy a coger por ser tan putita… –la empuje más hacia mí, fuerte, era un vaivén bastante agresivo.
- Dale… Así! Mmmmm… Aahhhhh… –gemía sin disimular nada.
 
No le di tiempo a reacción la levante un poco y se la metí de golpe en la cola, con el fuerza con la que nos estábamos cogiendo entro toda hasta el fondo y de un solo movimiento.
 
- Ahahahhhhhhh!!! Aaaayyyy!!! Mi cola!!! –gritó pero no salió, ella seguía moviéndose.
- Me la pones muy dura Bea… –le dí unos cuantos golpes en el culo y la volví a sacar para metérsela en la concha…
- Porque saliste! Cogeme! –ella se movía cada vez más rápido y fue subiendo encima mío.
- La queres otra vez en el culito?
- Cogeme! No pares que acabo! Así… Dame… Dale… Seguí! –el sonido de nuestros sexos era sublime, el jugo que ella largaba y al estar cada vez más arriba mío hacía que el choque de nuestros cuerpos suene cada vez más fuerte.
- Así Fede! Así! Dale! Ahhhhhhh… Siiiiii… Asiiiii… Cogeme toda… Toma! Sentime amor! –gritó totalmente fuera de sí descargando su orgasmo.
 
La temperatura de su concha hizo estragos con mi verga, era difícil aguantar cuando algo te quema de esa manera, y ella lo noto.
 
- Quiero leche! Dame lechita amor…
- Donde mi vida? Adentro también? Pedime!
- No, la quiero en la boca, quiero la mema! –uffff… música para mis oídos pense.
- Te queres ir llenita a casa putita?
- Si… dame en la boca… quiero tomar la leche amor… Dame… –ella por más que haya acabado me seguía cogiendo con la misma fuerza.
- Te acabo mi vida… Salí que acabo…
- Dame… dame… –dijo separándose de mí y arrodillándose en la cama– Queres darle lechita a tu putita? –se quedó así esperando que yo me pare, lo cual hice rápidamente porque ya estaba con la leche en la punta de la chota.
- Chupala… Sacale toda la leche… –mis piernas ya en este punto estaban totalmente tensionadas, un poco más y me acalambraba.
- Aaaagggggg… Mmmm… –empezó a tragársela antes incluso de agarrarla con la mano.
- Si, así… cometela toda… haceme acabar… –la traje desde la nuca y se la hice sentir en la garganta. La morocha no se achicaba con nada.
- Aaaaaahhhh… Aaaaaaaaaaggggggg… –y seguía cabeceando.
- Toma amor, toma… No aguanto más… –le avise.
- Mmmmm… Aaaaaggg… –la muy hija de puta en lugar de retirarse un poco, se la mando hasta el fondo y recibió el primer lechazo en plena garganta, recién ahí se tiró para atrás.
- Aaaahhhhh que hija de puta que sos… Como me la chupas así…
 
Ella salió rápido sonriendo para atrás y tomando la pija con su mano y su boca con lengua afuera empezó a pajearme rápido, los siguientes chorros fueron a parar a su mejilla y pelo, otro dejo un recorrido muy delicado que iba desde su labio superior hasta casi su frente, todo por sobre su nariz, y el resto ya sin potencia alguna encontró la calidez de su lengua que recibía con ganas cada gota.
 
Su cara manchada, su lengua jugando con leche y sobre todo, su sonrisa orgullosa y con clara muestra de satisfacción le volaría la cabeza a cualquiera. Y yo no soy la excepción…
 
- De donde saliste hermosa? Me volves loco… –mi agitación era evidente.
 
Ella no hablaba, tranquilamente podría haber tragado lo que tenía en su lengua y responder, pero ella quería continuar el juego, quería hacer jaque mate. Volvió a meterse la pija en la boca y también lamia mis huevos, no dejaba de quitar cada rastro de semen que hubiera caído por algún lado. Siempre que el movimiento se lo permitía miraba para arriba para hacer contacto con mis ojos y cada vez que eso sucedía, su sonrisa se hacía más grande y notoria.
 
- Estás hermosa con la leche en la cara, te sacaría una foto para guardarla de recuerdo…
 
Ella junto con sus dedos los rastros de leche que quedaba y se los llevo a la boca, los saboreó, jugo apenas con la leche, sin caer en lo burdo, y trago. Otra vez pija en la boca.
 
- Hay que dejarla limpita –me dijo una vez que la soltó- para que queres un recuerdo? No pensas darme más pija?
- No, no, solo para tener y verte cuando no estamos juntos. Pija vas a tener, siempre.
- Mmmmm… pense que ya te habías aburrido de tu putita… –decía beboteando.
- Así como lo veo… aburrirme no es opción…
 
Ella se sonrió, contenta de que le confirmen lo que sabe, una inocente manipuladora quizás? Pero cualquiera que le guste el sexo va a entender que una mujer así se debe apreciar y valorar.
 
Esa misma noche, cuando intercambiábamos mensajes previo a irnos a dormir, me envía una foto sabiendo lo que me provocaría. El que sigue esta historia sabe lo que me genera verla, que se muestre, con ropa, sin ropa, en lencería, o como sea, su cuerpo es perfecto, pero ella lo hace aún más perfecto, lo sabe lucir, sabe ser sensual y sexy, sabe cómo volver loco a un hombre. Me encantaría poder mostrarles la imagen que me mando Bea, mi morocha, esta bomba que me cruzo la vida, envuelta en su toallón recién salida de la ducha, para que uds puedan ponerse en mi lugar y decir con sinceridad si no les vuela la cabeza.
 
Yo no sé si cayó del cielo o vino del mismísimo infierno, eso nunca lo podré confirmar, pero lo que sí sé, es que tengo que darle las gracias por existir.
 
Ya no teníamos más tiempo, así que nos fuimos contentos del telo, la deje en su casa y yo seguí rumbo a la mía. Por la noche nos seguimos escribiendo.
 
- Tengo la cola abierta todavía! Me paso el dedo y siento que entra solo! Jajaja
- Que ganas me dan de chuparlo y volver a cogértelo!
- Me lo toco y me caliento, termino tocándome la chuchi con ganas! Me tenes caliente todo el tiempo Fede!
- Y vos a mí! Pienso en eso y se me para de solo pensar en lo que te haría!
 
Todo parecía marchar bien. La manera en que nos llevábamos y las cosas que sentíamos se adaptaban perfectamente a la realidad que nos tocaba vivir cada uno por su cuenta. Es cierto que ambos descuidamos de alguna manera lo propio en nuestros hogares, no lo vamos a negar, pero tengo que decir que ambos estábamos ya enganchados.
 
Nuestros trabajos empezaron a complicarse un poco, no por descuidarlos, sino porque se nos hacía difícil salir tan seguido unas horas antes para tener más tiempo de telo, pero nos la rebuscábamos, quizás ocasiones donde no llegábamos a quedarnos todo el turno pero al menos dos horas sí y las aprovechábamos bien.
 
Todo nos calentaba, no había momento que nuestros mensajes no estén cargados de sexo, todo era deseo y necesidad de cogernos a morir. Las fotos y videos no se hacían esperar, sea donde sea que estuviéramos, en el trabajo, en nuestras casas, en algún restaurante, donde sea. Nos retroalimentábamos, el morbo y la necesidad de superarnos cada vez se acentuaba cada día que pasaba. Prácticamente era una competencia de quién se zarpaba más.
 
Una mañana mientras nos escribíamos se agarró tal calentura en el trabajo que me mando una foto, básicamente se había mojado toda, y en la imagen me mostraba como tenía los dedos empapados luego de tocarse la conchita.
 
- No te miento cuando te digo que me moje toda de leerte –dijo justo debajo de la foto con sus dedos mojados.
- Hace falta que te diga que esos dedos te los chuparía todos no? Eso ya lo sabés… –le respondí.
- Estoy muy caliente… Y hoy no nos vemos… –se lamentaba.
 
A mí me dieron muchas ganas de pasar a verla, así como ella terminaba mojada de las conversaciones, mi pija siempre largaba preseminal de las calenturas que me agarraba manchando todos mis boxer, y la verdad, tenía ganas de sacarme esta calentura y sacársela a ella también. Y eso que no pasaba mucho tiempo sin que cojamos, apenas unos días.
 
- Te paso a ver antes de que entres a gym, quiero que me saques la leche. Me calentaste con esa foto.
- Mmmmm… me vas a dar la mema para que meriende antes de gimnasia? Se me hace agua a la boca ya… –que putita hermosa pensaba yo cuando la leía, más me paraba la pija.
- Si, queres que te coja un poquito?
- Un poquito nada más??? –y me manda emoji de llanto.
- No tenes ni tengo mucho tiempo, es una visita de médico lo que puedo hacer hoy, pero voy.
- Dale, te espero ansiosa.
 
Estaba tan caliente que me quería hacer una paja ahí mismo en la oficina, pero aguante, no obstante le mande una foto con la verga totalmente dura.
 
- Te la vas a comer toda putita?
- Mmm no me hagas esto que la quiero ya! No puedo trabajar de la calentura que tengo… Tiene lechita para mí?
- En unas horas es tuya un ratito, y si, está cargada de leche, espero que sepas que hacer.
- Tenes dudas todavía? –ya se los dije, nunca se achica a no ser que juegue a hacerlo.
- Mmmm… algunas… tendrás que refrescarme la memoria. Chau, te dejo que sino no termino y no quiero salir más tarde. Te paso a buscar.
 
Y así fue, la fui a buscar y no teníamos más de veinte minutos, ella tenía gimnasia, aunque no era algo que si o si tenía que ir, pero yo tenía que llegar a mi casa por otras cuestiones. Así como subió le dije que hacer.
 
- Bajate la calza y la tanga, te quiero desnuda de la cintura para abajo –le ordene con una seriedad que ni yo me creía.
- Hay mucha gente, se ve todo!
- Y? Vos te pensas que vine a qué? Bajate todo hasta los tobillos y abrí las piernas.
 
Ella me miro como pidiendo que no le ordene eso, pero no tuvo respuesta de mi parte a su pedido, sino todo lo contrario. La muy perra no solo accedió a mi pedido, sino que subió la apuesta.
 
- Y vos no me podes ayudar? –dijo mientras se dio media vuelta en el asiento, arrodillándose y agarrándose del respaldo, dejando su culo hacia adelante– yo tengo que agarrarme porque estoy sin cinturón, es peligroso.
 
Apenas pare a un costado, lugar bastante concurrido, pero no nos importaba. Me gire a su lado y de un tirón le baje calza y tanga juntas, quedando su culo totalmente desnudo y a la vista de cualquier transeúnte. Antes de acomodarme nuevamente para manejar pase mi mano de abajo hacia arriba lentamente, sintiendo esa conchita que era un lago ya. Se la penetré un poco con mis dedos sin hacer mucha fuerza y luego con esos mismos jugos fui a su culo e hice lo mismo. Para finalizar le pegue un buen chirlo.
 
- Sentate bien ahora. Estás empapada, tenías ganas putita? –le dije ya nuevamente en camino a un lugar menos concurrido.
- Todo el día me tuviste mojada forrito… vos y tu pija, encima me mandas esa foto desde la oficina… Las ganas de chupártela que tenía. Te voy a manchar el asiento sentándome así desnuda  –me aviso.
- Ni lo pense, pone esto abajo –le dije dándole mi buzo para que se siente sobre eso.
 
Rápidamente se acomodó y me dejo en claro que ella también quería algo. Se lanzó a desabrochar mi pantalón y liberar mi verga, ni siquiera se tomó el tiempo de pajearme, directamente se tiró de cabeza y se la metió en la boca.
 
- Mmmmm… –salió enseguida– Está llenísimo de jugo acá! Que ríco! Todo esto es por pensar en mí? –no esperó respuesta, ya estaba otra vez engolosinada con la pija en la boca.
- Seeee… todo por vos hermosa… Me tenes caliente todo el tiempo…
- Aaagggg… mua! Mua! –le daba besos– Como me gusta que se ponga así por mí!
- Y a mí que vos te mojes tanto… –pasando mi mano por sobre su torso, ella se posiciono mejor para que pueda tocarla bien y masturbarla.
 
Mientras ella seguía chupando y yo manejando y  masturbándola, encontré un lugar al menos un poco más oscuro, donde íbamos antes cuando teníamos nuestros encuentros en el auto. Ella no cesaba con su mamada, sus gemidos por la paja que yo le estaba haciendo los dejaba dentro de su boca con tal de no largar la pija. Su cola también tenía ganas de mimos, porque cuando mis dedos frotaron enseguida note que no ofrecía ningún tipo de resistencia. Literalmente estaba en llamas. Ambos estábamos en llamas, sin ninguna duda.
 
En eso seguíamos cuando veo que de la puerta de una casa delante nuestro sale una mujer de unos cincuenta años aproximadamente, no tan mayor, debe haber sospechado algo raro al notar que un una calle así se estacione un auto y no baje nadie. Claro, que vamos a bajar si flor de mamada me estaba haciendo.
 
- Salió una mujer que nos está mirando… –le dije pensando que quizás debía avisarle.
- Ufffaaaa… queres que salga?
- No yo por mí no, te aviso por vos que sos vecina! Jajaja –ella no se levantaba, usaba su lengua y hablaba.
- Mmmm… no quiero salir, quiero pija… que mire entonces…
- Oki, seguí chupando entonces, si veo que usa el teléfono nos vamos, por si llama a la policía… Seguí…
 
Estábamos en otra, no nos importaba ya. Yo aceleré el ritmo de mi mano y ella más profundo se la tragaba. La mujer miraba atenta sin moverse, creo que hasta veía mi cara de violador serial sin inmutarse siquiera mientras la más puta chupaba sin parar.
 
- Salí Bea… –le pedí.
- Que pasa? Viene alguien más? La policía? –pregunto sin importarle la respuesta.
- No, arrodíllate mirando para allá, te la quiero poner, vamos a darle un show a tu vecina.
- Nooooo… jajaja que hijo de puta! Vos queres que todos sepan que te coges a la mujer de E…. –no voy a mencionar el nombre para no meter a nadie en líos.
- No, no para eso, sino para que vea lo que es ser una buena puta. Ponete donde te dije –le volví a ordenar.
 
Le gustó rápido la idea, enseguida se ubicó y de un solo movimiento se la clave desde atrás, ella chocó su cabeza con la ventanilla, pero nada fuerte.
 
- Ayyy bruto!!! Cómo estás!! Te gusta que nos vean que te pones tan animal?
- Me gusta que te vean, la estrella sos vos! No nos saca la vista de encima… se estará mojando como vos?
- Mostrale como me coges entonces… que reviente de envidia… –me alentó– Cogeme, dale! Más fuerte!
 
A propósito seguramente empezó a levantar más el tono de sus gemidos, incluso más de lo que normalmente suele gemir, era claro que lo hacía a propósito para que la vecina escuche también. Sus palabrotas no tardaron en llegar.
 
- Cogeme hijo de puta, cógeme –aproveche que el auto estaba encendido y baje apenas un poco la ventanilla para que se escuche más.
- Te gusta putita? Te gusta coger en la calle no? Querías pija?
- Aaaayyyy si… asiiiiii… Cogeme! Dame más!! Dame fuerte!
- Si no fuera que no tenemos tiempo sabes cómo te rompo el culo también no?
- Ahhh si… que ganas que me dan amor… no me digas así!! Que tengo que ir a gimnasia y no puedo ir con el culo roto!
 
Me volaba la cabeza, en todo me hace la segunda, acompaña en todo. Y toda la situación hizo que ya no aguante más, entre la calentura de todo el día y todo lo que estaba pasando en ese momento, ya no podía contenerlo más.
 
- No aguanto más mi vida! No puedo más! Te voy a acabar si seguimos un poco más! La queres adentro?
- Ahhhh seguí!! No! No! Adentro no! No podemos!! Salí entonces!
- Te la pongo un poquito en la cola!
- No seas malo! No me digas así que quiero! No puedo! Me va a chorrear todo en la calza! Salí te dije! Sentate!
 
Yo le hice caso, me senté y ella se abalanzó otra vez con todas las ganas sobre mi verga, yo tiraba mi cabeza para atrás cuando sentía como la comía. Pero mi mirada volvió a hacer partícipe a la vecina entrometida que no perdió detalle de todo lo que pasaba.
 
- Sigue atenta tu vecina! Quiere ver como tomas la leche me parece!
- Mmmm… Y eso que no sabe lo rica que es tu lechita… si supiera va a querer tomar también! Pero es toda mía, que se conforme con ver nada más
 
Fue lo último que dijo y se dedicó a darme una mamada tremenda para hacerme acabar, era evidente que exageraba el cabeceo para que la vouyerista parada en el frente de su casa pueda ver como peteaba.
 
- No aguanto más Bea… –le dije mientras lleve mi mano directo a su empapada conchita y la otra sobre su cabeza para que la vecina identifique mejor los movimientos.
- Mmmm… agghhh… –era lo único que se le escuchaba.
- Toma mi via… Toma la lechita… Ahhhh… Si amor… Acabo… –me retorcí yo en el asiento mientras expulsaba todo el semen dentro de su boca, mis piernas tensionadas y con espasmos que me provocaban dar pequeños saltos sobre la butaca.
 
Ella no cesaba con su chupada, continuaba, le gustaba dedicarle tiempo cuando de tomar la mema se trataba, su lengua limpiaba todo y su garganta tragaba sin vaciar su boca de pija. Yo no afloje con la paja que le estaba haciendo a ella, así como yo estaba caliente y ella se encargó de mí, ella también lo estaba y como buen caballero me iba a encargar de que ella también pueda que pueda volver relajada a su casa.
 
- Sigue ahí la mirona? –me pregunto ya habiendo sacado la pija de su boca besando mis huevos y lamiendo toda la pelvis.
- Si, sigue mirando… Le gusto el show me parece…
 
Sin hacerse problema ya, se levantó despacio, siempre mirando hacia la chusmosa y haciendo gestos alevosos, se pasó sus dedos como si tuviera rastros de semen alrededor de sus labios, luego se llevó sus dedos a su boca, cerró sus labios y tiró para afuera, seguido de una gran sonrisa dedicada exclusivamente a esa señora. La mujer llevó su mano a la cara, como tapándose la boca, muestra de sorpresa o fascinación, no lo sabemos, pero fuera de eso seguía sin moverse del lugar.
 
- Me parece que calentamos a la señora –me dice y me encaja un tremendo beso con mucha saliva y sabor a leche.
- El show debe seguir –le dije yo y ella miró como no entendiendo.
 
La apoyé sobre el respaldo, traje una pierna hacia mi lado y empecé a masturbarla, haciendo círculos sobre su clítoris que se le notaba firme, duro. Me puse un poco de costado para tener mejor acceso aún. Ella puso una mano sobre mi cabeza, entrelazaba sus dedos en mi pelo y su otra mano por momentos la apoyaba sobre la mía en su concha, como queriendo participar pero a su vez la quitaba agarrándose de la manija de la puerta necesitando sostenerse de algo.
 
Tironeó fuerte de mis pelos llevándome hacia ella, me comió la boca con violencia, con ganas de más, con lujuria diría yo. Claro que respondí de la misma manera e intensifique la paja que le estaba haciendo.
 
- Haceme acabar amor… no aguanto más ya! –me dijo y volvió a comerme la boca.
 
Le metí tres dedos en la concha y la palma de mi mano friccionaba su clítoris, la estimulación era completa como a ella más le gustaba. Empezó a mover su pelvis para marcar el ritmo y una vez que coordinamos se entregó nuevamente.
 
- Te acabo amor… Seguí… Sentime la concha como la tengo… Que ganas de que me cojas! –me decía entre besos.
- Estas empapada, tu vecina seguro está igual, mira cómo te mira…
 
Ella la miró fijo y le lanzó una linda sonrisa, tiro su cabeza para atrás en señal de que ya no aguantaba más.
 
- Así!!! Dalee!!! Aaaahhhh… Aaaayyyy…. Aaaahhhhh…!!! Siiiiii!!! Uffffff… Ufffff… –su intentaba normalizar su respiración.
 
Ella gritó más de lo que suele hacer, le quería dejar en claro a la señora que era la más puta y el disfrute era pleno. Cuando saque mi mano de su concha pase todos sus flujos por sus muslos, volví a meter mis dedos y ella sola tomo mi mano y le mostro a la observadora como lamía sus propios jugos. Nos seguimos besando apenas un poco más y nos separamos.
 
- Me dejas hacer una maldad? –me dijo.
- La que quieras, no te puedo negar nada a vos.
- Baja la ventanilla y adelantate un poco.
 
Hice lo que me pidió, sospeche que algo le iba a decir, por entrometida o chusma.
 
- Te gusto lo que viste? –arranca diciendo, la mujer se quedó petrificada de ver que la encaremos de esa manera.
- Perdón! Pero así me tiene todo el tiempo –se me ocurrió agregar a mí.
- No sabes la pija que tiene, bah no sé si llegaste a ver… pero la leche, es un postre! –decía intentando contener la risa– te hace enviciar y se la quiero chupar donde sea.
 
Yo no sabía ni siquiera que más agregar a eso, hasta a mí me dejo perplejo de que actúe de esa manera.
 
- La próxima si queres ver más de cerca avisanos, te sentas atrás, pero solo para ver, la pija no te la comparto –cerro diciendo Bea.
 
La mujer hizo gestos de sorpresa, bronca, odio, no sé, quizás todo junto, pero lo peor fue que yo me sorprendí más aun, quede helado ante ese comentario y lo único que atiné fue a conducir.
 
- jajajajaja –se reía desencajada la morocha.
- Sos una hija de puta, la mataste pobre mina!
- Eso le pasa por chusma, por mirona! Jajajaja
- Cuando le dijiste así se quedó recalculando me parece –le dije riéndome también.
- Seee no se lo olvida más, se va a pajear toda la noche pobre. Espero que tenga marido, hoy se saca la lotería! Jajaja
 
Nos fuimos riendo todo el camino hasta que se bajó del auto. Yo volví para mi casa y todo normal. A la noche recibo un mensaje de ella.
 
- La próxima que no tengamos tiempo para telo, volvemos a ese mismo lugar, si sale, la invitamos a subir atrás. Chau, hasta mañana amor. Besito.

1 comentario - Los peores amantes: Capítulo IX

eltrozo896 +1
Miy bueno
La vieja se quedo con las ganas